Vecinos y activistas se han concentrado este miércoles por la mañana en el barrio del Cabanyal de València para evitar el desahucio de Bienvenida, una mujer de 87 años que, junto con su hija María Teresa de 61, iba a ser desahuciada de su casa sin ninguna alternativa habitacional.
Finalmente, un acuerdo entre ambas partes ha evitado que la orden se ejecutase y ahora ambas mujeres contarán con un mes más de plazo para abandonar su hogar y buscar una vivienda, según informa el Sindicat de Barri del Cabanyal, que junto a la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) se ha movilizado hasta el lugar para ayudar a estas dos vecinas.
Antes de las 9.30 horas de esta mañana --hora en la que estaba convocada la protesta para evitar el desahucio--, agentes de la Policía Nacional han cerrado la calle en la que se ubica la vivienda donde reside Bienvenida, en un despliegue "bastante elevado para un desahucio de una mujer mayor", ha considerado a Europa Press uno de los integrantes del Sindicat, Sergi González.
Los activistas se han quedado en las inmediaciones y, conforme pasaba el rato, se han unido también vecinas del barrio. Mientras transcurrían las protestas en la calle, al grito de consignas como "ni gente sin casas, ni casas sin gente", una militante del Sindicat de Barri del Cabanyal ha podido entrar a la vivienda donde se encontraba la comitiva judicial.
En ese momento, se ha producido una nueva negociación con la representación del propietario del inmueble, un particular que compró el piso a Bankia con Bienvenida y su hija ocupándolo. Finalmente, se ha acordado dar un plazo de un mes a ambas mujeres para que encuentren una alternativa habitacional, detalla González. Las vecinas y activistas en la calle han recibido entre aplausos la noticia.
VULNERABILIDAD RECONOCIDA Y "VÍAS AGOTADAS"
La situación de vulnerabilidad de Bienvenida está reconocida por los Servicios Sociales, pero "las instituciones no responden", denuncia el sindicato. "Ha agotado las vías con el Ayuntamiento y ahora --en este nuevo mes de plazo-- tenemos que valorar hacia dónde ir, seguir presionando y señalando a las instituciones que no están haciendo lo que tenían que hacer", ha criticado Sergi González.
La mujer recibe una pensión no contributiva, "como la mayoría de nuestras abuelas que nunca han visto reconocido su trabajo", lamenta la organización vecinal en un comunicado.
La anciana "lleva toda la vida viviendo en el barrio". "Vivió en un piso del Ayuntamiento durante más de 15 años hasta que en 2013 le subieron el alquiler. No pudo asumir la subida y se encontró en la calle con su familia. Ahora, la historia se repite. Su vulnerabilidad económica le impide pagar un alquiler a precios de mercado del barrio, inmerso en un proceso de gentrificación y especulación que expulsa a las vecinas de siempre", denuncia la organización.
Los activistas reclaman para ella un piso de alquiler social, un recurso con el que debería haber contado "en el momento en el que se demuestra que está en situación de vulnerabilidad, que no tiene los recursos suficientes para pagar una casa como está el mercado en el barrio", añade Sergi González.
Sindicat de Barri del Cabanyal quiere "señalar directamente a los culpables" de la situación que vive esta mujer mayor: "Las instituciones públicas, que permiten que situaciones como estas continúen sucediendo. Queremos remarcar que no es un caso aislado, más bien responde a una situación generalizara y, desgraciadamente, normalizada de violación del derecho a la vivienda", subraya la organización en un comunicado.
Y desde esta organización, Sergi González incide en el sufrimiento de Bienvenida y su hija María Teresa. "La carga psicológica de que van a venir a tirarte de su casa es una situación que no se puede permitir, no entra en el sentido común que una persona pueda estar padeciendo esto, es indescriptible, es imposible que tengamos que vivir estas cosas así", ha zanjado.