Siete meses después de una de las catástrofes más graves que ha sufrido la provincia de València, la DANA continúa marcando la agenda política y social. En el ecuador de la legislatura, hablamos con Lorena Silvent, alcaldesa de Catarroja – uno de los municipios afectados – para hacer balance de un mandato que se ha tenido que reinventar para adaptarlo a la reconstrucción, pero sin renunciar a proyectos fundamentales para la transformación de Catarroja.
Ya estamos en el ecuador de una legislatura que, inevitablemente, ha estado marcada por la DANA, ¿qué balance haces?
Bien, pues como tú bien dices, teníamos un plan de acción, teníamos un proyecto político de un gobierno en coalición que se alteró por la DANA y que nos ha tocado rehacer para darle forma, por un lado, a la recuperación material, a canalizar todas las ayudas y subvenciones y priorizar las actuaciones a poner en marcha en estos dos años de legislatura; pero también a atender esa parte más social y humana, esa recuperación que no se ve y que atiende a lo que nos ha sucedido con la pérdida de vecinos y vecinas. Entonces, estamos priorizando y programando todas las tareas que hay que hacer para poder pasar página.
¿En qué situación de la reconstrucción se encuentra ahora mismo Catarroja?
Bien, hay una parte que es la recuperación de infraestructuras importantes pero que no se ven. Estamos hablando de todo el subsuelo, con el alcantarillado. Estamos afrontando 21 intervenciones de los puntos más críticos, mientras se validan todas las memorias que tendrán un plazo de ejecución de unos 48 meses como mucho. Y estos trabajos se han ido alargando, porque en el caso de Catarroja no se puede ejecutar todo de golpe porque se paralizaría la vida del municipio.
Y, por otra parte, la recuperación de lo que tiene a ver con el espacio público, tanto de la vía pública como de zonas de encuentro, infraestructuras deportivas, infraestructuras culturales e infraestructuras educativas. Esta seria un poco la prioridad de lo que queremos poder conseguir en estos dos años de legislatura que quedan.
Hablando de infraestructuras, el TAC de Catarroja, que ya estaba muy consolidado en el panorama cultural, quedó arrasado por la DANA, ¿en qué punto se encuentra ahora mismo?
La semana pasada subimos ya la memoria que cuantifica los daños – más de 9 millones de euros – y las necesidades de lo que hay que acometer. Cuando la memoria reciba el visto bueno del Ministerio, se liberará el dinero para poder licitar y empezar la obra. A partir de aquí, empezaríamos a contar los plazos, pero todavía no podemos poner fecha.
Y uno de los pilares fundamentales es el tejido comercial de Catarroja, ¿cómo va la recuperación y de qué manera el Ayuntamiento ha estado junto a todos los comercios afectados?
Ayudar al comercio local fue una de las líneas de acción al principio; utilizamos como interlocutores a las asociaciones, pero también había personal municipal que se destinaba a atender las necesidades que iban teniendo los comercios. Una vez hemos pasado la primera etapa, que es la de cuantificar los daños y tramitar las ayudas, tanto de la Generalitat como del Gobierno de España, y cobrar las indemnizaciones del consorcio, ahora en esta fase es en la que nosotros ya podemos colaborar con la dinamización de nuestro tejido comercial, que hace referencia al caso urbano, tanto de comercio como de tiendas, como el mercado municipal, y también en el área industrial.
Dependiendo de la zona tienen unas necesidades diferentes, y nosotros estamos intentando cubrirlas con todos los medios de los que disponemos. Por ejemplo, estamos trabajando para impulsar la campaña de rasca-rasca, con las donaciones privadas que recibimos y que ascienden a 90.000 euros, para que comprar al comercio local tenga premio y se puedan conseguir unas tarjetas monedero de 100 € para gastar también en el comercio local.
Además, estamos esperando a darle forma al Bono Comercio que vendrá por parte de la Diputación; y después nosotros ya teníamos una línea, que empezaremos a trabajar después de la pandemia, y lo que hemos hecho ahora ha sido dimensionarla a aquellos negocios que hemos detectado que se han quedado fuera de algunas subvenciones. Por lo tanto, destinamos 500.000 € de ayudas en tres líneas de actuación: establecimientos y autónomos físicos en planta baja y con actividad anterior al día de la riada, incluyendo el cambio de ubicación dentro de Catarroja; ayudas para negocios con o sin establecimiento físico permanente; y nuevos establecimientos.
Por último, en el ámbito del área industrial, también estamos haciendo visitas intentando poner en valor el trabajo de las asociaciones. En nuestro caso, hay un estudio de la Cámara de Comercio que señala que Catarroja es de las áreas industriales donde ya se ha recuperado la actividad, y esto pienso que es un dato a poner en valor porque ha sido posible gracias al esfuerzo que han hecho los empresarios y empresarias.

También habéis lanzado un servicio de atención psicológica para jóvenes, ¿qué necesidades se han detectado y cómo funcionará?
La ayuda psicológica ha estado aquí desde el primer momento y a medida que vas pasando estas fases del luto en cada momento se necesita una cosa y nos preocupaba tanto la población más mayor, como la más joven, puesto que, en cualquier situación de crisis, son los que más sufren y los que, a veces, se quedan como más apartados. En coordinación con los centros educativos, nos trasladaron la preocupación que había al respecto, y por eso decidimos crear ese espacio seguro donde puedan transmitir sus inquietudes y que se les pueda dar las herramientas, por parte de profesionales, para asimilar lo que ha pasado y mirar hacia el futuro.
