El terremoto eurovisivo ya tiene consecuencias directas en la Comunitat Valenciana. El Consejo de Administración de RTVE aprobó este martes, a propuesta de su presidente José Pablo López, que España no participará en Eurovisión mientras Israel continúe en el certamen. La medida, histórica y sin precedentes entre los países grandes de Europa, abre un interrogante inmediato: ¿qué pasará ahora con el Benidorm Fest?
El Benidorm Fest, en el limbo
El festival alicantino nació como un trampolín hacia Eurovisión, pero en apenas cuatro ediciones se convirtió en mucho más: un fenómeno mediático que revitalizó la música española y devolvió a la ciudad de los rascacielos el brillo de los grandes eventos. De su escenario salieron artistas como Chanel o Blanca Paloma, que lograron situar a España en lo más alto del ranking europeo.
Sin embargo, con la retirada española del certamen, el Benidorm Fest pierde su razón de ser. Su función principal, elegir al representante español en Eurovisión, desaparece de un plumazo. RTVE, por el momento, no ha aclarado si el festival continuará bajo otro formato o si quedará congelado hasta que la situación cambie.
Un escaparate cultural y turístico en riesgo
Lo que está en juego va más allá de la música. El Benidorm Fest se ha consolidado como un auténtico motor turístico y cultural para la Comunitat Valenciana. Cada edición llena hoteles en temporada baja, atrae a miles de visitantes, multiplica la presencia mediática de la ciudad y genera una proyección internacional que pocos eventos logran.
Para la escena musical, su posible cancelación sería un golpe duro. El festival ha servido como altavoz a artistas emergentes, ha acercado nuevas generaciones a Eurovisión y ha demostrado que España podía reinventar su manera de presentarse al mundo. Perder ese escaparate supondría dar un paso atrás en un camino que parecía imparable.
RTVE, pionera en un debate internacional
La decisión de RTVE no surge en el vacío. Llega tras semanas de presiones políticas y sociales en España y después de que países como Irlanda, Islandia, Eslovenia o Países Bajos plantearan ya el boicot a Israel en Eurovisión. Al convertirse en la primera televisión del Big Five en romper con el certamen, España marca un precedente que puede arrastrar a otros.
Pero esa valentía deja en suspenso a un festival que ha cambiado el pulso cultural de Benidorm. Su continuidad dependerá de cómo evolucione un debate internacional en el que política, derechos humanos y cultura se entrelazan de forma inevitable.
Expectación e incertidumbre en la Comunitat Valenciana
En Benidorm, la pregunta es clara y resuena en cada esquina: ¿qué será ahora del festival que devolvió a la ciudad su protagonismo musical? El Ayuntamiento, los empresarios turísticos y los propios artistas miran a RTVE a la espera de respuestas.
Por ahora, todo está en el aire. El futuro del Benidorm Fest dependerá de si España mantiene su ausencia en Eurovisión o si RTVE encuentra una fórmula para mantener viva la llama de un certamen que, en solo cuatro años, ya había hecho historia.