La V-30 ha amanecido este 1 de septiembre con un nuevo vigilante de la velocidad. El radar de tramo instalado entre el puerto y la A-7 ya no se limita a avisar, ahora sanciona. Desde hoy mismo multará y restará puntos a quienes superen los 100 km/h en este recorrido. Durante agosto, los conductores solo recibían notificaciones informativas, pero la tregua ha terminado.
Este radar forma parte de la última remesa de 32 dispositivos activados por el Ministerio del Interior en once provincias. En la Comunitat Valenciana, el más destacado es este de la circunvalación de València, que vigila un tramo de algo más de cuatro kilómetros en sentido hacia Alicante, entre los puntos kilométricos 4,65 y 8,85.
¿Cómo funciona el radar de la V-30?
El sistema no mide un instante, mide todo el recorrido. Dos cámaras registran la matrícula al inicio y al final del tramo. Con esos datos, un ordenador calcula el tiempo invertido y determina la velocidad media del vehículo. Si esta supera los 100 km/h, se genera automáticamente la sanción.
La DGT insiste en que no se trata de una medida recaudatoria, sino de seguridad. La velocidad inadecuada sigue siendo uno de los grandes enemigos en carretera: solo en 2024 estuvo detrás de 239 accidentes mortales en España.
Los radares que más castigan en la Comunitat Valenciana
El de la V-30 empieza hoy a trabajar, pero no está solo. Los radares llevan tiempo marcando la agenda de muchos conductores. Un informe de Automovilistas Europeos Asociados revela que en 2024 se interpusieron más de 3,4 millones de denuncias por exceso de velocidad en España, un 4 % más que el año anterior. La Comunitat Valenciana se situó en el podio con 366.360 sanciones, lo que equivale a una de cada diez del total nacional.
En la autonomía destacan varios puntos calientes: en Alicante, los radares de la A-70 (km 8 y 28); en Castellón, los de la AP-7 (km 356 y 390) y la N-340 (km 1.010); y en València, el de la A-3 a la altura del km 314. Lugares que ya son sobradamente conocidos por los habituales de la carretera y que, junto al nuevo control de la V-30, dibujan un mapa cada vez más estrecho para quienes pisan de más el acelerador.