Una historia más de olvido: el gato montés europeo

Avantpassat directe del gat domèstic, l’espècie Felis silvestris compta amb més de 9.000 anys d’història

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De dioses en el antiguo Egipto a víctimas de crueles persecuciones en épocas medievales. Aún a día de hoy sorprende la existencia del mito supersticioso del gato negro, pero la realidad indiscutible es que los felinos no han pasado nunca desapercibidos. Su sigilosa elegancia, su independencia gregaria, sus increíbles habilidades de caza... Son rasgos que les han traído tanto admiradores como detractores a lo largo de la historia.

De la multitud de especies que conformaban la antigua familia felina, no todas lograron salir victoriosas de las constantes amenazas humanas. Hace apenas cuatro años, en 2013, se declaraba extinto el leopardo nublado de Formosa, cuyas causas principales fueron la destrucción de sus hábitats y el comercio de su piel y colmillos.

felis-silvestris-silvestrisEl gato montés europeo es uno de los supervivientes. Superviviente, que no libre de peligro. Y es que, aunque el gato montés se considera una especie protegida, los pocos estudios que existen acerca de su población no permiten determinar la realidad de su situación. De hecho, el Libro Rojo de los Vertebrados de España cataloga su categoría de amenaza en este país como "insuficientemente conocida".

Sin embargo, las distintas amenazas a las que se enfrenta, siendo gran parte de ellas de origen humano, hacen pensar que la gravedad es mayor.

La captura y persecución ilegal de esta especie es uno de sus principales peligros. "El uso de artes ilegales de control de predadores y de veneno es una práctica común en muchas zonas de España, produciendo muertes de ejemplares de esta y otras especies amenazadas que en muchos casos quedan sin conocimiento", revela el Atlas y Libro Rojo de los Mamíferos Terrestres de España.

La progresiva destrucción de su hábitat, con la consecuente fragmentación de las poblaciones, es otro de los factores principales que atenta contra la supervivencia del gato montés. Este felino habita, en España, principalmente en zonas forestales con vegetación natural; muchas de estas han ido retrocediendo para dar lugar a carreteras, lo cual añade un nuevo factor de mortalidad, bastante elevado, por atropellos.

Una dificultad añadida a su conservación es la imposibilidad de determinar su ubicación geográfica con exactitud por la falta de investigación al respecto. Pero no todos se han olvidado del gato montés. Iniciativas como 'Proyecto Gato Bravo' en Valladolid o el trabajo de investigación desarrollado en Palencia por la Asociación de Naturalistas Palentinos junto a la Estación Biológica de Doñana, ambas provincias con una buena presencia del gato montés europeo, contribuyen al conocimiento de esta especie a través del seguimiento de los diferentes individuos mediante técnicas como el fototrampeo.

Es imprescindible que exista un interés verdadero por el gato montés ibérico para que su conservación sea posible. Además de la evidente concienciación necesaria en cazadores y ganaderos, se requiere un inventario nacional detallado para conocer con precisión cuál es el estado real de la especie. Así mismo, el documento gubernamental anteriormente citado insta a "aplicar de forma efectiva la legislación vigente" para, entre otras medidas, el "mantenimiento y protección de zonas de monte y matorral mediterráneo con una calidad de hábitat suficiente", lo cual "implicaría el mantenimiento de un paisaje diversificado y bien conservado".

Este felino no puede permanecer más tiempo en el olvido. Su conocimiento y difusión es clave, así como la participación en proyectos conservacionistas, para lograr su permanencia. El emblemático Félix Rodríguez de la Fuente ya advertía de la necesidad de "convencer a las gentes de este país de que están acabando con lo mejor que tenemos, que son los animales, que es el paisaje, que es la integridad del medio ambiente, que son las leyes ecológicas".

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