València vivió este sábado una velada llena de emoción y nostalgia con el concierto ‘Bravo, Nino’, un espectáculo que reunió a artistas de distintas generaciones en el nuevo Roig Arena para rendir homenaje al legendario cantante valenciano. Con todas las entradas agotadas, el público llenó el recinto hasta la bandera en la primera gran cita musical que acogía este espacio que llega a la ciudad para revolucionar el panorama cultural.
Una apertura con impacto visual y sonoro
El espectáculo comenzó con uno de los momentos más esperados: la aparición en escena de Nino Bravo en forma de holograma 2D interpretando ‘Vivir’, la canción que dejó grabada en una maqueta tres días antes de su fallecimiento en un accidente de tráfico. La recreación digital del artista marcó el tono de una noche que combinó música en directo, tecnología audiovisual y proyecciones diseñadas para acompañar cada interpretación.
Tras la apertura, Malú fue la primera en subirse al escenario con ‘Mi gran amor’, ofreciendo una versión que dio paso a un recorrido por algunos de los temas más reconocidos del repertorio de Bravo. Andrés Suárez interpretó ‘Noelia’ de una manera fiel a la original, mientras que Luis Cortés sorprendió con un giro urbano a ‘Vete’. Chambao llevó ‘Mi Tierra’ a un terreno íntimo y flamenco, y Pitingo aportó su sello característico en ‘Es el viento’.
La propuesta escénica, producida por las firmas Westin Mayer y GTS, combinó la presencia de una orquesta y una banda en directo con un montaje de gran formato, en el que las pantallas y la iluminación jugaron un papel clave para transformar cada tema en un número independiente dentro del guión narrativo.
Voces consagradas y nuevas generaciones
Uno de los momentos más emotivos llegó con Eva Ferri, hija de Nino Bravo, que interpretó ‘Vuelve’ en un sorprendente dúo virtual junto a su padre gracias a una proyección de archivo. El público respondió con una ovación prolongada que convirtió la actuación en uno de los hitos de la noche. El veterano cantante Víctor Manuel, único artista que también participó en el homenaje celebrado en 1973, subió al escenario para interpretar ‘Libre’.
Por su parte, Sole Giménez —exvocalista de Presuntos Implicados— ofreció una versión cálida de ‘Te quiero, Te quiero’. Además, entre las nuevas generaciones de cantantes del panorama español destacó la vibrante actuación de Sandra Valero, que eligió ‘Amanecer’, y la potencia vocal de Juanjo Bona enamoró al público cantando ‘Esa será mi casa’.
El repertorio se fue alternando entre estilos diversos, desde la interpretación más rockera de ‘Puerta del amor’ a cargo de Revolver hasta la puesta en escena de Marta Sánchez, que imprimió elegancia a su actuación. El tramo central del concierto incluyó también la participación de grupos como Varry Brava, La Habitación Roja y La Casa Azul, quienes compartieron escenario para una nueva versión colectiva de la canción ‘Mi Tierra’.
Un cierre coral con grandes nombres
La recta final reunió a algunos de los artistas más conocidos del panorama nacional. Miguel Poveda presentó ‘Como todos’ y Vanesa Martín interpretó ‘Por qué’, antes de quedarse en el escenario junto a Pablo López. Ambos protagonizaron uno de los momentos más íntimos de la noche con ‘Cartas amarillas’, acompañados únicamente por el piano del malagueño.
El concierto culminó con David Bisbal, encargado de interpretar ‘América, América’, tema con el que mantiene una fuerte vinculación personal. Tras su actuación, el resto de los artistas regresaron al escenario para un cierre coral con ‘Un beso y una flor’, que puso en pie al Roig Arena y convirtió el final en una celebración de la música de Nino Bravo.