El 29 de octubre de 2024, la DANA arrasó buena parte de la red de Metrovalencia. Más de 50 kilómetros de vías resultaron destruidos, dejando fuera de servicio líneas, estaciones y sistemas de control. El 27 de junio de 2025, ocho meses después de la catástrofe que dejó varias comarcas sin su medio de transporte habitual, el metro volvió a funcionar al 100 %. No obstante, varios proyectos de mejora y modernización siguen una sistema más resistente frente a futuros fenómenos meteorológicos extremos.
La Generalitat Valenciana, a través de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV), destinó más de 140 millones de euros a la recuperación de la red. Esta se centró, principalmente, en dos prioridades: restaurar el puesto de mando para restablecer el control de la red y recuperar el tramo más afectado, València Sud - Castelló, que quedó completamente destrozado por la riada.
Entre las líneas más afectadas estaban la 1 (Bétera - Castelló), la 2 (Llíria - Torrent Avinguda) y la 7 (Marítim - Torrent Avinguda). Estas líneas quedaron suspendidas temporalmente mientras se llevaban a cabo los trabajos de emergencia. Pero la reconstrucción no se limitó a devolver la operatividad, sino que se aprovecharon las obras para incorporar mejoras en accesibilidad y seguridad.
En la línea 1, los trabajos permitieron reparar las estaciones más afectadas en Torrent y Picanya, renovar vías y modernizar sistemas eléctricos, mejorando también el acceso a todos los andenes. La línea 2 vio rehabilitadas estaciones como Sant Isidre y Alfafar, con nuevas señalizaciones, sustitución de catenarias y refuerzo de estructuras. En la línea 7, se incorporaron mejoras en apeaderos como Sedaví y Paiporta, con sistemas de evacuación más seguros y espacios adaptados a personas con movilidad reducida.
Además, las líneas 3, 5 y 9, aunque no sufrieron daños tan graves, fueron objeto de inspecciones y pequeñas mejoras preventivas, reforzando terraplenes y sustituyendo equipos de señalización y comunicación que habían quedado dañados. Estas actuaciones han incluido mejoras en accesibilidad y adaptación al cambio climático, con materiales más resistentes a lluvias extremas y diseños que facilitan la circulación y la seguridad de los viajeros.
Pero si hay un proyecto que sirve como referente para futuras intervenciones en la red metropolitana, ese es, sin duda, la nueva estación de Paiporta. Esta quedó tan perjudicada tras las inundaciones que tuvo que ser demolida y construida desde 0. Ahora, el espacio cuenta con nuevos andenes elevados e infraestructuras adaptadas a las necesidades del siglo XXI, todas ellas llevadas a cabo con materiales capaces de resistir las inclemencias meteorológicas. Además, el entorno de la estación se ha diseñado con criterios de movilidad sostenible y accesibilidad universal.
Un sistema de control más seguro y moderno
El sistema de control de Metrovalencia también ha experimentado una transformación significativa. La DANA dejó inutilizable el antiguo puesto de mando de Valencia Sud, que controlaba la circulación de trenes y tranvías, las subestaciones eléctricas y los sistemas de atención al viajero. Como medida de urgencia, FGV habilitó un puesto de mando alternativo en la estación de Machado, que desde diciembre de 2024 opera con normalidad y gestiona en tiempo real toda la red.
Este centro seguirá funcionando como respaldo permanente, mientras terminan las obras en el nuevo puesto principal en Valencia Sud, que se ha trasladado a la primera planta del edificio para protegerlo frente a futuras inundaciones. Se han reforzado terraplenes, plataformas y canalizaciones, y se ha reorganizado la distribución tecnológica de los sistemas para garantizar una mayor seguridad y resiliencia. Esta duplicación operativa permite que, ante cualquier incidencia grave, la red pueda recuperar su control completo en uno o dos días, evitando interrupciones prolongadas como las ocurridas durante la DANA.
Proyectos todavía en marcha
Aunque la reapertura de la red supuso un hito, varias actuaciones continúan en marcha para completar la modernización integral. En Paiporta se ultiman los trabajos en el entorno urbano y los accesos peatonales y ciclistas. En Valencia Sud se finalizan los detalles del nuevo puesto de mando y se completan las reformas interiores que mejoran la movilidad dentro de la estación.
En otros apeaderos y estaciones secundarias se continúa reforzando estructuras, sustituyendo techos y modernizando la señalización. De igual manera, se están instalando nuevos sistemas eléctricos y de comunicación, incluyendo fibra óptica y catenaria, que garantizan la eficiencia y la seguridad de toda la red.
Con todo, la recuperación tras la DANA ha supuesto un cambio profundo en la forma de planificar y operar de Metrovalencia. Un año después de la catástrofe, el metro ha conseguido volver a operar en su totalidad, pero también ha avanzado hacia un modelo más resiliente, accesible y eficiente, capaz de afrontar los retos del cambio climático y garantizar la seguridad de miles de valencianos que dependen del metro cada día. La red ha demostrado que, a pesar de la devastación, es posible reconstruir con visión de futuro.