El acceso de los jóvenes a la vivienda, casi imposible: "Faltan medidas en materia de juventud con un impacto real”

La presidenta del CVJ, Cristina Martínez, explica que el último informe refleja una caída del 3,5% en la emancipación juvenil

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Jóvenes en la playa
Jóvenes en la playa

No es tarea fácil ser joven y emanciparse a día de hoy. Y los últimos datos que refleja el informe elaborado por el Observatorio de Emancipación Juvenil del Consejo de la Juventud de España (CJE) así lo corroboran. Tal y como cuenta la presidenta del Consell València de la Joventut (CVJ), Cristina Martínez, la emancipación juvenil en la Comunitat Valenciana ha caído hasta el 13,7 por ciento durante el primer semestre de 2021, lo que supone un descenso del 3,5% en solo seis meses.

Esto significa que tan solo uno de cada diez jóvenes valencianos es capaz de emanciparse de manera completa. El motivo principal, según concluye el informe, radica en que una persona joven en la Comunitat Valenciana debe destinar de media un 64,2% de su salario para pagar el alquiler si se emancipa en solitario y un 35,1% si comparte piso. Estas cifras han mejorado con respecto a 2020, pero todavía superan a la recomendación del Banco de España, que aconseja que este gasto no supere el 30%.

"Faltan medidas en materia de juventud con un impacto real. Pero es el momento de dar un más allá porque aún estamos a tiempo de transformar esta realidad con políticas públicas que solucionen de verdad la situación de las personas jóvenes", manifiesta Martínez. Al mismo tiempo, señala que estos datos eran “esperables”, puesto que son "consecuencia de la crisis de 2008, la crisis socioeconómica de la Covid-19 y la cronificación de la pobreza y precariedad de los jóvenes".

La Comunitat es la tercera autonomía con una tasa más baja de acceso a la vivienda por parte de los jóvenes. Las cifras han experimentado un descenso del 3,5% con respecto a 2020, cuando se situaron en un 17,2%, y se colocan un 1,2% por debajo de la media nacional (14,9%). Además, el precio medio de las viviendas libres ha aumentado un 5,2% y, en los últimos diez años, la tasa de emancipación en el territorio valenciano ha caído nueve puntos porcentuales.

Otro de los aspectos que se muestra en el informe es el aumento de la brecha de género en todos los indicadores de precariedad laboral y autonomía residencial entre hombres y mujeres. Aunque la cifra de mujeres jóvenes con acceso a la vivienda es mayor que la de los hombres, el descenso de jóvenes emancipadas en el primer semestre de 2021 con respecto a 2020 ha sido superior al 5%, mientras que en los hombres se ha reducido un 2%.

Asimismo, la temporalidad laboral entre las jóvenes se sitúa en el 66,7% y ha experimentado un incremento del 13,2%, casi el triple que entre los hombres. De media, la tasa de temporalidad joven ha alcanzado un 60,3% en la Comunitat. El trabajo a tiempo parcial de las jóvenes ha aumentado hasta el 40,1%, mientras que se ha reducido casi a la mitad entre los hombres, y la subocupación ha alcanzado un 20,5% entre las mujeres y se ha reducido hasta el 15,6 entre los hombres jóvenes.

“Estos datos nos recuerdan que todavía queda un largo camino por recorrer por lo que respecta a la igualdad entre hombres y mujeres", apunta la presidenta del CVJ, que añade que "la perspectiva de género tiene que estar presente en las políticas de fomento de la emancipación juvenil". "Esta brecha de género viene determinada por la peor calidad del trabajo al que tenemos acceso las mujeres", concluye.

Entrada en el mercado laboral

Por otra parte, el salario medio que perciben las personas jóvenes en la Comunitat ha subido hasta los 964 euros, pero continúa por debajo del Salario Mínimo Interprofesional (1.000 euros) y la media estatal (1.040 euros). Además, solo el 35,6% de la juventud valenciana estaba trabajando durante el primer semestre de 2021.

En cuanto al tipo de trabajo, la temporalidad se sitúa en el 60,3%, la parcialidad en el 31,5% y la subocupación en el 19,7%. "Existe una gran dificultad de acceso al mercado laboral y cuando accedemos es en condiciones muy precarias, por lo que es imposible emanciparnos. Además, nueve de cada diez contratos a jóvenes valencianos son temporales", denuncia Martínez.

"Olvidarse de la juventud y no garantizar una vida digna para las personas jóvenes no solo nos afecta a nosotros, sino que el impacto repercutirá en toda la sociedad a través de la insostenibilidad de las pensiones, la caída de la natalidad o la pérdida de poder adquisitivo de las familias jóvenes, entre otras", remarca.

Por todo ello, el CJV reclama medidas para el fomento de la emancipación y el acceso a un trabajo estable y de calidad "transversales y a largo plazo". En esta línea, proponen garantizar el acceso a la vivienda con la regulación de los precios del alquiler, destinar una mayor parte del parque público de vivienda a los jóvenes y la elaboración de un Pla Valencià d'Habitatge per a Joves. Por último, piden encontrar una alternativa a las ayudas de acceso a la vivienda que implican una inversión previa e impulsar un cambio generacional en las empresas mediante contratos de relevo como mecanismo de contratación de una persona joven por cada jubilación.

Bono joven del alquiler

Una de las medidas más sonadas por el Gobierno de España para paliar esta situación es el conocido como bono joven del alquiler. Tanto es así, que la Comunitat Valenciana recibirá 45,6 millones de euros para esta ayuda que tiene como objetivo beneficiar a los jóvenes menores de 35 años.

Hoy se aprueba el reparto de 1.843 millones de euros entre las comunidades autónomas y las ciudades de Ceuta y Melilla para transferir los fondos de ambas iniciativas. Y a partir de este momento se procederá a realizar las transferencias para que proceden a convocar y resolver las ayudas destinadas al bono joven del alquiler.

El bono contempla una ayuda de 250 euros mensuales durante dos años para jóvenes entre 18 y 35 años. Para acceder a ese monto, los solicitantes deben contar con un contrato de alquiler y con un contrato de trabajo que no les genere ingresos superiores a tres veces el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (Iprem), en 24.318 euros anuales.

Además, el límite de la renta del alquiler será de 600 euros en el caso de los pisos y de 300 euros para las habitaciones. No obstante, la medida contempla la posibilidad de elevar ese tope a 900 euros y 450 euros, respectivamente, en zonas tensionadas.

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