Opinión

Acercar la cultura a la calle

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La Diputación, mientras exista, tiene que orientar su función a coordinar, apoyar (material y humano), asesorar a los municipios, principalmente en los más pequeños que son los que menos recursos tienen.

El actual equipo de gobierno de forma global ha reducido al mínimo imprescindible los convenios singulares, no sólo con los ayuntamientos, si no además con entidades privadas, reorientando el reparto de sus recursos a la finalidad que da razón de ser legalmente a las actuales diputaciones: los ayuntamientos.

En concreto, en el área de Cultura se han potenciado las convocatorias públicas y en conjunto y de forma individualizada, llegan más recursos a los ayuntamientos.

Una parte importante de esos recursos son actuaciones culturales que abren nuevas vías, formas de expresión cultural que esperamos que se consoliden en los municipios y de las cuales, estamos muy orgullosos.

Por ejemplo, hablamos de “Navidad Valenciana”, una serie de actuaciones, talleres, etc, para los más pequeños, basados en tradiciones, historias, juegos y canciones de raíz cultural propio valenciano que la Diputación ha llevado a los pueblos. Ya llevamos tres años y sabemos que muchos de ellos ya están pensando programarlo para años próximos.

Hablamos de la Ópera en los Pueblos (este año haremos la segunda edición), donde en colaboración con la Conselleria (Palau de les Arts), llevamos la ópera de calidad a las plazas de los pueblos. También llevamos a vecinos y vecinas a la ópera de forma complementaria. Ha sido un éxito y esperamos una consolidación más allá de esta legislatura.

Hablamos por ejemplo de las exposiciones en las calles que han llenado comarcas de distintos municipios de fotografía profesional, estableciendo una nueva forma de diálogo con una expresión artística efímera confrontada con el ciudadano.

Son unos ejemplos de políticas que hacemos desde esta institución que acercan “la montaña a Mahoma”. Cómo estamos forjando una sociedad cada vez más culta, seguro que esto da frutos cara al futuro y estas políticas se verán reforzadas progresivamente.

Y sí, continuaremos optimizando los recursos de esta administración que gobernamos pero no por eso dejaremos de buscar un gran acuerdo político (cómo se hizo al año 82 entre PSOE y UCD para las uniprovinciales) para eliminar las diputaciones y optimizar más todavía y simplificar los niveles administrativos e institucionales.

Estamos demostrando que, con los mismos recursos con los cuales nos han gobernado durante más de 20 años, se puede hacer mucho más. A veces se trata sólo de garantizar que el dinero (sean “mil, dos mil, tres mil, cuatro mil, cinco mil, seis mil, dos millones de cáscaras...”) no se pierdan y lleguen donde toca. Y aguantaremos las críticas lícitas (en algunos casos) de la actual oposición que quiere intentar volver a gobernar para controlar otra vez cuotas de poder y dinero... al final decidirá la ciudadanía.

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