Desde agosto de 2023, unas sombras de ojos verdes ocupan algunas de las paredes y rincones de la ciudad de Valencia. Se trata de La Sombra, un movimiento de arte urbano que recauda fondos para invertirlos en proyectos específicos de salud mental. Una reivindicación, en forma de arte, que busca apelar directamente a la responsabilidad individual. En València Extra, hablamos hoy con el movimiento de La Sombra.
¿Cómo surge este movimiento? ¿Con qué propósito?
La Sombra surge en agosto de 2023 en la mente de un/a artista, tras una amplia búsqueda de inspiración y la necesidad incansable de participar de una manera notablemente productiva en nuestra sociedad.
Surge como una intervención artística con el propósito de visibilizar la importancia del cuidado de la Salud Mental. No únicamente hacia la necesidad de crear políticas al respecto, sino también a despertar la conciencia de las personas sobre la importancia del cuidado de su propia Salud Mental.
Pretende rescatar el sentido más primario del graffiti, basado en la reivindicación, fusionado con el propósito del street art de decorar la urbe aportando un mensaje que invite a pensar a los transeúntes.
¿Qué simboliza la sombra?
La Sombra representa la propia proyección de uno mismo. La psicología jungiana define la sombra como el “conjunto de frustraciones, experiencias vergonzosas, dolores, temores, inseguridades, rencor, agresividad que se aloja en lo inconsciente del ser humano formando un completo, muchas veces, disociado de la consciencia”. Dicho de otra manera es el aspecto inconsciente de la personalidad, caracterizado por rasgos y actitudes que el yo consciente no reconoce como propios.
¿Por qué se optó por el arte urbano?
El arte urbano surge de la más primaria versión del arte. Desde el inicio de la humanidad, las paredes han sido el lugar más óptimo para trasladar mensajes. Además, en un mundo donde lo digital cada vez es más artificial, las superficies de la urbe exigen de una técnica y una metodología insustituibles y cien por cien originales.
¿Qué visibilidad te ofrece este arte?
La visibilidad es la misma que la de las pancartas publicitarias que nos bombardean con mensajes de consumo. Publicidad que, por lo general, te muestran ese coche que no puedes comprar, esa universidad privada que no te puedes permitir, ese conjunto de ropa que debes comprarte para ser feliz o ese trasplante capilar que debes hacerte para ser socialmente aceptado. En el caso de La Sombra, el sistema es el mismo, pero con un mensaje totalmente opuesto.

Una de vuestras máximas es preservar el anonimato, pero ¿qué hace falta para formar parte de La Sombra?
El anonimato de el/la/los/las artista/s es fundamental para no desviar la atención del mensaje.
Además, el mundo del arte tiene riesgos inherentes relacionados con el reconocimiento y el beneficio económico. Por ello, La Sombra siempre tendrá un propósito solidario y guardará el anonimato de su autoría. No importa quién lo lleva a cabo. Sólo importa el mensaje y su propósito.
No hace falta nada en concreto para formar parte de La Sombra, todas y todos ya somos La Sombra.
¿Os esperabais la acogida que ha tenido? ¿Cuándo empezasteis a notar que habíais conseguido llamar la atención de la gente?
Sinceramente, no se esperaba una acogida tan grande. Esta respuesta por parte de la población ha motivado a cuidar el proyecto y tener más en cuenta la responsabilidad que se tiene con él. Este impacto nada esperado supuso una enorme presión para no defraudar a esas personas que estaban mostrando su apoyo. No sólo en el trato, sino también en el contenido.
Todo esto comenzó de manera paulatina y fue creciendo exponencialmente. Se supo que La Sombra estaba teniendo éxito cuando, a los pocos meses de comenzar con el proyecto, se produjo un aluvión de mensajes de seguidores en la cuenta de Instagram. Actualmente hablamos de miles de mensajes recibidos de apoyo y agradecimiento con diversas perspectivas desde la vivencia de cada persona.
Estos mensajes de apoyo se siguen produciendo y es uno de los principales motores que ayudan para continuar con el proyecto. Se está logrando el objetivo de mejorar la vida de las personas y producir cambios en la sociedad.
Lo recaudado lo donáis a proyectos que aborden la salud mental, ¿cómo funcionan estas donaciones? ¿De qué manera se puede colaborar?
A través de las redes, la gente empezó a solicitar la compra de obras y merchandising. Esto fue lo que dio lugar a las donaciones. En un principio, el objetivo nunca fue recaudar; por ello, para seguir en la línea de la concienciación social, se decidió donar todo el beneficio a fines sociales relacionados con la causa.
También podría verse como una forma de devolver algo a la sociedad después de “ensuciar” sus calles. Las donaciones a La Sombra se realizan a través de la web oficial o en puntos de venta de artículos autorizados. Estas donaciones económicas se compensan con la entrega de un artículo de La Sombra.
¿Pensáis que puede haber un equilibrio entre el arte urbano más reivindicativo y la protección del patrimonio?
Desde luego. El arte urbano (que no siempre el graffiti) respeta el patrimonio. Recientemente ha surgido una controversia respecto a una sombra pintada en la pared de un antiguo monasterio. Este monasterio, abandonado por las autoridades competentes, se encuentra completamente vandalizado y repleto de graffiti. La sombra no es más que un pequeño dibujo en todo este mosaico de pintura proyectada sobre sus paredes.
Como decía, el arte urbano respeta el patrimonio. Si un edificio de gran valor está o estuviera conservado por las instituciones correspondientes no debería aparecer ningún dibujo sobre él.

Dos integrantes de La Sombra se enfrentan, ahora, a un delito de daños continuados contra bienes de titularidad pública y habéis anunciado que se paraliza temporalmente las acciones, ¿volverá La Sombra?
Hablamos de una pausa (en la ciudad de Valencia, no en otros lugares) hasta que se calme la situación. Al parecer se ha producido la detención de dos personas a quienes se les atribuye la obra de La Sombra pero, ¿son realmente ellos? ¿Ha sido una acusación injusta? ¿Realmente ese suceso ocurrió? ¿Podría ser una jugada más de La Sombra que está “troleando” a la prensa, la policía y la justicia?... Quizás pronto se sepa.
De todos modos, no se puede detener a una sombra. Además, “la sombra somos todos”.
¿Qué necesitaríais para ver vuestra acción culminada?
La culminación del objetivo que persigue el movimiento de La Sombra aún no se vislumbra en el horizonte. Es cierto que se está logrando cierta conciencia social, principalmente a nivel individual, no tanto a nivel colectivo o institucional. Aún queda mucho trabajo por hacer.
En la actualidad, el cuidado de la Salud parece ir enfocado únicamente en la Salud física, garantizada por un sistema sanitario público y de gran calidad pero, ¿y la salud mental? ¿Por qué no hay ayuda pública en este campo cuando es lo que determina todo nuestro comportamiento y sentir? Una sesión de psicología clínica ronda los 70 €.
Los retos que está planteando el s.XXI, donde el consumismo, la globalización y la digitalización condicionan la vida de todas las personas, no son asumibles sin un adecuado cuidado de nuestra Salud Mental. De hecho, las cifras sobre diagnósticos -principalmente en los más jóvenes y vulnerables ante todo esto- hablan por sí solas.