La Dirección General de Tráfico (DGT) ha empezado a desplegar una nueva señal en nuestras calles. Su nombre es S-991c y avisa a los conductores de algo que ya es habitual en muchas ciudades: los radares 'foto-rojo'. Estos dispositivos controlan quién respeta el semáforo en rojo y quién decide jugársela.
La medida no llega por casualidad. Forma parte de la actualización del catálogo de señales, que el Gobierno aprobó este verano para adaptarlo a la movilidad actual. El mensaje es claro: se acabó eso de colarse en un cruce con el semáforo cerrado.
Así es la nueva señal de la DGT: quédate con todos los detalles
El diseño de la señal no deja lugar a dudas. Sobre un fondo blanco aparece un semáforo en rojo, acompañado de varios vehículos y unas ondas que simbolizan el radar. Es el aviso de que el cruce está vigilado y que la sanción está a solo dos fotografías de distancia.

Porque así funcionan estos radares. Una primera cámara dispara justo antes de que el coche cruce la línea de detención. La segunda lo hace cuando el vehículo ya ha pasado al otro lado. Si ambas imágenes coinciden, la multa va directa al buzón del titular.
Hoy ya hay más de 566 radares de este tipo repartidos por toda España. Madrid, Barcelona, València o Sevilla concentran buena parte de ellos, con más de 35 en cada ciudad. No se colocan al azar: suelen instalarse en avenidas muy transitadas, pasos cerca de colegios o cruces donde la siniestralidad es alta.
Multas y excepciones en los radares de la DGT
Saltarse un semáforo en rojo es infracción grave. La sanción asciende a 200 euros y la pérdida de cuatro puntos en el carnet de conducir. Para que la multa sea válida, el sistema necesita dos fotos nítidas: una antes y otra después de cruzar, con la matrícula bien visible.
¿Y qué pasa con el ámbar? Aquí la normativa es más flexible. En principio, no salta la multa si cruzas con seguridad y sin riesgo. Eso sí, un agente podría sancionar si interpreta que la maniobra ha sido temeraria, por ejemplo acelerando de forma brusca para evitar el rojo.
Existen también excepciones claras. Si un conductor cruza en rojo para dejar paso a una ambulancia o a un coche de bomberos, la multa puede recurrirse y anularse. El sistema no entiende de emergencias, pero los agentes sí pueden revisar el caso.
La DGT insiste en que el objetivo no es recaudar, sino prevenir accidentes en cruces conflictivos. Y lo cierto es que, con la S-991c, el aviso queda más que claro: si te saltas un semáforo en rojo, la sanción te llegará seguro.