ZBE en València: un plan gradual contra la contaminación

La nueva normativa de bajas emisiones restringirá de forma progresiva el acceso de vehículos contaminantes a la capital hasta 2028

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Coches y motos por el centro de Valencia, una de las zonas donde se quiere establecer la ZBE. Foto Xisco Navarro
Coches y motos por el centro de Valencia, una de las zonas donde se quiere establecer la ZBE. Foto Xisco Navarro

Reducir la contaminación de la ciudad de València es uno de los principales retos a los que se enfrenta el Ayuntamiento local este 2025. Si bien hace relativamente poco se conocía la noticia de que la calidad del aire de la provincia se ha visto gravemente afectada tras el paso de la DANA del pasado 29 de octubre de 2024, no es nada nuevo que las condiciones medioambientales estén en alto riesgo. Por este motivo, el pasado 27 de diciembre, el gobierno municipal aprobó el borrador de la nueva normativa de Zona de Bajas Emisiones (ZBE), una propuesta que lleva un tiempo tratando de implementarse para mejorar garantizar el bienestar de los valencianos.


La región afectada por esta regla abarcará un área total de 27,8 kilómetros cuadrados. Esta se mantendrá delimitada por el Bulevar Sur, la calle Serrería, la Avenida de Tarongers y la Ronda Nord y contará con la vigilancia de 278 cámaras situadas en 68 puntos diferentes. De esta forma, aunque esto supone la mayor parte de la ciudad, algunos barrios quedarán exentos, como es el caso de Natzaret, la Malvarrosa, el Cabanyal y las pedanías.

¿A qué vehículos afecta?

La normativa vetará el acceso de los vehículos más contaminantes, es decir, aquellos que turismos, motocicletas y ciclomotores cuenten con la etiqueta A. Así, quedará restringido el tráfico de los vehículos de gasolina matriculados antes del 2001 y los de diésel antes de 2006. No obstante, la aplicación no es inmediata, sino que el consistorio ha planteado un método de entrada en vigor progresivo.


Desde el momento en el que se apruebe de forma oficial y hasta el próximo 30 de noviembre, el gobierno ha optado por impulsar una campaña informativa. Con ello, las restricciones y las consecuentes multas ante su infracción darán comienzo el 1 de diciembre de este mismo año. Cabe destacar, sin embargo, que este mes solo se verán afectados los vehículos dotados de la etiqueta A registrados fuera de la provincia de València.


Así, no será hasta el primero de 2027 que todos los vehículos contaminantes, a excepción de los registrados en la propia capital, serán vetados. Ya en 2028 se ampliará la restricción a todos los vehículos de este tipo, independientemente del lugar de su registro. En este sentido, el concejal de Movilidad, Jesús Carbonell, ha afirmado que “los vecinos de València no tendrán que preocuparse por la ZBE hasta 2028, ya que hemos optado por una normativa blanda, porque pretendemos proteger los intereses económicos y sociales, y especialmente para evitar que los perjudicados sean aquellos con menos recursos”.

Excepciones

Quedan fuera de esta regla los camiones, las furgonetas y los autobuses. Según ha explicado el propio edil, estos vehículos representan un porcentaje reducido de las matrículas que circulan en València y son esenciales para desarrollar algunas actividades en la ciudad. Se suman a la excepción los vehículos que dispongan de la tarjeta de movilidad reducida, familias numerosas, familias con menores de 3 años, vehículos que lleven embarazadas y los transportes de servicios esenciales y emergencias.


De todos modos, los vehículos contaminantes tendrán permitidos hasta 48 accesos anuales puntuales a la ZBE, lo que se traduce en, aproximadamente, una vez por semana. Algo similar ocurre con los vehículos catalogados como “históricos”, que podrán entrar el doble de veces. Para ambos, será necesario solicitar un permiso municipal.


Para facilitar la situación a la población de los municipios perjudicados por la riada, la regulación no afectará a los vehículos provenientes de estas localidades hasta diciembre de 2027. Lo mismo ocurrirá con los turismos, motocicletas y ciclomotores de las pedanías inundadas (La Torre, Castellar-L’Oliveral y Forn d’Alcedo), que no recibirán multas hasta el 31 de diciembre de 2028.


Medidas adicionales

La restricción del tráfico en València vendrá de la mano del impulso a la utilización de formas de transporte más sostenibles, la mejora de la accesibilidad y el refuerzo de la seguridad vial. Además, el Ayuntamiento de València ha propuesto una serie de medidas compensatorias para reducir el impacto económico derivado de esta normativa.


Estas son principalmente, dos. Por un lado, se ha hablado de otorgar un título gratuito temporal de la EMT a aquellos valencianos empadronados en la capital, que sean dueños de vehículos vetados y no adquieran uno nuevo durante el periodo de validez del título. También, se está valorando la posibilidad de permitir la entrada diurna de camiones cero emisiones de hasta 18 toneladas y que no superen los 8 metros de longitud.


ZBE en otros lugares de la Comunitat Valenciana


Además de la capital, en la provincia de València hay otras cuatro ciudades con más de 50.000 habitantes que están valorando la aplicación de una ZBE. En el caso de Torrent y Sagunt, todavía están estudiando el plan. En cambio, Paterna ya ha peatonalizado la calle Mayor con previsión de crear allí el área restrictiva y, Gandía, por su parte, de momento solo ha implantado una zona de velocidad restringida en el centro.


En Castellón, solo se conocen datos de la capital de La Plana. En ella, ya están abiertas las calles de la primera fase de la ZBE, sin restricciones al tráfico excepto en el casco histórico en el verano de este año. Se estima que la finalización total de las obras se dé, aproximadamente, el 1 de enero de 2026.


En el caso de Alicante, la capital y la localidad de Elche destacan por la inoperatividad de sus ZBE, las cuales no aportan restricciones ni sanciones. No obstante, Benidorm sí que ha tomado cartas en el asunto y solo permitirá el acceso con vehículo a la región delimitada a residentes, aparcamientos públicos, clientes de hoteles y vehículos de carga y descarga, con un margen de 6 meses desde su aplicación hasta la entrada en vigor de las multas.

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