València acoge uno de los grandes tesoros de la humanidad: El Santo Cáliz. La catedral de la capital del Turia es la casa de una de las grandes reliquias de la cristiandad desde 1437 (excepto en puntuales excepciones como en la Guerra de la Independencia o la Guerra Civil), un hecho que le ha valido disponer, como ciudad, del reconocimiento de Jubileo a perpetuidad, un privilegio que en todo el mundo solo tienen Roma y Jerusalén. Para poner en valor esta circunstancia nace la Ruta del Grial, un producto experiencial lanzado por Turisme Comunitat Valenciana que se plantea como un extraordinario, místico e histórico viaje por los 18 municipios que constituyen el itinerario de peregrinación hasta llegar a la catedral de València.
Este recorrido, que transcurre a lo largo de más de 120 kilómetros divididos en siete etapas, avanza por el Camino Real que conectaba los reinos de Aragón y València y actualmente pasa por calzadas romanas, vías pecuarias, Vías Verdes como las de Ojos Negros y la Vía Xurra… e incluso por tramos del Camino del Cid y del Camino de San Vicente Mártir.
Una experiencia inolvidable para quienes lo realizan con vocación de peregrinaje o para quienes desean conocer la historia que el Santo Cáliz dejó a su paso por nuestros distintos pueblos y ciudades del interior de Castelló y de la provincia de València. Y todo ello mientras se contempla y admira el rico patrimonio cultural, artístico y natural que ofrecen.
Sin duda, una opción de ocio saludable al aire libre ideal para todas las edades, para realizar en grupo de amigos o en familia, ya que se trata de un itinerario completamente accesible y de baja dificultad.
Itinerario de la Ruta del Grial
La Ruta del Grial se propone como una ruta turística, cultural y de peregrinaje que va tras los pasos del Santo Cáliz hasta su llegada definitiva a la catedral de València.
Aunque esta ruta se puede realizar de diferentes formas (a pie, en bicicleta, a caballo...) cobra un mayor sentido recorrerla a pie, de forma tranquila y sosegada, tal y como hicieron los primeros viajeros peregrinos.
El itinerario de la Ruta del Grial transcurre principalmente por el trazado de las antiguas vías ferroviarias, que han sido acondicionadas y reconvertidas en Vías Verdes y caminos naturales. Este trazado va en paralelo, e incluso se superpone en diversos tramos, con el antiguo Camino Real.
Desde el altiplano más septentrional del valle del Alto Palancia, en el término municipal de Barracas, el itinerario de la Ruta del Grial desciende en paralelo al río Palancia, pasando por diversas poblaciones como Segorbe, Altura, Navajas y lugares sagrados como la cueva Santa de Altura, la cartuja de Vall de Crist... hasta llegar a Sagunto, a orillas del Mediterráneo, donde continúa el recorrido hasta el destino final: la catedral de València, donde se custodia el Santo Cáliz. Un trayecto que esconde auténticos tesoros patrimoniales desconocidos para el gran público.
Concretamente, la Ruta del Grial discurre por: Barracas, Montanejos, Cirat, Caudiel, Jérica, Navajas, Altura, Segorbe, Soneja, Torres Torres, Algimia de Alfara, Estivella, Gilet, Sagunt, Puçol, El Puig de Santa María, Massamagrell, Alboraia y València.
Este recorrido se divide en siete etapas y se puede llevar a cabo con credenciales, al estilo del Camino de Santiago, que se sellarán en los diferentes municipios.
La ruta, que suma un total de 120 kilómetros, está perfectamente identificada a través de una señalética homologada en el marco de caminos naturales, ‘trackeada’ por GPS en la aplicación de Wikiloc, es respetuosa con la conservación del medio natural y ofrece servicios de restauración y alojamiento.
Desde Turisme Comunitat Valenciana se trabaja de cara al futuro con la comunidad de Aragón para establecer el recorrido total de la ruta que se iniciaría en San Juan de la Peña, cerca de los Pirineos, y cruzaría esta comunidad autónoma haciendo parada en Huesca, Zaragoza y Teruel antes de conectarse con el itinerario valenciano.
Peregrinación a València
El Santo Cáliz fue empleado por Jesús durante la Última Cena, un acontecimiento trascendental para el cristianismo que ocurrió hace más de 2000 años. Desde entonces ha sido considerado un objeto sagrado y una reliquia muy codiciada por el ser humano.
Durante el paso de los siglos la santa reliquia se ha mantenido a salvo bajo la protección de diferentes colectivos o instituciones, bien en lugares humildes como cuevas, domus o ermitorios, bien en lugares esplendorosos como monasterios, capillas reales o, como donde ahora se encuentra, la capilla del Santo Cáliz de la catedral de València.
Un hecho probado históricamente por los estudios documentales realizados en los últimos años. Tanto por los datos arqueológicos como por el testimonio de la tradición y los documentos que se poseen, es completamente verosímil que este vaso estuviera en las manos de Jesucristo en la Última Cena.
En este sentido, cuando el Santo Cáliz fue llevado a València, la ciudad era la capital del antiguo Reino de Valencia y un verdadero crisol cultural y comercial, en pleno Siglo de Oro.
Debido a motivos comerciales y de devoción religiosa, ya desde la baja Edad Media los desplazamientos de viajeros y caminantes entre el Reino de Aragón y el Reino de València eran frecuentes. Esto originó una incipiente peregrinación a la capital valenciana motivada, en gran parte, por la gran devoción de los cristianos hacia San Vicente Mártir, cuyo sepulcro se encontraba en la iglesia de la Roqueta.
La principal ruta que se originó unía las tierras aragonesas con la ciudad de València a través del Camino Real. Este, tras atravesar las imponentes moles rocosas de las sierras de Gúdar y Javalambre, se adentra en el territorio valenciano siguiendo el recorrido del río Palancia.
La Comunitat Valenciana recibe este extraordinario recorrido con sus bellos paisajes, acogedoras gentes, pintorescos pueblos, tradiciones ancestrales… y ahora lo convierte en una experiencia turística única, sorprendente e inolvidable para todo tipo de viajeros.