Ana Lluch, oncóloga, catedrática de Medicina en la Universitat de València y jefa del Servicio de Hematología y Oncología del Hospital Clínico Universitario de Valencia, acaba de recibir el Premio Muy Interesante a Mujeres Científicas en el Muy Science Fest 2025, un reconocimiento a más de cuatro décadas dedicadas a mejorar la calidad de vida de miles de pacientes de cáncer de mama. En esta entrevista con València Extra, Lluch repasa los hitos de una trayectoria marcada por la investigación y la atención clínica, y dibuja hacia dónde se dirige el futuro de los tratamientos.
¿Qué supone a nivel personal recibir el Premio Muy Interesante a Mujeres Científicas en esta edición del Muy Science Fest Madrid 2025?
Es un hecho que me ha gustado muchísimo. Me sentí muy bien ante este premio que se me otorgó, que además fue una estatua de Marie Curie, con lo cual me sentí muy identificada.
Echando la vista atrás, ¿qué hitos consideras más determinantes en tu carrera como investigadora en cáncer de mama?
Lo más importante han sido los avances que han habido en los últimos años desde que yo inicié hace más de 40 años mi carrera y, sobre todo, mi dedicación a las mujeres con cáncer de mama. Ha sido crucial para mí ver todo lo que hemos conseguido en este campo, porque hemos llegado ya al hecho de que la curación del cáncer de mama esté actualmente alrededor del 80-85% de todos los casos.
¿En qué momento te diste cuenta de que querías orientar tu especialidad en medicina hacia la oncología?
Fue al principio de mi carrera donde inicialmente yo me quería dedicar a la investigación y a la clínica, y vi que el cáncer de mama englobaba las dos situaciones. Vi el gran número de mujeres al que afecta el cáncer de mamá y el poder dedicarme a ellas y a darles buenas noticias con los avances que iban sucediendo.
¿Qué retos siguen pendientes en el diagnóstico precoz y cómo podrían superarse en los próximos años?
El diagnóstico precoz es importantísimo, ya que detectar un tumor cuando está iniciándose es la base fundamental para que podamos curar, por pequeño o grande que sea. Pero no solo por eso, sino también porque es cuando está iniciándose la fase biológica del tumor y así podemos investigarlo desde el principio.
Cuando detectamos los tumores en fases iniciales, es mucho mayor el porcentaje de curaciones que se dan. Los programas de screening o de diagnóstico precoz es una de las premisas fundamentales que han permitido haber alcanzado estas cifras de curación que tenemos actualmente. No obstante, se debe también a que conocemos mejor la biología del tumor por las nuevas técnicas diagnósticas que tenemos y porque podemos actuar de manera mucho más específica y certera para tratarlo. Por tanto, el detectarlo precozmente es una de las bases fundamentales para poder gestionar el cáncer de mama.
¿De qué manera pueden ayudar la inteligencia artificial y las nuevas herramientas digitales al diagnóstico precoz?
La inteligencia artificial (IA) nos puede ayudar de manera muy importante, sobre todo usándolo como herramienta para imágenes en el momento de la detección. Aunque ya lo está haciendo, en un futuro la IA podrá detectar un tumor en su fase inicial con menos medios diagnósticos de los que ahora tenemos.
Cuando detectamos los tumores en fase inicial, la curación es mucho mayor, por eso es tan importante el diagnóstico precoz
¿Qué cambios cree que podrían hacerse en el sistema sanitario para mejorar la atención en oncología?
Lo más importante es tener bastantes medios para poder diagnosticar a todas las mujeres, sobre todo en un rango de edad amplio. Aquí en Valencia tenemos la suerte de que los programas de screening empiezan en una edad que es los 45 años, ya que en otras comunidades españolas, en la mayoría, empiezan a los 50 años. Pero deberíamos contar con el material necesario para poder llamar a todas las mujeres a partir de esa edad.
¿Cómo de importante es el acompañamiento emocional después de recibir un diagnóstico de cáncer de mama?
Considero que es fundamental, porque es lógico que a las mujeres les asuste un diagnóstico de cáncer de mama, pero es necesario explicarles que hoy en día el cáncer no es igual a muerte. Eso es lo primero, y lo segundo también muy eficaz es hacer un acompañamiento emocional con psicólogos que ayuden cuando se le da la noticia a una mujer. Nosotros hemos tenido la suerte en Valencia de poder tener ese acompañamiento de psicólogas entrenadas en este tema, de poder ayudar a las mujeres en su diagnóstico inicial y también en el proceso de tratamiento del cáncer.
¿En España hay suficiente soporte institucional para poder impulsar proyectos de investigación en cáncer de mama?
La investigación es fundamental, porque sin ella no hay progreso. Lo que pasa es que la inversión en investigación supone un beneficio para el mañana, y muchas veces los gobiernos quieren ver el beneficio en el momento. Por tanto, a veces resulta difícil, pero necesitamos mucha más ayuda para la investigación en España.
Si pudieras imaginar el futuro del tratamiento del cáncer de mama en unos diez años, ¿cómo sería?
Yo me imagino que, si ahora el tratamiento ya es personalizado para cada paciente, en un futuro muy cercano, con las nuevas tecnologías y la innovación que tengamos, será todavía más dirigido y más personalizado, y posiblemente combinado con otros tipos de tratamientos y de fármacos que ahora están en investigación.