La consellera de Justicia, Interior y Administración Pública, Gabriela Bravo, ha asegurado este jueves que el debate entre regulación y abolición de la prostitución "no se sostiene desde el punto de vista de los derechos humanos", con lo que la única opción es la abolición porque, "en ningún caso puede ser aceptada como un modo de vida ni como un trabajo como cualquier otro".
Así se ha expresado en su intervención en la apertura de la jornada 'La prostitución en la Comunidad Valenciana. Perspectiva sociológica y medidas abolicionistas', organizada por la Facultad de Ciencias Jurídicas y Económicas de la Universitat Jaume I de Castelló (UJI) y que ha contado con la presencia de la rectora de la institución académica, Eva Alcón, y el catedrático de Sociología de la Universitat de València, Antonio Ariño.
La consellera ha denunciado que esta sociedad "ha aceptado la prostitución porque sus estructuras tradicionales se basan en la desigualdad de los hombres sobre las mujeres" En este sentido, la consellera ha defendido que la prostitución no se basa "en contratos en los que las mujeres aceptan libremente vender sus cuerpos, sino en la desigualdad, la violencia y el miedo".
Para Gabriela Bravo, este tema "incomoda a una parte importante de la sociedad" y además "desde que se suprimió la tercería locativa en el Código Penal, no contamos con herramientas penales útiles para perseguir y sancionar a los proxenetas" que se aprovechan de que "la pobreza" sea "el denominador común de las mujeres prostituidas, en especial de las inmigrantes que son, en muchos casos, forzadas o engañadas".
Por ese motivo "nos hemos embarcado en el proyecto de abolir la prostitución para el que se constituyó un Foro cuyas conclusiones y propuestas daremos a conocer muy pronto y que nos permitirá establecer una hoja de ruta para acometer los cambios normativos y asistenciales que necesitamos para conseguir ese objetivo".
Entre las propuestas se incluye, "la revisión de la normativa estatal y autonómica, así como las ordenanzas municipales, si queremos erradicar la prostitución y, en nuestra realidad más próxima, acabar con el corredor mediterráneo de la vergüenza", en referencia a la cantidad de prostíbulos que se concentran en esa área según ha revelado el profesor Ariño como parte de su investigación que se incluirá en las conclusiones del Foro Valenciano por la Abolición de la Prostitución.
En este punto, la consellera ha advertido, no obstante, que "todas las leyes y normas que podamos promulgar serán letra muerta si no van acompañadas de políticas asistenciales, educativas y laborales que permitan a las mujeres prostituidas conseguir otros medios de vida para que nunca más se vean obligadas a vender su cuerpo para sobrevivir".
Para Bravo, "tenemos que trabajar cambiando leyes y políticas, pero también cambiando mentalidades para que la prostitución se contemple como lo que es: una forma más de violencia de género".