La vivienda se ha convertido en la principal preocupación a nivel nacional. Su precio se ha incrementado de tal manera en los últimos años que limita el derecho fundamental de acceso a una vivienda por parte de muchos segmentos de la población, como jóvenes o familias con rentas medias y bajas.
Como se refleja en el informe elaborado por Cámara Valencia, el incremento de los costes de materiales y la mano de obra, la escasez de suelo urbano, el endurecimiento de la normativa y el estancamiento de la construcción son los principales factores que limitan la oferta de la vivienda en la provincia de Valencia. Unos factores que, por consiguiente, aumentan el precio de la vivienda y que, además, se suman a otros que aumenta la demanda, como el incremento de la población, del turismo, el aumento de la esperanza de vida y el cambio en la estructura de los hogares.
En definitiva, un problema estructural que, pese a ser generalizado, requiere de medidas locales. La provincia de Valencia es, sin duda, una de las más tensionadas de Esppaña. De hecho, el suelo urbano en la provincia es un 31 % más caro que la media nacional, situándose en 221 €/m² frente a los 169 €/m² de la media nacional.

Ante este escenario, Cámara Valencia ha presentado cuatro propuestas para paliar los problemas de la vivienda en la provincia de Valencia que requerirán la colaboración público-privada, el compromiso de todas las instituciones públicas y una coordinada entre las ciudades y sus áreas metropolitanas.
Las 4 medidas para solucionar el problema de la vivienda en Valencia
1. Incremento del suelo urbanizable
El incremento del suelo disponible para la construcción de la vivienda es una medida urgente. Esta medida pasa por recalificar suelo rústico hasta convertirlo en suelo urbano listo para edificar. Para ello, la Cámara de Comercio de Valencia considera que es fundamental acelerar los procesos de urbanización del suelo mediante la simplificación procedimental.
En la actualidad, la aprobación de los instrumentos urbanísticos necesarios para la recalificación requiere de la presentación de estudios e informes para la aprobación por parte de la administración pública. Unos procesos que pueden prolongarse hasta 15 años, como fue el caso de Turianova o la Fuente de San Luís en la ciudad de Valencia.
2. Un marco normativo que no frene la edificación
En este punto, Cámara Valencia sugiere equilibrar los estándares normativos para lograr una mayor agilidad en los procesos y contener costes, sin renunciar a la seguridad y los derechos de los compradores. Esto se podría conseguir superponiendo trámites o disponiendo de un sistema de control externo que ayude a la administración a reducir plazos.
En este punto, explican que “el elevado desarrollo normativo está provocando la ralentización del ritmo de construcción debido a que las normas ahora son más exigentes y completas. Si bien es cierto que benefician al comprador aspectos como la acústica, la eficiencia energética, la accesibilidad o la protección contra incendios, aumentan los plazos para la construcción y la supervisión por parte de la Administración”.
3. Política tributaria que establezca precios asequibles en la vivienda en Valencia
Tal y como señalan desde Cámara Valencia, el sector de la construcción está sometido a una carga fiscal relevante al soportar una gran cantidad de impuestos y gravámenes. Por ello, se aboga por una política tributaria que contribuya a la contención del precio de la vivienda con la eliminación del IVA en la compra de la primera vivienda; la recuperación de la deducción de la inversión realizada en la vivienda habitual en el IRPF; o la ampliación de las deducciones por alquiler de vivienda en el IRPF de los inquilinos, con un mínimo deducible del 10 % y aplicable a toda la población.
4. Desarrollo del área metropolitana de Valencia
Parte de la solución al problema de la vivienda en Valencia pasa por el desarrollo residencial de su área metropolitana. Para ello, la Cámara de Comercio apuesta por un desarrollo del transporte y la comunicación, acompasado con las nuevas áreas de desarrollo urbano; así como la creación de servicios de proximidad para la ciudadanía, como un hub intermodal con servicios integrados de última milla o servicios postales, entre otros, que reducirían los desplazamientos al núcleo central.