“El 80 % de los daños causados por la DANA en la red de carreteras se habrá restituido antes de que acabe 2025”

Hablamos con Reme Mazzolari, diputada de Carreteras, sobre el plan de reconstrucción tras la DANA y los nuevos retos de movilidad y seguridad vial

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La diputada de Carreteras, Reme Mazzolari
La diputada de Carreteras, Reme Mazzolari

Tras la devastadora DANA que arrasó la provincia de Valencia en octubre, la red provincial de carreteras quedó gravemente dañada: más de 1.200 kilómetros afectados y 29 estructuras arrasadas. Tres días después, la Diputación de Valencia ya tenía en marcha un plan de reconstrucción. Al frente de esta respuesta estuvo Reme Mazzolari, diputada del área de Carreteras, que desgrana en esta entrevista cómo se organizó una reconstrucción récord, qué retos siguen pendientes y por qué la movilidad supramunicipal y la seguridad vial marcan el nuevo rumbo de su área.

Tras la DANA, buena parte de la red de carreteras quedó arrasada, ¿cuáles fueron las prioridades de la Diputación para recuperar conexiones?

Lo primero es contextualizar la magnitud del desastre. La Diputación de Valencia gestiona 1.800 kilómetros de carretera en la provincia y, de ellos, 1.230 se vieron afectados en mayor o menor medida. Además, 29 estructuras – entre puentes y pontones – también sufrieron daños. Para que veáis la magnitud, nosotros tenemos la provincia dividida en seis demarcaciones, que no coinciden con ninguna división territorial de comarcas ni partidos judiciales. En cada una de esas seis demarcaciones, una parte importante del presupuesto del área de carreteras es el contrato de conservación y mantenimiento. Entonces, lo que hicimos, ya el mismo día de la catástrofe, fue llamar a nuestras contratas y decirles que salieran a ayudar y a evaluar los daños en las carreteras con el compromiso, además, de que iban a ser ellas a las que les íbamos a adjudicar los diferentes contratos de emergencia porque no solo habían pasado ya el proceso de licitación de conservación y mantenimiento, sino que son las mayor conocimiento tienen de ese terreno. 

Gracias a esa organización, el 31 de octubre, solo tres días después de la DANA, ya teníamos listo un plan de recuperación con una primera asignación de 25 millones de euros. A medida que se avanzaba en la evaluación y ejecución, ese importe fue aumentando: acabamos 2024 con un total de 54 millones, que hoy ya ascienden a 83,5 millones de euros.

La diputada provincial de Carreteras, Reme Mazzolari, acompañada por la alcaldesa de Carlet, Laura Sáez
La diputada provincial de Carreteras, Reme Mazzolari, acompañada por la alcaldesa de Carlet, Laura Sáez

En total, se han realizado 37 contratos de emergencia – todos antes del 4 de noviembre –. De las seis demarcaciones, cinco se vieron afectadas, y en cada una contratamos a las empresas ya presentes en el terreno. Además, se licitaron 17 contratos para reconstrucción de puentes, 7 asistencias técnicas para dirección de obra y redacción de proyectos, y un contrato de expropiaciones para adaptar aquellos trazados que, a consecuencia de los nuevos cauces creados por la DANA, ahora se encuentran dentro de ríos y barrancos.

Y, ¿cuál es la situación actual?

En estos momentos, de los 83 millones previstos, ya hemos ejecutado el 50%. Eso se traduce en que hemos terminado 13 de las 29 estructuras de puentes y pontones. Antes de septiembre, tendremos finalizados 17, y antes de que acabe el año, el 100% de esas estructuras. 

En cuanto al estado general de la red provincial, calculamos que el 80% de los daños estarán completamente restituidos antes de que acabe 2025. Y, ¿qué pasa con ese 20% restante? Pues que no podrá completarse hasta 2026. Principalmente, porque la morfología del terreno ha cambiado drásticamente. Algunas carreteras han quedado dentro de los cauces actuales. 

Por ejemplo, la carretera de Cheste a Loriguilla ha sido asfaltada provisionalmente, pero atraviesa el Barranco del Poyo. Por tanto, hay que hacer un nuevo trazado y expropiaciones, lo que requiere más tiempo.

Otro caso complejo es el acceso a Sot de Chera, que ha quedado dentro del nuevo cauce del río Sot. La reconstrucción es técnicamente exigente y costosa: hablamos de 4 kilómetros de carretera arrasada, que no puede reconstruirse en el mismo sitio. El nuevo trazado y su elevación por la ladera del monte supondrán más de seis millones de euros. Estas obras, por su envergadura, no estarán finalizadas hasta 2026.

