El barrio del Cabanyal-Canyamelar está en el ojo del huracán. La Asociación de Vecinos del Cabanyal ha denunciado el descontrol de los pisos turísticos, que están transformando este rincón histórico de Valencia en un imán para visitantes a costa de la vida local.
La asociación de vecinos ha reportado más de 300 viviendas de uso turístico ilegal por quejas de los residentes o por no estar inscritas en lugares donde no se cumple con la normativa municipal.
Las quejas de los vecinos: Un barrio en peligro
La Asociación de Vecinos Cabanyal-Canyamelar, denuncia que los pisos turísticos están asfixiando el barrio. Según la asociación, el auge de estos alojamientos, especialmente en la “zona cero” entre calles como José Benlliure, Escalante y Reina, ha disparado los precios de los alquileres, expulsando a familias y acabando con comercios tradicionales. “El Cabanyal ya no es un barrio, es un escaparate para turistas”, asegura un vecino de toda la vida, reflejando el sentir de muchos.
Los problemas no se limitan a lo económico. Los residentes reportan ruidos nocturnos, molestias constantes y una pérdida de la esencia del barrio.
La asociación, en un comunicado reciente, critica que muchos pisos turísticos operan sin licencia, incumpliendo el Plan Especial del Cabanyal (PEC) de 2023, que limita estos alojamientos al 10% por manzana. Han formado una mesa de trabajo para presionar al Ayuntamiento y demandan más inspecciones para frenar las obras ilegales que convierten viviendas y locales comerciales en apartamentos turísticos.
El panorama de los pisos turísticos en el Cabanyal
El Cabanyal es un foco turístico, y los números lo demuestran. Según el Ayuntamiento de Valencia, el barrio tenía 643 pisos turísticos legales a finales de 2023, un aumento de 14 veces en ocho años. La Federación de Asociaciones Vecinales de Valencia calcula que en la ciudad hay 4.500 pisos turísticos ilegales, con el Cabanyal y Ciutat Vella como los más afectados.
El PEC de 2023 establece un límite del 10% de pisos turísticos por manzana, pero los vecinos denuncian que esta norma se viola en al menos seis manzanas. Datos del Ayuntamiento muestran un aumento del 42% en pisos turísticos en 2024, con un 220% más de solicitudes de licencias en el mismo período. En respuesta, la alcaldesa María José Catalá impuso una moratoria de un año en mayo de 2024, bloqueando 298 nuevas plazas turísticas en el Cabanyal. Además, la Policía Local ha emitido 620 denuncias por pisos ilegales en 2024, según el concejal de Urbanismo, Juan Giner.
Aun así, los vecinos critican la lentitud en las sanciones y la falta de transparencia sobre los resultados de la moratoria. La conversión de bajos comerciales en alojamientos turísticos agrava el problema, dejando al barrio sin tiendas de barrio, como panaderías o fruterías, esenciales para la vida diaria.
¿Qué futuro le espera al Cabanyal?
La lucha del Cabanyal refleja un desafío mayor: la turistificación que amenaza la identidad de Valencia. Los vecinos piden una regulación más dura, como prohibir nuevos pisos turísticos o reconvertir los ilegales en viviendas residenciales, inspirándose en ciudades como Barcelona. Mientras el Ayuntamiento promete incluir al Cabanyal en una nueva ordenanza, los residentes exigen acciones concretas para proteger su hogar.
El Cabanyal no se rinde. Con su historia de lucha, los vecinos están decididos a recuperar su barrio.