La Fábrica Nacional de Moneda y Timbre (FNMT) ha escogido a la política y abogada Clara Campoamor como protagonista de su moneda especial por el Día Internacional de la Mujer, puesto que este año se cumplen 50 años de su muerte.
Esta será la segunda moneda en formar parte de la colección que la FNMT acuña con motivo del 8M, la primera la fue la emitida el año pasado en conmemoración a la novelista gallega Emilia Pardo Bazán.
En el reverso de la moneda aparecerá Campoamor durante un mitin político el 5 de abril de 1931 en el frontón Urumea de San Sebastián. También figurarán el símbolo de la mujer y el lema ‘Igualtad, Libertad y Progreso’. En la parte de abajo del reverso también estará escrito ‘8-M Día Internacional de la Mujer’ y ‘Clara Campoamor’.
En el anverso de la moneda aparecerá el retrato del rey Felipe VI y una leyenda que dirá ‘Felipe VI Rey de España’, mientras que en la parte de abajo aparecerá el año de acuñación, 2022.
El valor facial de la moneda será de 10 euros, dato que también aparecerá en el reverso de la moneda, y su precio de venta será de 55 euros, tal y como se ha anunciado en el BOE. Cada moneda tendrá un contenido mínimo de 925 milésimas de plata y el resto será de cobre. La FNMT emitirá un máximo de 7.000 unidades.
Clara Campoamor
Clara Campoamor es considerada como una de las pioneras del feminismo en España. Una de sus principales luchas fue la de conseguir el sufragio femenino. Nació en 1888 y la muerte de su padre le forzó a adentrarse en una sociedad especialmente dura para las mujeres desde muy temprana edad.
A los 26 años consiguió un empleo público como profesora de mecanografía. A raíz de esto se adentró en un ambiente progresista en el que conoció a activistas y personas que marcarían su desarrollo como feminista, como Carmen de Burgos o Eva Nelken.
Empezó a colaborar en diversas asociaciones feministas y fue la segunda mujer en licenciarse en el Colegio de Abogados de Madrid después de Victoria Kent. Se unió al Partido Radical de Alejandro Lerroux y fue elegida en las elecciones de 1931, en las cuales las mujeres podían ser votadas, pero todavía no podían votar.
Desde aquí luchó no solo por el sufragio femenino, sino por todo un conjunto de derechos, como el divorcio, la igualdad de los hijos nacidos fuera del matrimonio y la abolición de la prostitución.