La Diputació de València afronta el 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer, con el foco puesto en el protagonismo imprescindible de la mujer en el mundo rural, la promoción del trabajo de los municipios en materia de igualdad y la penalización de los vientres de alquiler, junto a la regulación de una industria audiovisual libre de violencias contra las mujeres.
La declaración conjunta era aprobada, en forma de moción, en el pleno que la entidad provincial celebraba esta misma semana, con los votos de Partido Popular, Ens Uneix, PSPV y Compromís, quedando fuera del acuerdo Vox, con su voto en contra.
La vicepresidenta primera y responsable de Igualdad en la Diputació de València, Natàlia Enguix, aprovechaba la ocasión para definirse como “feminista radical”, ya que considera que “solo así podemos afrontar de raíz el problema de la igualdad de oportunidades, hablar de equidad y cambiar una sociedad en la que la meritocracia está basada en principios patriarcales”.
Enguix defendía, así, la obligación de la entidad en la “construcción de una sociedad donde todas las mujeres puedan desarrollarse plenamente, sin barreras ni discriminación, trabajando para eliminar las desigualdades que aún sufren muchas de ellas, sobre todo en los entornos rurales”.
De ahí la importancia del trabajo que realizan los municipios para alcanzar esa igualdad real entre hombres y mujeres, “tanto en el sistema de detección precoz como en la atención a las víctimas, cuestiones que vamos a seguir promoviendo desde la Red de Municipios Protegidos de la Diputació”, anunciaba la vicepresidenta, al tiempo que valoraba “las medidas de acción positiva que han permitido que las mujeres se incorporen a los puestos de decisiones en el ámbito público, en una sociedad en la cual la valía de los hombres se presupone y la de las mujeres se cuestiona”.
La moción del 8M arrincona a Vox
El consenso sobre esta cuestión, alcanzado por parte de PP y Ens Uneix con los grupos de la oposición, se rompía por la negativa del grupo Vox a apoyar la moción. Su portavoz, Sergio Pastor, basaba su rechazo en que “las políticas de izquierda han fracasado, como en el caso de la ley del ‘solo sí es sí’", y ha lamentado que “lo que parece importar es solo que las mujeres lleguen en términos numéricos, por una cuestión de cuotas”.
Por su parte, la diputada socialista Neus Garrigues lamentaba que aún existan “partidos políticos que no condenan la violencia machista”. En su opinión, “una sociedad no puede ser avanzada si no tiene como prioridad la igualdad efectiva y acabar con cualquier tipo de violencia contra las mujeres”. Del mismo modo, la portavoz de Compromís, Dolors Gimeno, celebraba que “la causa feminista está más viva que nunca, a pesar de Vox”, exigiendo “el cumplimiento de todas las leyes al respecto para no dar ni un solo paso atrás”.
Partido Popular, encabezado por el presidente Vicente Mompó, Ens Uneix, PSPV y Compromís volvían a unirse en la moción para combatir la LGTBIfobia, que, una vez más, contaba con el rechazo de Vox.