El TRAM que unirá Gandia, Oliva y Dénia da su primer paso

Luz verde al TRAM Gandia–Dénia: arranca el estudio de viabilidad para recuperar la conexión ferroviaria perdida en 1974 entre la Safor y la Marina Alta

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TRAM a su paso por Altea
TRAM a su paso por Altea

La Generalitat Valenciana ha dado el primer paso para que la futura línea del TRAM que unirá Gandia, Oliva y Dénia empiece a tomar forma. No hay todavía obras, pero sí un encargo claro: el estudio de planeamiento y viabilidad que permitirá sentar las bases del proyecto. Cuenta con 101.000 euros de presupuesto para definir posibles recorridos, estaciones y servicios de una infraestructura reclamada desde hace décadas.

El objetivo es recuperar la conexión ferroviaria entre la Safor y la Marina Alta, desaparecida en 1974, y responder a una demanda histórica de movilidad en uno de los corredores más dinámicos del litoral valenciano. La noticia ha llegado de la mano del president Carlos Mazón, que ha afirmado que “seguimos avanzando en la línea del TRAM Gandia–Oliva–Dénia, una infraestructura imprescindible para la conectividad, riqueza y prosperidad de una de las zonas turísticas más relevantes de la Comunitat Valenciana”. También ha pedido colaboración del Gobierno central y recordado que la competencia ferroviaria es estatal.

Un estudio para coser dos comarcas

El estudio no será un simple trámite. Analizará trazados alternativos, tiempos de viaje, frecuencias y la integración con otros modos de transporte. También evaluará la demanda diaria y estacional y posibles fórmulas de colaboración privada para reforzar la oferta cuando sea necesario.

Conviene aclarar qué es un TRAM. Es un sistema ligero que combina rasgos del tranvía y del ferrocarril: circula en superficie, suele disponer de plataforma propia en muchos tramos y ofrece más capacidad y velocidad que un tranvía clásico. A diferencia del metro, no necesita túneles ni estaciones subterráneas; frente al tren convencional, es más flexible y silencioso, pensado para distancias medias y conexiones comarcales.

TRAM de Alicante
TRAM de Alicante

Ahora bien, no todo son ventajas. Un TRAM puede ser más lento que un metro soterrado y, en tramos urbanos, verse condicionado por la integración con el tráfico. Su capacidad es menor que la de un tren convencional, por lo que no está orientado a grandes volúmenes en recorridos largos. La clave estará en planificar bien: tramos con prioridad semafórica, buena intermodalidad y estaciones donde realmente están los viajes.

La relevancia del proyecto va más allá de las vías. Hablamos de tres localidades con vínculos económicos, sociales y turísticos que llevan medio siglo sin tren directo. Volver a unir Gandia, Oliva y Dénia significa facilitar la vida cotidiana, reducir la dependencia del coche y ofrecer una alternativa moderna y menos contaminante para moverse por la costa.

Qué viene a partir de ahora

Cuando termine el estudio de viabilidad llegará el turno de los proyectos de obra. Será el momento de concretar el trazado exacto, la ubicación de estaciones y la integración con la red existente. De ese trabajo dependerá que la conexión Gandia–Oliva–Dénia pase del papel a la ejecución real.

Queda camino por recorrer, pero el arranque del estudio ya es un avance significativo. En paralelo, la Generalitat recuerda su línea de modernización del TRAM en otros puntos —como la electrificación entre Benidorm y La Vila— para empujar un modelo de movilidad sostenible que compita con el coche. Si los resultados avalan la viabilidad, el siguiente paso será iniciar los proyectos constructivos y, por fin, recuperar el enlace ferroviario entre la Safor y la Marina Alta.

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