Gracias a la colaboración con el Colegio de Psicólogos, que ya os digo que ha sido así desde el primer momento, se han hecho terapias a la ciudadanía en general, al personal del Ayuntamiento, Policía Local, servicios sociales, y ahora, con este programa creamos un espacio para las personas jóvenes.
También habéis lanzado un canal de participación ciudadana, ¿queréis que todas las voces se sientan representadas en la reconstrucción?
Al final, tenemos que ser ambiciosos y mirar hacia el futuro con la voluntad de corregir o mitigar errores del pasado. Esto implica cambiar la manera de cómo pensamos la ciudad, cómo nos relacionamos entre nosotros y con la administración, y también la manera de cómo entendemos el urbanismo. Ha sido – y continúa siendo – un proceso largo, pero también muy ilusionante. Y por eso queremos que la ciudadanía pase a la acción, que encuentre un espacio seguro para participar e implicarse.
Respecto a los proyectos de legislatura, que quizás quedaron en segundo plano, no se trata ahora de priorizar unos sobre otros, porque todo es importante. Lo que estamos haciendo es distinguir entre la gestión ordinaria – donde incluimos estos proyectos que ya estaban en marcha – y la tarea específica de reconstrucción.
Proyectos como la nueva Casa de los Mayores o la reorganización de algunas calles se continuarán ejecutando mediante el plan de inversiones conjunto entre la Diputación, la Generalitat y el Ayuntamiento de Catarroja. Estos proyectos siguen su curso y se desarrollarán cuando sea el momento.
Paralelamente, estamos trabajando en la reconstrucción, pero también pensando en el futuro. Hay proyectos europeos, como los refugios climáticos o la naturalización de espacios, que ahora mismo no recibirían financiación del Ministerio porque no encajan dentro del concepto de "reconstrucción". Por eso estamos elaborando nuevos proyectos en el marco de la Agenda Urbana de la Reconstrucción.
Así, podemos decir que trabajamos con tres grandes líneas de financiación: las inversiones que ya estaban en marcha, con fondos propios, de la Generalitat y la Diputación; los fondos destinados específicamente a la reconstrucción, provenientes del Ministerio; y finalmente, los proyectos de futuro impulsados desde el Ayuntamiento y vinculados a la agenda urbana.
Cuando termine la legislatura, ¿qué imagen de Catarroja querrías haber conseguido?
Sobre todo, volver a recuperar la ilusión y poder mejorar el entorno en el que vivimos. Estamos afrontando esta etapa con mucha ambición, no queremos dejar ningún proyecto de lado, pero, sobre todo, tenemos que dar soluciones a problemas como tenemos en la calle Pelayo y, por eso, hay que ser valientes y mirar hacia delante con decisión.
Me gustaría, como os digo, poder poner luz a toda esta reorganización de la Avenida Rambleta y la calle Pelayo y, por supuesto, la puesta en marcha de todas las instalaciones deportivas, la nueva piscina cubierta y el nuevo polideportivo, que esté ya al 100%. Y, por supuesto, que la nueva Escuela de Personas Adultas y el Teatro Auditorio sean también una realidad. Esto serían los principales ítems.

Has reconocido que hay dificultades también para tramitar ayudas estatales, ¿qué mecanismos se tendría que aplicar para facilitar esta tarea?
Quiero dejar constancia que la colaboración entre las administraciones ha sido y es fundamental, y hay muy buena comunicación, pero creo que tenemos que pasar página y tenemos que intentar darle forma a un pacto estatal, que se dirija desde el Gobierno Central, y que recoja cuál sería el plan de actuación para una catástrofe, pero también que contemplara una inversión en infraestructuras hidráulicas para toda España, pero como mínimo para todo el Mediterráneo.
Desde Catarroja estamos poniendo en marcha varias medidas para estar mejor preparados ante emergencias como la que vivimos. Estamos instalando sistemas de alerta temprana, adecuando todos los edificios municipales para garantizar su operatividad, y señalizando las zonas más vulnerables para que la ciudadanía sepa cómo actuar en caso de riesgo. Además, estamos identificando y preparando edificios que puedan funcionar como refugios seguros y trabajando para formar líderes locales – como comentaba antes – que puedan ser referentes en situaciones de emergencia.
Todo esto lo hacemos también con la colaboración de la comunidad educativa, porque la preparación tiene que llegar a toda la sociedad, desde las escuelas. Paralelamente, estamos trabajando para integrar una visión más amplia, al menos a escala de cuenca hidrográfica, para coordinar simulacros y acciones preventivas a nivel territorial. Los planes actuales de inundaciones han demostrado que no contemplaban escenarios como el que hemos vivido, y todavía menos una coordinación por cuencas, que es esencial para anticiparnos y prevenir daños. Lo que hemos aprendido es que no podemos evitar los fenómenos naturales, pero
En cuanto a la reconstrucción, estamos pidiendo apoyo para poder contratar personal técnico especializado, que pueda liderar y gestionar exclusivamente este proceso. Es importante que estos equipos de trabajo estén dedicados solo a la reconstrucción y que no se diluyan en la estructura ordinaria del ayuntamiento. La magnitud del reto exige una estructura propia y ágil.
Ya para acabar, imagino que han sido meses muy intensos, ¿cómo te encuentras de ánimo para afrontar los dos años de legislatura que quedan?
Efectivamente, ha sido y está siendo muy duro, pero me encuentro más útil que en la vida. El cargo de alcaldesa supone también estar en los momentos más duros; es compartir la vida de la gente de tu pueblo y tener la visión de mejorar la vida de tu pueblo, pero también de proteger a la gente de tu pueblo. Ahora mismo me encuentro con mucha fuerza para poder ayudar la gente y poder mirar hacia el futuro de nuevo con esperanza.