Descubre los cinco pueblos más bonitos de la Comunitat Valenciana según National Geographic

National Geographic te invita a descubrir los cinco pueblos más bonitos del interior y del litoral valenciano

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Vista de un pueblo de montaña
Vista de un pueblo de montaña

La Comunitat Valenciana destaca por sus litorales y grandes ciudades, llenas de color y fiestas, que permiten a los visitantes descubrir la cultura y tradición valencianas. A pesar de ello, muchas veces se nos olvida el interior y los pueblos más pequeños, que encierran entre sus calles la historia y la cultura del pueblo valenciano. National Geographic te invita a conocer esta parte más desconocida de la Comunitat Valenciana con los cinco pueblos valencianos más bonitos.

El Palmar

En pleno corazón del Parque Natural de l’Albufera, el Palmar es un municipio rodeado por campos de arroz y huerta. Las barracas y los canales tradicionales del mundo agricultor valenciano han hecho crecer a este pequeño pueblo. Fuente de inspiración de artistas y escritores, como es el caso de Blasco Ibáñez que se inspiró en este paisaje para escribir Cañas y Barro, en el que se refleja la vida de los pescadores de esta isla de l’Albufera. La tradición pesquera y gastronómica está presente en el día a día del pueblo, siendo el all i pebre el plato más característico de El Palmar.

Las Barracas, las antiguas casas tradicionales de la huerta valenciana, siguen presentes en el pueblo, como sucede con la Barraca del Tío Aranda, que data del siglo XIX. Es la única que se conserva de forma original en toda la comunidad, con paredes de adobe y techo de madera y cañas.

Otra de las zonas más espectaculares del pueblo es el embarcadero, punto de encuentro de los barqueros de la zona. Además, podrás realizar un paseo en barca, a los que puedes incluir si quieres comidas o cenas con productos de la zona, y poder disfrutar de las vistas del atardecer en l’Albufera.

Buñol

El pueblo de Buñol se remonta al Paleolítico, con los primeros restos de poblados humanos en la zona. El núcleo urbano que conocemos actualmente surgió en torno al gran castillo que preside la localidad, en época musulmana. Situado en el centro de la Comunitat, Buñol es uno de los pueblos mejor conservados de València.

Su construcción finalizó en el siglo XIII, mismo siglo en el que fue incorporado al Reino de València. Durante el siglo XX, Buñol fue considerado como uno de los focos industriales de la Comunitat Valenciana, pero las consiguientes crisis de la industria y el cemento, han hecho que la localidad se centre en su belleza y paisaje.

No podemos olvidarnos de la famosa fiesta de la Tomatina, conocida a nivel internacional, donde durante una hora miles de asistentes participan en una batalla campal en la que se lanzan tomates. Además, es un lugar perfecto para practicar turismo rural y disfrutar de sus barrancos, ríos, pozas, fuentes y cascadas, con las cuales refugiarse del calor del verano.

Chelva

A menos de 60 km de la ciudad de València, Chelva es un pintoresco pueblo conocido por la Ruta del Agua. Esta ruta que cruza todo el pueblo permite conocer todos los encantos del mismo, bajo un paraje natural y un patrimonio que no deja indiferente a nadie.

Chelva está compuesto por los barrios principales que narran la vida e historia de los distintos habitantes que han pasado por la Comunitat Valenciana. Musulmanes, judíos y cristianos han convivido en este pequeño pueblo, dejando su huella en la arquitectura y en las calles de Chelva: el barrio árabe de Benacacira; el barrio morisco del Arrabal; el barrio judío del Azoque; y los barrios cristianos. Calles con casas blancas y azules que permiten conocer un poco más la historia que nos rodea.

Además de la belleza natural que contiene el pueblo, con el paraje natural del Molino, la Penya Cortada, o los distintos senderos que recorren la localidad que permiten una gran variedad de planes y actividades para no aburrirse.

Bocairent

Con orígenes que se remontan al Neolítico, Bocairent tiene una compleja forma de entramados de calles que fueron dotadas por los árabes con callejuelas y casas encaramadas. En lo alto del pueblo se encuentra la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, que se construyó sobre una antigua fortaleza árabe.

Además, el pueblo cuenta con el Museo Arqueológico municipal que invita a descubrir la historia del pueblo hasta la Edad Media. Muy cerca de este se encuentra la plaza del Ayuntamiento, desde la cual se puede comenzar la Ruta Mágica, una propuesta lúdica para recorrer y conocer las calles del pueblo.

El textil ha estado muy presente en la historia de la localidad, con casas excavadas en la roca que fueron halladas en 2008, que dotaron al municipio del reconocimiento de la Real Fábrica de Paños en 1587.

Chulilla

En la falda de la montaña, bajo un castillo árabe, encontramos al pueblo de Chulilla. Su casco antiguo, declarado Monumento Histórico-Artístico, invita a perderse entre sus calles para llegar hasta la Parroquia de Nuestro Señor de los Ángeles. Este templo se levanta sobre una antigua mezquita entre los siglos XV y XVI, y cuenta con azulejos del siglo XVI.

Otro de los lugares dignos para visitar es el barrio de la ermita, en las afueras del pueblo, donde se sitúa uno de los santuarios góticos de referencia, el de Santa Bárbara.

Pero lo realmente increíble del pueblo son sus hoces. Grandes barrancos erosionados por el río Turia, con paredes de hasta 160 metros de altura y 10 metros de anchura. Adentrándote por la ruta de los puentes colgantes podrás disfrutar de este monumento creado por la naturaleza, así como descubrir el Charco Azul, Trascastillo y Los Calderones.

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