Y además de todas estas gestiones, hemos seguido manteniendo la gestión ordinaria. Esto ha supuesto un esfuerzo enorme tanto económico como humano por parte de los trabajadores del área. Nuestro presupuesto habitual para ejecución de obras ronda los 25 o 27 millones anuales. Teníamos compromisos adquiridos con municipios no afectados por la DANA, y también les estamos dando respuesta. Al principio, algunas obras ordinarias se ralentizaron porque había que dar prioridad y eso era indiscutible, pero también es verdad que no se han dejado de lado. Estamos abordando en paralelo los 83,5 millones de la DANA y los 27 millones de la gestión ordinaria.

Solo tres días después de la DANA, ya teníamos listo un plan de recuperación con una primera asignación de 25 millones de euros

Además, la Diputación ha solicitado al Ministerio más ayudas para poder completar las actuaciones de emergencia...

Efectivamente. Cuando el Ministerio abrió el programa de ayudas, fuimos honestos y pedimos financiación por los 54 millones que teníamos evaluados entonces. Pero los daños han ido más allá de la reparación: ahora hay nuevas obras, derivadas de la DANA, que implican reconstrucción total, ya que, por ejemplo, sería una barbaridad dejar una carretera dentro de un cauce. 

Hemos solicitado ya los 30 millones adicionales, y estamos en conversaciones con el Ministerio. Este lunes tengo una reunión con el comisionado de la DANA, con quien ya hemos hablado varias veces. Evidentemente, todo está justificado técnica y documentalmente. De los 54 millones iniciales ya hemos justificado 43, y el resto también está en curso, con certificaciones mensuales.

La diputada de Carreteras y vicepresidenta segunda de la Diputació de València, Reme Mazzolari
La diputada de Carreteras y vicepresidenta segunda de la Diputació de València, Reme Mazzolari

Habéis recibido, por parte de la Sociedad Española de Carreteras, la Medalla de Oro al Mérito Institucional y Mención Especial a la Diputación por el trabajo de reconstrucción que se hizo en tiempo récord, ¿qué supone este reconocimiento?

La verdad que nos ha ayudado… Es una gran satisfacción para todos y un impulso moral; decir que lo estamos haciendo bien y que el esfuerzo ha merecido la pena. Aquí, el equipo humano del área de carreteras – estamos hablando de 107 personas – ha hecho un esfuerzo enorme desde el primer día. No han parado ni entonces, ni durante la reconstrucción.

Este reconocimiento es para todos ellos, desde el primero hasta el último. Es un mérito colectivo por todo el equipo humano que hay en el área de Carreteras.

¿Existe algún mecanismo para que, si volviese a haber otra DANA, no ocurriera un desastre similar en las carreteras valencianas?

El mecanismo pasa por hacer las obras hidráulicas necesarias, que no se han hecho. Es una obligación nacional y una emergencia de nuestra provincia. Creo que nadie lo duda. Da igual que hables con especialistas de ingeniería industrial que con el colegio de caminos.

Y luego, también es fundamental el mantenimiento y limpieza de cauces. Muchos daños se produjeron porque los ojos de los puentes estaban taponados por cañas, troncos y sedimentos, lo que convirtió a cada puente en una presa. La presión rompió las estructuras o causó saltos de agua que aceleraron la velocidad del agua y los daños causados.

Por tanto, hay dos prioridades: hacer las obras hidráulicas necesarias y mantener limpios los cauces.

La morfología del terreno ha cambiado drásticamente. Algunas carreteras han quedado dentro de los cauces actuales

Muchas veces no nos damos cuenta de la importancia de las carreteras como conexión vital entre pueblos. Recientemente se ha inaugurado el acceso ciclopeatonal entre Sueca y Fortaleny, y se ha trabajado también en el puente de la Fallereta, ¿qué significan estas actuaciones para los vecinos?

La red de carreteras provinciales, gestionadas por la Diputación, son las más cercanas al territorio, y algunas de ellas tienen más tránsito diario que incluso las grandes autovías, porque conectan servicios básicos entre pueblos.

El acceso ciclopeatonal entre Fortaleny y Sueca ha significado vertebrar el territorio y fomentar una movilidad sostenible entre pueblos vecinos que, además, era una reivindicación histórica desde 2015. Es cierto que ha sido una obra muy compleja desde el punto de vista técnico, ya que el puente está sobre la autovía, pero además creo que ha sido un gran acierto replicar el diseño del puente de Alfonso XIII, que es todo un icono de la ingeniería de la era del hierro. Esa estructura metálica le da coherencia estética al conjunto y el resultado ha sido excelente.

Los vecinos están muy contentos, no solo en Fortaleny y Sueca, sino en toda la comarca. Además, nos hemos comprometido a continuar con el proyecto: tras el verano, iniciaremos la conexión del puente con la rotonda de entrada a Fortaleny mediante una vía ciclopeatonal. El proyecto ya está prácticamente terminado y tenemos previsto empezar las obras a partir de septiembre. Esta actuación incluirá también la instalación de iluminación a lo largo del recorrido.

