El Feminario de la Diputación homenajea a Concha Gisbert como referente del movimiento feminista valenciano

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Homenaje a Concha GIsbert
Homenaje a Concha GIsbert

El Feminario de la Diputación ha cerrado la jornada matinal de este viernes con un homenaje a Concha Gisbert, abogada y activista feminista valenciana que falleció el pasado 24 de enero. Fue la primera responsable del Servei Valencià de la Dona, desde donde se convirtió en un referente de la lucha feminista. Ha sido reconocida con diferentes premios por poner el acento en la invisibilidad de las mujeres y trabajar desde su responsabilidad a favor de la igualdad.

La vicepresidenta primera y diputada de Igualdad, Natàlia Enguix, ha entregado a los familiares de Concha Gisbert una lámina en la que la ilustradora Ame Soler ha representado a la propia Concha con una niña, simbolizando así el legado que ha dejado para las futuras generaciones de mujeres. En palabras de Enguix, “nos hemos detenido en este homenaje a Concha porque fue una mujer pionera, maestra, una de esas mujeres cuya generosidad y coraje derribaron muros que parecían infranqueables”.

En la mesa redonda ‘Un legado vivo del feminismo’, Teresa Yeves, Consuelo Catalá y Soledad Murillo, feministas y amigas de Concha, han destacado su trayectoria vital y profesional a favor de las mujeres. “Concha fue capaz de hacer que el Servei de la Dona fuera un altavoz de las necesidades de las mujeres”, ha destacado Catalá, quien ha subrayado: “es fundamental la vinculación de las personas que llegan a las instituciones con el movimiento real que hay en la ciudadanía porque te permite hacer algo eficaz y necesario”.

La cuarta ola y la caída del queer

Antes, en la primera mesa redonda de la jornada, titulada ‘Hablemos de feminismo. Ecos y lugares’, la profesora de Filosofía Moral Ana de Miguel, la escritora Rosa Cobo y la activista valenciana Cándida Barroso, moderadas por Amparo Mañés, han enlazado el viaje a los orígenes del movimiento feminista con los retos actuales. En este sentido, Rosa Cobo ha tratado de avanzar las claves de la cuarta ola del feminismo en la que nos encontramos, según su opinión, y en la que ha considerado importante la caída del movimiento queer, “un suflé que está bajando y perdiendo fuerza”.

“El movimiento queer no es un movimiento feminista”, ha declarado tajante la escritora, quien ha tratado de explicar esa pérdida de protagonismo: “quizá haya estado demasiado tiempo en el horno, sostenido por sectores políticos de la izquierda que se han debilitado tanto matándose entre sí que no han tenido tiempo para mantener un movimiento del que hicieron un emblema ideológico”.

Por su parte, Ana de Miguel se ha adentrado en las raíces ilustradas del feminismo, y ha lanzado un mensaje a todas las feministas: “tener malos tiempos no nos puede desanimar, porque siempre los hemos tenido y es lo que nos constituye”. La profesora de Filosofía Moral ha explicado por qué no encontramos rastro de ese movimiento feminista antes de la Ilustración: “hasta el siglo XVIII, la humanidad no llega a desarrollar la idea de que todos los seres humanos tienen algo en común, que es la razón, y con ella que todos debemos tener los mismos derechos”. “La vida humana es un proceso de autoconciencia”, ha concluido De Miguel.

Por último, la activista valenciana Cándida Barroso ha recordado que los derechos de las mujeres han ido avanzando y retrocediendo según la época. Barroso se ha detenido en el siglo XXI y en las diferencias que aparecieron en la agenda feminista valenciana, si bien ha propuesto “considerar estas diferencias como una ventaja, una realidad enriquecedora”. En esta línea, ha destacado el papel de ciberactivistas feministas como la fotoperiodista Concha Martínez y su agenda feminista; y Mª Ángeles Bustamante con sus fondos de la memoria feminista valenciana.

 

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