Hace más de 150 años – concretamente en 1870 – el antiguo pueblo de Patraix se convertía en el primer pueblo, de los que rodeaban València, en anexionarse a la ciudad. Desde entonces, ha sabido mantener su esencia intacta, y ya no solo por la conservación de la antigua estructura con edificios históricos y calles que rodean la plaza, sino por ese sentimiento de pertenencia al barrio que tanto le caracteriza.
De origen romano, el pueblo de Patraix tenía su propio ayuntamiento e, incluso, su propia cárcel ubicada en el desaparecido Palacio de Barón de Patraix. No obstante, el hecho de no recaudar impuestos; no disponer de un término municipal del que sacar provecho, ya que todas las tierras eran propiedad de los habitantes de la capital; y la situación de los vecinos del pueblo, que no contaban con propiedades, ya que todos eran arrendatarios o jornaleros, fueron los motivos que produjeron que Patraix pasara a formar parte de los barrios de la ciudad.
Sin embargo, en el barrio todavía quedan resquicios de aquella época. Como explica el presidente de la Asociación Vecinal de Patraix, Toni Pla, a Valencia Extra, “tenemos la plaza de Patraix y calles que dan nombre a los antiguos fundadores del pueblo. Por eso, centramos todos nuestros esfuerzos en que la ciudadanía conozca en profundidad nuestros orígenes y la historia de Patraix; pero además, es lo que nos motiva para seguir reivindicando dotaciones e infraestructuras para cuidar la cultura de este antiguo pueblo, de origen romano, que ha acogido, a lo largo de su historia, a diferentes civilizaciones".
Y prueba de ello es la Zona de Vigilancia Arqueológica que, desde hace años, está activa en el barrio de Patraix. “Lo propuso la asociación y el consistorio le dio luz verde, y la verdad que ha sido un acierto porque en la gran mayoría de obras de construcción nueva han aparecido restos arqueológicos”, cuenta Pla. Además, “estamos hablando de restos de mínimo del siglo XV, tanto de la época islámica, como murales de antiguas casas medievales”. De hecho, recientemente han aparecido restos en las calles Maestro Bellver y Turís.
Ruta turística para descubrir Patraix
Este barrio de Valencia cuenta con una ruta turística propia para descubrir el valor patrimonial y arquitectónico del pueblo de Patraix impulsada por el Ayuntamiento de Valencia. En este sentido, en 2023, se establecieron doce puntos de interés patrimonial, turístico e histórico que permiten hacer un recorrido por el pasado agrario, el vestigio industrial, el patrimonio arquitectónico y el centro histórico del distrito.
Así, los doce puntos turísticos que conforman la ruta por Patraix son los siguientes: la plaza de Patraix, la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, el núcleo histórico, la acequia de Favara, la fábrica de la Battifora, el grupo de viviendas de la Mare de Déu dels Desemparats, el Convento de Jesús, la iglesia de Santa Maria de Jesús, las viviendas obreras de Ramon de Castro, las esculturas de l’Hort de Pontons, los edificios de la dependencia mercantil y la rememoración de la línea de ferrocarril a Utiel y Llíria en la calle de Tres Forques. En cada uno de estos puntos se han instalado una serie de placas, que incluyen un código QR, para que los visitantes puedan consultar y ampliar la información.
De esta manera, la ruta hace un recorrido por el Patraix medieval de la época de Jaume I, los orígenes agrarios vinculados a la huerta, los vestigios de la Guerra de Sucesión y las esculturas de Ponzanelli, la industrialización progresiva del siglo XIX y el recuerdo de las líneas de tren que atravesaban el distrito.
Las Fiestas Populares de Patraix, una tradición de 1930
Y, sin duda, una de las tradiciones que marca la vida social del barrio de Patraix son sus Fiestas Populares. Cada mes de octubre, la plaza del barrio se inunda de cultura con una programación pensada para todas las edades, y que se organiza desde la asociación vecinal. Declaradas Fiesta de Interés Turístico Local, esta celebración es una tradición que nació en 1930, y que hace 30 años decidieron recuperar.
Como cuenta el presidente de la asociación vecinal, Toni Pla, “todavía hay gente mayor en el barrio que se conocieron en esas verbenas”. Es por este motivo por el que, desde su recuperación, la implicación de los vecinos y vecinas en la participación de las fiestas es inigualable.