Este lunes ha amanecido con nervios en muchas casas. No solo porque a muchos les tocaba volver al colegio y a la rutina, también porque Metrovalencia arrancaba la semana en plena huelga. El resultado era previsible: retrasos, andenes llenos y mucha frustración entre quienes dependen del metro para llegar puntuales.
Detrás de los paros está el enfrentamiento entre sindicatos y Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV). Los trabajadores denuncian que la dirección ha modificado de forma unilateral el calendario laboral, lo que afecta a la conciliación familiar, y reclaman más medidas de seguridad tras los incidentes vividos durante la DANA. Desde la empresa defienden su gestión, pero el conflicto sigue abierto y los pasajeros pagan las consecuencias.
El malestar se ha trasladado rápidamente a redes sociales. Padres y madres 'atrapados' en los andenes, estudiantes que miraban el reloj con resignación y trabajadores que improvisaban rutas alternativas. El arranque de semana seguramente podría haber sido menos caótico.
Retrasos en varias líneas y horarios bajo mínimos
Metrovalencia ha anunciado tres franjas horarias con paros parciales: de 7:00 a 9:15, de 12:45 a 14:45 y de 21:45 a 23:45. Sobre el papel, la reducción es del 20 % en todas las líneas.
La realidad, según los usuarios, ha sido muy distinta. A primera hora, la propia compañía reconocía retrasos generalizados en las líneas 1, 2 y 6. En algunos casos, la espera superaba los 40 minutos. Demasiado para un lunes de vuelta al cole.
La sensación general era de incertidumbre. Mucha gente no sabía si quedarse en el andén, buscar alternativas o resignarse a llegar tarde. Los convoyes que pasaban lo hacían llenos y con, probablemente, caras de cansancio y resignación.
La indignación de los usuarios en redes
Los mensajes en redes sociales reflejan perfectamente el ambiente. Un usuario de Metrovalencia, Thomas, lo resumía con ironía: “El pan nuestro de cada día. Primer día de colegio, primer día de retrasos generalizados”. Otra usuaria, Elena Mª, añadía con un toque de humor: “Da igual cuando lo leas”.
Otros usuarios fueron más duros. “Los servicios mínimos del 80 % brillan por su ausencia. 45 minutos esperando y me quedan aún 12... si los sindicatos no cumplen hay que sancionarles”, denunciaba un viajero atrapado en el andén.
Las conclusiones son sencillas: la huelga ha vuelto a poner a prueba la paciencia de quienes cada día confían en el metro. Y muchos lo tienen claro: lo que debería ser un transporte rápido y fiable se ha convertido en una lotería que complica aún más la vuelta a la rutina.
Para poder organizarte de la mejor forma y evitar que tu rutina se modifique tanto, puedes consultar los horarios y planificar la ruta que mejor te vaya en este enlace.