Pasarela de Sueca
Pasarela de Sueca

En cuanto al puente de la Fallereta, conecta una urbanización con Turís. Antes se tardaban 7 minutos en llegar al pueblo, pero con el paso de la DANA y la destrucción del puente, los vecinos tardaban 30 minutos en llegar a Turís, donde tienen todos los servicios básicos: el centro de salud, los colegios… Estamos hablando de que no se va una vez al día, sino que es un paso recurrente de los vecinos.

Con la DANA, el puente original resistió, pero el agua se llevó los accesos. De hecho, ahí, el cauce se ha ampliado más del doble. Entonces, nosotros hemos restituido más del doble de su longitud para poder abrirlo al tránsito. Ya está operativo, pero la obra no está acabada. En septiembre, ampliaremos la plataforma de 6 a 8 metros para mejorar el cruce de vehículos, especialmente camiones.

Otro de los aspectos que me ha llamado la atención del área son las estrategias para reducir la siniestralidad en carretera con la visión cero víctimas y el sistema seguro para reducir el impacto del fallo humano, ¿en qué consiste?

La seguridad vial es el eje central de todos nuestros proyectos. De hecho, tenemos un servicio específico dentro del área de carreteras. Nuestra meta es clara: cero víctimas y, si es posible, cero siniestros.

Aunque hemos reducido el número de víctimas, la accidentalidad sigue, especialmente en motoristas y peatones. Sabemos que el factor humano está presente en el 50% de los casos, así que diseñamos carreteras que perdonen errores. Para eso, estamos aplicando señalización inteligente, con dos proyectos piloto: uno con la Universidad Politécnica de Valencia y otro con la empresa valenciana Metalesa. 

Por ponerte un ejemplo, trabajamos con sensores que detectan paso de fauna silvestre y activan señales luminosas para alertar al conductor. Aquí estamos también en coordinación con la Federación de Caza de la Comunitat Valenciana, que nos ayuda a identificar patrones de movimiento de fauna para ubicar mejor las medidas de prevención.

A medida que vayamos testeando su funcionalidad, los iremos implementado en más carreteras. 

Hay dos prioridades: hacer las obras hidráulicas y mantener limpios los cauces para que no vuelva a suceder 

Por último, ¿cuáles son los proyectos a corto y medio plazo en los que se está trabajando desde el área?

Estamos trabajando en muchos proyectos, pero lo que más me enorgullece – además de las grandes obras – son las nuevas líneas estratégicas que hemos puesto en marcha en esta legislatura.

Hemos traído al área de carreteras la movilidad sostenible, que antes estaba en Medio Ambiente. Lo hicimos porque detectamos que, desde allí, las actuaciones se limitaban a subvenciones a ayuntamientos. El problema es que muchas de esas ayudas no se materializaban, ya que no cubrían el 100% del coste de los proyectos o se centraban únicamente en el ámbito municipal, donde los ayuntamientos tienen competencia. Nosotros queríamos ir más allá. Apostamos por una movilidad supramunicipal, que conecte pueblos entre sí y vertebre el territorio a escala comarcal. Eso solo puede impulsarlo una administración como la Diputación, con capacidad de visión global y medios técnicos y económicos suficientes. Esta línea de trabajo nos permite desarrollar actuaciones más ambiciosas y coordinadas.

La segunda gran novedad son los caminos de interés territorial, una figura que se empezó a trabajar en la legislatura pasada y que ahora estamos desarrollando con fuerza. Para entenderlo: la clasificación legal de "carretera" la otorga la Consellería. Pero no todo lo que el ciudadano ve como carretera lo es legalmente. Muchas vías asfaltadas por las que circulamos son, en realidad, caminos, porque así están registradas oficialmente.

Esto tiene un impacto enorme: los ayuntamientos son responsables de conservar y mantener 30.000 kilómetros de esa red de caminos. Mientras tanto, la Diputación gestiona 1.800 km de carreteras provinciales; la Generalitat, 670 km; y el Estado, 1.000 km. Es decir, cuanto mayor es la administración, menos kilómetros gestiona – aunque de mayor intensidad de tráfico y coste – y con presupuestos mucho más altos que los que tienen los municipios o incluso la propia Diputación.

Nosotros creemos que muchas de esas vías locales tienen una importancia estratégica para el desarrollo comarcal o intercomarcal. Por eso, consideramos que una administración supramunicipal, como la Diputación, debe asumir su mantenimiento y mejora. Esa es la base de los caminos de interés territorial.

Ya hemos presentado este concepto a los ayuntamientos para que nos indiquen qué caminos consideran vitales en su zona. Estamos terminando el catálogo y ya ejecutamos obras en algunos tramos detectados desde 2022. Queremos potenciar esta línea de trabajo y también reivindicar una financiación específica a Generalitat y Gobierno central para que las diputaciones puedan mantener estas vías con garantías.

Y respecto a los grandes proyectos, la gran obra es, sin duda, la fase 4 de la carretera entre Riba-roja y Manises, que conecta con la A-3. Es una intervención de gran presupuesto y gran impacto, y espero que esté acabada en breve. 
 

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