Malú: “La batalla más difícil ha sido conmigo misma”

Su nuevo trabajo 'Mil batallas' es un disco "muy personal en el que he hecho lo que me ha dado la gana y donde toco temas demasiado personales para mí”

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Imagen de un concierto de Malú / Foto: HorsProducciones
Imagen de un concierto de Malú / Foto: HorsProducciones

Una grave lesión de tobillo le obligó a parar y a suspender una gira con, prácticamente, todo vendido: “fueron los momentos más duros de mi vida”. Ahora, tres años después, Malú vuelve con ‘Mil batallas’, un disco que ella misma define como “liberador” y que, sin duda, ha supuesto “un punto de inflexión para contar las cosas como las quieres contar”, pero, sobre todo, “sin complejos y sin esos miedos que siempre tenemos encima”. 

Con una gira que arrancaba en Madrid y que, como ella misma explica, “problamente sea el show más dinámico de toda mi vida”, Malú llega a la ciudad de València, el próximo 17 de junio, para inaugurar el Ciutat Festival By CaixaBank en el Estadi Ciutat de València.

¿Qué va a encontrar el público cuando vayan a uno de tus conciertos?

Se van a encontrar probablemente el show más dinámico de toda mi vida. Si han vivido algún concierto previo mío, este será muchísimo más dinámico. También yo creo que por la forma de prepararlo y las ganas que teníamos de salir al escenario. Es un show non-stop. De hecho, nos lo pasamos muy bien y cuando nos queremos dar cuenta el concierto ya ha terminado. Es muy divertido y hago un recorrido por todo lo que ha sido mi carrera hasta el día de hoy. Trato de juntar todo y crear como esa burbujita. 

Después de todo este tiempo de parón, ¿cómo afrontas esta gira?

Con más emoción que nunca en mi vida. Cuando arrancamos en Madrid, no sentía nervios, era más emoción máxima. Yo creo que para mí ha sido fundamental, yo paré porque me hice una lesión, tuve que pasar por quirófano y no hubo otro remedio. Fueron los momentos más duros de mi vida, el tener que decir a mi gente que se quedaban sin trabajo y el tener que suspender la gira. Al principio, todo me parecía horrible, pero pasado un tiempo, me di cuenta de que necesitaba ese parón, porque verdaderamente me hacía falta. Necesitaba algo que nunca hubiera hecho en mi vida, pero que claramente tenía que hacerlo. Necesitaba esa convivencia más conmigo misma, para darme cuenta de que esa exigencia y ese trabajo tan agotador no me dejaba disfrutar de nada. Aunque cuando yo me subía a un escenario disfrutaba, en el momento en que algo inapreciable fallaba, a mí me trastocaba completamente. Ahora vengo solamente con ganas de disfrutar, ganas de pasarlo bien y ganas de hacer que todo el mundo se lo pase bien. 

Al hilo del nombre de tu disco ‘Mil batallas’, ¿es posiblemente esta la batalla más difícil que te ha tocado librar?

Para mí sí, para mí la más difícil ha sido conmigo misma. Pero fíjate, que luego ha sido la más fácil de la que salir. Es la que más te trae de cabeza durante muchos años, y luego la que realmente, de un día para otro, te das cuenta de cuál era el problema. Aunque yo, en mi caso, no sabía ni que existía. 

¿Tenías miedo de que la vuelta no fuese igual?

Ese miedo siempre existe, pero, al final yo creo que, para mí y por mi salud mental, una de las cosas más importantes es no pensar en si estarán todos mis fans o no estarán, sino pensar en la ilusión con la que estás haciendo el trabajo y con la que sales a la carretera a vivirlo en directo. Eso es, para mí, la madurez que a lo mejor antes no podía tener. No se trata de medir si van más o van menos, sino el saber que estoy disfrutando de lo que estoy haciendo y estoy haciendo disfrutar a los que vienen, y eso es con lo que me quiero quedar y con lo que me quedo. Al final, la vida de un artista es cíclica y lleva siendo así toda la vida. Mientras disfrutes y seas feliz con lo que haces, los que vengan al concierto son merecedores de lo mejor que hay de ti. 

¿Cómo definirías tu nuevo disco? 

Es un disco muy personal, en el que he hecho lo que me ha dado la gana. Predomina la música, los instrumentos, los músicos, la forma más mía y pura de contar las cosas, y donde toco temas demasiados personales para mí, miedos demasiado grandes, pero que realmente necesitaba contarlos. 

