El acceso a la vivienda se ha convertido en uno de los principales retos de las administraciones públicas, y la provincia de València está siendo escenario de una batería de iniciativas que buscan revertir un mercado tensionado y altamente competitivo. Desde compras masivas por parte del consistorio hasta nuevos PAIs como el del Grau o el de Malilla Sur, tanto el Ayuntamiento de València como la Generalitat han puesto en marcha planes ambiciosos que transformarán el parque público de vivienda en los próximos años. En este sentido, cualquier ayuda institucional es poca, puesto que el objetivo primordial debería ser garantizar el acceso a la vivienda a precios asequibles a toda la población. Paso a paso.
Sin embargo, esta estrategia está empezando a traducirse en cifras concretas. En la ciudad de València se están desarrollando más de 1.000 viviendas de protección pública bajo distintas fórmulas, y se han aprobado operaciones en barrios como La Torre, Nou Moles o Malilla que suman más de 360 inmuebles nuevos. En paralelo, municipios como El Puig, Manises o Gandia también verán ampliada su oferta de vivienda pública con promociones que superan las 300 unidades. A continuación, repasamos qué se está construyendo, dónde y con qué objetivos.
València: la vivienda pública llega a la periferia
En los últimos meses, el Ayuntamiento de València ha puesto en marcha algunas de las operaciones más ambiciosas de su historia reciente en materia de vivienda pública. Una de las más destacadas es la compra de 134 pisos en el barrio de La Torre, por valor de 6,68 millones de euros. La adquisición, mediante derecho de tanteo, permitirá incorporar estos inmuebles al parque municipal de alquiler asequible. Esta medida se suma a la operación de 2023 en Safranar, donde se sumaron otras 131 viviendas públicas, consolidando una tendencia hacia la adquisición directa como respuesta estructural al déficit habitacional.
Junto a estas compras, el consistorio ha apostado por un modelo de permuta de suelo por obra construida, que permitirá incorporar edificios de obra nueva al parque público a cambio de solares municipales en Malilla y Nou Moles. La operación incluye más de 250 viviendas a construir, a las que se suman las ya recibidas por permuta, lo que eleva el total a más de 360 nuevas viviendas protegidas. Estas promociones están destinadas a alquiler asequible y se adjudicarán a personas inscritas en el Registro de Demandantes.
A esta estrategia se suma el desarrollo del PAI de Malilla Sur, impulsado por AUMSA, que prevé la construcción de 113 viviendas de protección pública sobre una superficie de 35.700 m². Además, ya está en marcha un edificio con 75 viviendas de protección pública (VPP) en la avenida de los Naranjos, con un presupuesto de 8,5 millones y finalización prevista para 2026. Y, mirando al futuro, el Ayuntamiento ha presentado el PAI del Grau, que representa el mayor desarrollo urbanístico residencial de València. Con una inversión de 150 millones de euros, prevé 3.200 nuevas viviendas, de las cuales 780 serán protegidas y 300 promovidas directamente por el consistorio para alquiler asequible. El plan incluye 160.000 m² de zonas verdes, un nuevo puente hacia Nazaret, un hub tecnológico de 94.000 m² y una reserva de fondos para el soterramiento de las vías de Serrería, una reivindicación histórica del vecindario.
Así está la vivienda pública más allá de la capital
La estrategia de ampliación del parque público de vivienda no se limita a la capital. La Generalitat Valenciana, a través del Plan Vive, está desarrollando varias promociones protegidas en municipios clave del área metropolitana y de la provincia. Una de las más destacadas se sitúa en Gandia, donde la Entidad Valenciana de Vivienda y Suelo (EVha) ha desbloqueado el proyecto para construir 67 viviendas protegidas en la zona del Palacio de Justicia. La inversión asciende a 10,5 millones de euros y cuenta con cofinanciación de fondos europeos Next Generation.
En El Puig de Santa María, se levantarán 264 viviendas de protección pública, distribuidas en tres solares de titularidad autonómica. Esta promoción representa uno de los mayores desarrollos en un solo municipio fuera de la capital. En Manises, por su parte, se construirán 25 nuevas viviendas protegidas repartidas en dos ubicaciones. En todos los casos, el 40 % de las viviendas estarán destinadas a jóvenes menores de 35 años, como medida para facilitar su emancipación y fijar población.
Estas promociones se ejecutarán bajo un modelo de permuta a cambio de obra futura, mediante el cual las promotoras adjudicatarias entregarán parte de las viviendas a la Generalitat, que las integrará en su parque público. Este sistema, que ha sido validado por el Pleno del Consell, permite agilizar la ejecución de obras y movilizar suelo público sin recurrir exclusivamente a financiación directa. Según datos del propio Consell, el Plan Vive ha permitido ya adjudicar 221 inmuebles, licitar más de 1.600 viviendas y prevé ejecutar más de 2.000 durante 2025.
Más allá de estas cifras, el simbolismo de estas actuaciones también es relevante. En un contexto de encarecimiento sostenido del precio de la vivienda —València ciudad ha superado los 3.000 €/m², con subidas interanuales del 19,5 %—, iniciativas como estas buscan equilibrar un mercado dominado por la presión turística y la inversión especulativa. La política habitacional de la Generalitat se complementa, además, con reformas normativas, incentivos fiscales y líneas de crédito para jóvenes, que forman parte de una estrategia más amplia de lucha contra la exclusión residencial.