Reconstrucción escolar tras la DANA: qué colegios abren y cuáles siguen esperando

La riada obliga a 3.000 alumnos a empezar en aulas prefabricadas, mientras otros estrenan colegio este curso. Descúbrelo todo:

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Colegio Jaume I de Paiporta
Colegio Jaume I de Paiporta

El nuevo curso escolar 2025-2026 arranca en la Comunitat Valenciana con un ojo puesto en las aulas y el otro en las obras. La riada del pasado otoño obligó a poner en marcha un plan de choque para garantizar la escolarización y ahora, con septiembre sobre la mesa, la Generalitat saca músculo con cifras récord: 70 millones ya invertidos en reconstrucción, otros 70 millones previstos para 2026 y 382 actuaciones en marcha dentro del Pla Edificant.

Pero no todo es celebración. La otra cara de la moneda son los 3.079 alumnos que empiezan el curso en aulas provisionales, a la espera de que se terminen los colegios e institutos dañados. El conseller de Educación, José Antonio Rovira, pidió disculpas por los retrasos en Alfafar y Massanassa y defendió que las prefabricadas no son “contenedores del ejército”, sino instalaciones con todos los suministros y garantías.

El conseller de Educación, Cultura, Universidades y Empleo, José Antonio Rovira
El conseller de Educación, Cultura, Universidades y Empleo, José Antonio Rovira

Así que, entre estrenos de centros nuevos, barracones que todavía aguantan y grúas que siguen trabajando a destajo, la reconstrucción escolar se convierte en el gran tema del curso. Te lo contamos todo:

Los nuevos centros educativos que estrenan curso

La cara más positiva de esta reconstrucción son los nuevos centros educativos que abrirán en septiembre de 2025. En total son diez, repartidos entre València, Alicante y Castellón, con inversiones que van desde los cinco hasta los trece millones de euros, según el tipo de obra.

En la provincia de València, los estrenos más sonados son el CEIP nº106 en la capital (13,2 millones), el CEIP Les Palmeres en Canet d’en Berenguer (5,6 millones), el CEIP Maestro Serrano en Mislata (8,3 millones), el CEIP nº4 Sibil·la Mercer en Picassent (7,7 millones), el CEIP W.A. Mozart en Loriguilla (6,8 millones) y el CEEP Alberto Tortajada en Algemesí (5,8 millones). Todos ellos responden a demandas históricas y a la necesidad de acabar con aulas provisionales en estos municipios.

En Alicante, el gran estreno es el IES Azorín en Petrer, que tras una adecuación y ampliación de 12,2 millones se convierte en referencia en la comarca. Mientras, Castellón celebra la reapertura del CEIP Sebastián El Cano (5,5 millones) y el CEIP Maestro Cañós Sanmartín (5,1 millones), ambos en la capital, además de la rehabilitación del IES Ximén d’Urrea de l’Alcora, con una inversión de 5,4 millones.

Estos estrenos permiten respirar a municipios donde la presión demográfica y los daños de la DANA hacían urgente un relevo en las instalaciones. La Generalitat lo presenta como prueba de que la educación es una prioridad. Los sindicatos, sin embargo, recuerdan que “la foto de las inauguraciones no tapa que decenas de localidades siguen esperando”.

3.079 alumnos en aulas provisionales

La cifra más delicada del inicio de curso es clara: 3.079 alumnos estudiarán en aulas provisionales. O, dicho de otra forma, en barracones. La lista incluye municipios como Alfafar (CEIP Orba), Algemesí (CEIP Carme Miquel), Alginet (CEIP Vicente Blasco Ibáñez), Catarroja (IES Berenguer Dalmau), Massanassa (CEP Lluís Vives e IES Ausiàs March), Paiporta (CEIP l’Horta) y Utiel (IES Alameda).

En estos casos, el alumnado convivirá con obras de demolición, reposición o construcción total. Rovira insiste en que las prefabricadas tienen suministros, luz, agua y alcantarillado, y que las zonas en obras estarán valladas y delimitadas. Pero la realidad es que unas 600 familias todavía no saben cuándo podrán regresar a sus centros definitivos, un dato que alimenta las críticas de sindicatos y AMPA.

El conseller reconoció que “nos hubiera gustado terminar el 100 % hace un mes”, pero defendió que los plazos son inevitables. “No es poner un contenedor, es un proyecto con contrato, adecuación de parcela y certificados técnicos”, explicó. Aun así, los sindicatos avisan: la vuelta a los barracones se ha convertido en un mal endémico del sistema educativo valenciano, con generaciones que han pasado toda su etapa escolar sin conocer un edificio en condiciones.

382 obras en marcha y una inversión de 640 millones

Más allá de los centros que se estrenan o de los que siguen en módulos provisionales, la gran foto de la reconstrucción se llama Pla Edificant. A día de hoy hay 382 actuaciones en ejecución en colegios e institutos, 46 más que en 2024, que incluyen nuevas construcciones, ampliaciones, reformas y rehabilitaciones.

Por provincias, la inversión se reparte de forma desigual. València lidera con 158 centros en obras y 282,2 millones de euros, seguida de Alicante con 168 actuaciones y 226,8 millones. Castellón cuenta con 56 centros y 131 millones de inversión. En total, el plan suma más de 640 millones de euros, que según la Generalitat generan casi 16.000 empleos asociados a la construcción y servicios auxiliares.

La administración autonómica lo presenta como un esfuerzo sin precedentes, pero los sindicatos matizan. Aseguran que muchos de estos proyectos vienen arrastrados de legislaturas anteriores y que los retrasos son una constante. Además, alertan de la vuelta de CIEGSA, la empresa pública señalada por los sobrecostes, que ahora vuelve a gestionar parte de las obras. La Generalitat lo vende como eficiencia; los sindicatos, como un regreso a los fantasmas del pasado.

En definitiva, la reconstrucción escolar en la Comunitat Valenciana avanza, pero no a la velocidad que esperan las familias. Diez centros nuevos abrirán sus puertas este curso, hay casi 400 obras en marcha y la inversión supera los 640 millones, pero a la vez miles de estudiantes siguen en aulas provisionales y los plazos de entrega siguen en el aire.

El Gobierno valenciano habla de “curso de las posibilidades” y defiende que los datos avalan su gestión. Los sindicatos, en cambio, aseguran que “las aulas no viven de cifras” y que lo importante es que los colegios funcionen a tiempo y en condiciones. Entre grúas, vallas y pupitres provisionales, lo único claro es que este curso la reconstrucción educativa será tan protagonista como las propias clases.

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