Tras el último episodio marcado por la ola de calor y los 'reventones' del pasado sábado, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha analizado la incidencia de estos fenómenos extremos no solo con vistas a lo ocurrido en estos días, sino también en el escenario futuro de los próximos años.
"Si lo que está pasando este verano hubiese sido hace 30 años, seguro que habríamos dicho: "tardaremos muchos años en volver a vivir un verano así, quizás no lo lleguemos a ver". En 2022 ya no podemos hacer esa afirmación tan rotunda. Estos fenómenos cada vez son más frecuentes", comenzaba la explicación de la Aemet a través de Twitter.
Por ello, este verano de 2022 en la Comunitat Valenciana "no será el más frío de nuestras vidas", pero "tenemos que hacernos a la idea de que lo que está pasando en 2022 cada vez va a ser más frecuente", recuerdan. Esto hace referencia a los sucesivos episodios de calor, las noches ecuatoriales ( temperaturas que no bajan de los 25 ºC durante la noche) o los reventones, el fenómeno que estuvo detrás del derrumbe del escenario del Medusa Festival celebrado en Cullera que acabó con la vida de un joven y provocó más de 40 heridos.
Así, detallan que en un escenario “no muy pesimista, las anomalías de temperaturas cálidas que sólo ocurrían un 5% de los días, en los últimos 30 años del siglo XXI pueden ocurrir el 50% de los días”. Es decir, “lo que antes era raro se podrá convertir en normal”.
Fenomenos meteorológicos extremos como las tormentas, granizadas, tornados, olas de calor o reventones “no son desconocidos en nuestro territorio; pero no se trata de eso, eso forma parte del tiempo, de lo que se trata es de que si esos fenómenos ahora son más intensos y violentos que antes y más frecuentas, es decir, se trata de averiguar si el clima está cambiando y qué consecuencias e impactos están teniendo lugar a causa de esos cambios”, cuentan desde Aemet.
Por último, desde la agencia concluyen que “quedan pocas dudas de que esa mayor intensidad y frecuencia de los fenómenos adversos veraniegos, sobre todo los relacionados con el calor, las olas de calor o la mayor temperatura del agua del mar, ya se está produciendo y, al menos por lo que respecta al área mediterránea, también se están produciendo un aumento en frecuencia e intensificación de las situaciones que provocan lluvias muy fuertes o torrenciales y de extensión significativa”.
Si lo que está pasando este verano hubiese sido hace 30 años, seguro que habríamos dicho: "tardaremos muchos años en volver a vivir un verano así, quizás no lo lleguemos a ver".
— AEMET_C. Valenciana (@AEMET_CValencia) August 13, 2022
En 2022 ya no podemos hacer esa afirmación tan rotunda. Estos fenómenos cada vez son más frecuentes.