La provincia de València es tierra de tradiciones. Decenas de municipios celebran durante estos días sus fiestas, muchas de ellas con diferentes singularidades que las hacen únicas. Un ejemplo de ello es una tradición que se ha logrado recuperar en Ròtova, localidad de la comarca de la Safor, y que este año se celebrará por tercera ocasión consecutiva: la fiesta de l’Escaldà.
Esta celebración, declarada Bien de Interés Cultural Inmaterial por la Generalitat Valenciana, se ha logrado afianzar en el calendario festivo de Ròtova más de 65 años después. Desde el Ayuntamiento se ha ido recuperando “l’escaldà” de uva de moscatel, como una recreación y fiesta i, en este 2023, se celebrará el próximo fin de semana 26 y 27 de agosto.
Festa de l’Escaldà 2023
La actividad empezará el sábado 26 de agosto con una ruta teatralizada para rememorar el pasado que marcó el día a día de la gente de Ròtova, visitando los lugares más emblemáticos del pueblo. De la mano del experto en riuraus Carlos Fuster y de la actriz Fanny Pérez las personas que participen se acercarán al patrimonio local y a todo aquello que rodea la elaboración de las pasas de moscatel.
El domingo 27 de agosto, en el riurau de la Rogeta de Ròtova, tendrá lugar la Festa de l’Escaldà 2023. A las 9:00 horas, la gente que desee participar y conocer esta tradición autóctona saldrá de la plaza Mayor del Rótova, con acompañamiento de dulzaina y tabal, hasta el riurau, situado en la urbanización de la Serreta, donde se realizará “l’escaldà” en el Centro de Interpretación de la Pansa. Durante la mañana la gente podrá practicar, además, con un taller de elaboración de “canyissets”. En la actividad colaboran el Col·lectiu Vall de Vernissa, el Centro Excursionista de Rótova y la Associació Riuraus al Vernissa.
Actividad agrícola arraigada
Tal y como detalla el Ayuntamiento de Rótova en un comunicado, las últimas veces que se escaldó en Ròtova fue, entre otros, en el riurau dels mestrets, en la década de los 50 del siglo XX, los propietarios del cual eran los hermanos Elies, Maria y Conxeta; en el riurau de Bernardino; y en el riurau del Coeter. Hacia el año 1957, la viña dejó de dar rendimiento. Esta actividad agrícola marcó la vida de sus habitantes tanto en el siglo XIX como gran parte del XX.
Cerca de 66 años después de la desaparición de esta actividad, Ròtova recupera y afianza una tradición local, reconvertida en un evento festivo y cultural.