Internos del CIE de Zapadores de València han llevado a cabo este fin de semana una huelga de hambre que, al parecer, han secundado "la mayoría" de los 85 migrantes del centro en protesta por su "privación de libertad injusta" y sus "condiciones inhumanas". La protesta se inició durante la noche del viernes y se ha desconvocado este domingo, según ha informado a Europa Press el portavoz de la campaña CIE No, Adrián Vives.
La entidad tiene constancia de que los internos empezaron a organizarse durante el mediodía de este viernes para iniciar una huelga de hambre a la hora en la que les sirven la cena. Así, según han trasladado los propios extranjeros a CIE No, efectivamente no cenaron.
La huelga al parecer continuó durante este sábado. Los internos remitieron a la campaña CIE No imágenes en las que, según ha explicado Vives, se ve a "todos los internos sentados en el comedor en sillas sin las bandejas y sin comer". Tampoco comieron durante la cena. Finalmente, durante el mediodía de este domingo, los internos han desconvocado la huelga y sí han comido.
"Piden la libertad porque consideran que están encerrados injustamente y en condiciones inhumanas", ha explicado el portavoz de CIE No, que destaca además que los extranjeros de Zapadores están "bastante indignados" por un "cúmulo" de circunstancias, como el encierro de un menor de 16 años durante una semana, que finalmente ha sido trasladado a un centro de menores, y la presunta agresión policial durante un traslado que ha denunciado esta semana un interno ante el juzgado de guardia.
A ello se suma que "hay varias personas encerradas por problemas de salud" que, según la campaña CIE No, "no están siendo atendidos como deberían". También ha denunciado que el viernes por la tarde policías antidisturbios accedieron al CIE y "cachearon" a los internos, un hecho que a su juicio tiene "carácter intimidatorio".
Según el portavoz de CIE No, las huelgas de hambre son "una de las formas de protesta que suelen utilizar los internos", una herramienta "bastante habitual" en el centro para "reivindicar políticamente cuando consideran que se están vulnerando sus derechos". Ha puntualizado que la campaña no "incita" esta forma de movilización pero sí "secunda".
Vives ha puesto el foco en que una huelga de hambre deja a los internos en "situación de gran vulnerabilidad". También ha remarcado que se trata de una "reivindicación política con unos fines y por unas causas", no un "problema de mal comportamiento".