En ocasiones, la democracia presenta situaciones inusuales y sorprendentes. Es el caso del municipio valenciano de Gestalgar, donde las elecciones municipales están marcadas por un resultado insólito: tanto el Partido Popular como el PSOE obtienen exactamente el mismo número de votos, 207, lo que lleva al desempate en la elección de los siete concejales que conformarán el hemiciclo.
La legislación electoral española establece que los alcaldes son elegidos en la misma sesión en la que se constituyen las corporaciones locales, una vez proclamados los resultados electorales. Los concejales participan en este proceso, pero solo aquellos que encabezan las listas pueden optar al puesto de alcalde. Si un candidato logra obtener la mayoría absoluta de los votos, se le proclama electo y se convierte en alcalde. Sin embargo, si ningún candidato alcanza esta mayoría, se aplica la regla del "mayor número de votos populares" para determinar al alcalde.
En el caso de Gestalgar, se presenta un empate a 207 votos entre el Partido Popular y el PSOE, lo que genera la necesidad de recurrir al sorteo como medida de desempate, tal como establece la LOREG. El municipio, previa aprobación de la Junta Electoral, tiene la facultad de decidir el tipo de sorteo a utilizar. En el pasado, hemos presenciado situaciones donde se lanza una moneda al aire, se juega a "piedra, papel o tijera" o se utiliza el clásico "pares o nones" e incluso se echa un bingo.
Este tipo de desenlaces sorprendentes no son exclusivos de Gestalgar. En diferentes municipios españoles, a lo largo de la historia democrática, se han presentado empates en los resultados electorales. En Els Hostalets de Pierola (Anoia), se decidió lanzando una moneda al aire en una elección municipal donde el número de votos entre ERC y el PSC estuvo extremadamente ajustado. Escopete (Guadalajara) también vivió una situación similar, donde un empate técnico en el número de votos entre el PP y el PSOE se resuelve a través del azar.
El elemento del sorteo en estas situaciones, aunque pueda parecer anecdótico, cumple con el propósito de desempatar y garantizar que no haya vacantes en la alcaldía. Además, impulsa a las fuerzas políticas a buscar acuerdos para obtener la mayoría absoluta, evitando la necesidad de repetir los comicios.