Son días intensos en Ontinyent. La capital de la Vall d’Albaida se ha convertido, estas últimas semanas, en el epicentro político de la Comunitat Valenciana. Y es que aquí es donde se decidirá, casi sobre la bocina, el nuevo gobierno de la Diputació de València. Un gobierno que se constituirá este mismo viernes, 14 de julio, en una sesión que, en estos momentos, está envuelta de incógnitas.
La importancia de lo que pase a finales de esta semana en la plaza Manises de València es capital, ya que la izquierda trabaja por mantener la única institución que gobernaría en esta legislatura tras los resultados del 28 de mayo. Pero para ello, deben convencer a Ens Uneix.
Natàlia Enguix se postula como presidenta
La comparecencia pública de Jorge Rodríguez el pasado jueves suponía un nuevo giro de guion que pillaba a contra pie a los partidos implicados en la conformación la entidad supramunicipal. Partido Popular, en el bloque de la derecha, y PSPV-PSOE y Compromís en la izquierda, esperaban que el líder de Ens Uneix desvelara el sentido del voto que ejercerá su diputada, Natàlia Enguix, en la sesión de investidura.
Un voto que, contra todo pronóstico, y a la espera del devenir de la semana, será hacia su propia persona, dejando la pelota en el tejado de socialistas y valencianistas: “si quieren impedir un gobierno de la derecha, tienen en su mano votar a una persona de izquierdas y progresista como Natàlia Enguix”, sentenciaba Jorge Rodríguez.
Hasta ese momento, la formación comarcalista no planteaba un escenario donde pidiera la presidencia de la Diputació, requiriendo, únicamente, el acuerdo en un listado de 17 actuaciones, que supondrían una inversión total de 15 millones de euros para los municipios de la Vall d’Albaida donde tienen representación. De hecho, tras el veto a pactar con la ultraderecha, una decisión que hacía inviable un gobierno con Partido Popular aunque fuera en minoría, ya que eso implicaría acuerdos puntuales con Vox, el socialista Carlos Fernández Bielsa estaba en todas las quinielas para encabezar el futuro gobierno de la institución provincial.
Desavenencias con la ejecutiva nacional del PSPV
Sin embargo, Rodríguez salía al paso de esta posibilidad enumerando una serie de realidades que, para Ens Uneix, dejan entrever la división interna entre las facciones de Bielsa y su secretario general Ximo Puig. “No sabemos hasta que punto Bielsa puede mantener los compromisos porque no cuenta con el apoyo de la ejecutiva nacional del partido, ya que lo boicotean y lo ningunean constantemente”, afirmaba el también alcalde de Ontinyent.
En este sentido, Rodríguez señalaba directamente a Ximo Puig como responsable de esta situación, concretando desde su descontento con la postura del president en funciones tras la absolución del líder de Ens Uneix del caso Alquería hasta el reciente nombramiento de la ontinyentina (y antigua mano derecha de Rodríguez) Rebeca Torró como portavoz socialista en Les Corts, un gesto que se ha visto como una provocación.
Acuerdo a contrarreloj
Pese al giro que daban las negociaciones el jueves, el diálogo no está roto. Tanto PSPV-PSOE como Compromís van a trabajar con Ens Uneix “hasta el último momento” para formar gobierno e impedir que pase a manos de la derecha.
“En una semana pueden cambiar muchas cosas. El electorado de Ens Uneix no entendería que acabara gobernando la derecha”, afirmaba el viernes el síndic de Compromís en Les Corts, Joan Baldoví. “Hay tiempo, seguimos convencidos en formar un gobierno de izquierdas. Vamos a esperar”, aseguraban, por su parte, fuentes cercanas a Bielsa el mismo jueves.
En el escenario actual, el Partido Popular es la lista más votada con 13 diputados, por 12 del PSPV, 3 de Compromís, 2 de Vox y 1 de Ens Uneix. Es decir, el bloque de la izquierda y de la derecha suman 15 diputados, con Ens Uneix con la llave de gobierno. En caso de empate, gobernaría la lista más votada y el ‘popular’ Vicent Mompó sería investido presidente el próximo viernes 14 de julio.