¿Podrías escoger un tema que sea especial para ti?

Me parece muy complicado, porque en cada uno de ellos cuento una historia diferente. Quizás como especial, como el tema que siempre estará ahí, en mi alma, es “Tejiendo alas”. Es un tema que hice llorando y con el que lloré también muchos meses después cuando lo escuchaba. Es de esas canciones que se te quedan ahí, un poquito en el alma. 

En una entrevista dijiste que el disco hay que escucharlo de principio a fin para conocer a quien te lo está contando...

Exacto, yo creo que al final la magia de los discos es esa. Nosotros también podemos sacar canciones y estar un poco más al día. Pero cuando hacemos un disco, realmente estamos contándonte una historia de arriba a abajo, te queremos llevar de viaje sin que te muevas de tu casa. Yo creo que al final los discos tienen esa magia. 

A punto de cumplir 25 años en el mundo de la música, ¿qué balance haces?

Pues yo creo que ha sido una carrera muy bonita, aunque hemos tenido de todo. Hemos vivido cosas maravillosas, hemos vivido cosas menos bonitas. Hemos hecho cosas gigantes, cosas que no lo han sido tanto. Pero al final estamos aquí, casi 25 años después, y eso es lo que hace el balance de todo. 

¿Hay algún disco que haya marcado tu carrera?

“Aprendiz”, por ejemplo, fue un disco que marca para el resto de tu vida, fue el disco de arranque. También ha habido discos con los que he disfrutado una barbaridad, unos han ido mejor y otros han ido peor, pero todos han tenido su momento. Para mí, todos son especiales, en todos ellos descubres nuevas cosas, otros sonidos. Y luego está este, ‘Mil batallas’, que para mí ha sido súper liberador. 

Imagino que ya tenías ganas de volver a subirte a un escenario y, sobre todo, el contacto más directo con tus fans...

Yo tenía muchísimas ganas. Como te contaba antes, cuando arrancamos en Madrid no sentía nervios, sentía emoción, era como una energía que tenía dentro reservada desde hacía tiempo. Y al final te subes al escenario con eso, con esa energía y esas ganas por volver a tu hábitat, al escenario. 

También te hemos visto en programas musicales como “La Voz”. ¿Qué papel juegan estos programas a la hora de descubrir nuevos talentos?

“La Voz” es de los talent shows que más me gusta, y me gustó mucho desde el principio, desde que me contaron el proyecto hace ya diez años. Hace diez años estábamos en una era en la que la música no tenía cabida en televisión. Pasamos de tener festivales en televisión, donde se disfrutaba de la música, los artistas se presentaban, donde las familias se sentaban en el sofá y veían programas musicales a, de repente, que no hubiera cabida para la música en televisión. Entonces cuando aparece “La Voz”, un programa donde todo es música, donde los músicos tocan en vivo y los artistas cantan en directo, y, de repente, lo revienta, fue muy satisfactorio, porque nos dimos cuenta de que verdaderamente la música sí que tenía cabida en televisión. Fue muy bonito, sobre todo en una época en la que era difícil. Entonces, para mí, es un formato que adoro, porque le da oportunidad a la música y a gente que de alguna otra forma tendría prácticamente imposible poder estar ahí. 

¿Cómo se vive desde dentro?

Es durísimo. Igual que te digo que es un formato maravilloso donde disfrutas, donde ves como los artistas crecen, consiguen tener un contrato discográfico y una carrera, una exposición para que puedan trabajar; es también durísimo, porque tú, como artista, tienes que decirle a otro artista, “ahora mismo no me ha llegado”, “no me he podido dar la vuelta”, “no lo he sentido”… Eso es terrible. Porque, ¿quién eres tú, realmente? (ríe). Tú puedes tener tu percepción en ese momento, un momento en el que los estados de ánimo son fundamentales, y donde los artistas están nerviosos. Es muy duro. 

Ahora estás en plena gira pero, ¿tienes ya algún proyecto en mente?

Ahora mismo estamos con toda la gira encima y con toda la felicidad del mundo, ya pensando en nuevas cosas, ya pensando en no parar. Lo que te decía antes, que yo nunca hubiera parado y ahora creo que ya nunca más voy a volver a parar. 

Has dicho que “Mil batallas” es un disco liberador, ¿ha supuesto un punto de inflexión?

Sí, es ese lugar en el que te reafirmas, contando las cosas como tú las quieres contar y siendo feliz haciendo lo que quieres hacer, sin complejos, y sin esos miedos que siempre tenemos encima. 

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