Raúl Puerta, de la Falla Borrull – Socors, se ha convertido en el primer hombre de la ciudad de València en ostentar el cargo de Fallero Mayor, o como bien dicen los estatutos de su comisión, Representante Mayor. Hace cinco años, la Falla Borrull – Socors decidió dar un paso más hacia la igualdad en el mundo de las Fallas, y modificó su estatuto para romper con los roles de género en los cargos de máxima representación.
Hoy hablamos con Raúl Puerta sobre qué le empujó a dar este paso y cómo está viviendo el revuelo mediático que se ha creado tras conocerse la noticia.
¿Qué te empujó a dar el paso para presentarte a este cargo?
Yo soy de Murcia, pero conocí las Fallas de muy pequeño, con tres años, y la verdad que me enamoré de ellas. Cuando cumplí 18 años me apunté a una falla, que no es la actual, y hace tres años me apunté a la Falla Borrull – Socors que, en 2018, había modificado sus estatutos para eliminar el lenguaje sexista y, entre otros, sustituir el término de Fallera Mayor por Representante Mayor. De esta forma, se abría la puerta a que cualquier persona, hombre o mujer, pudiese optar a este cargo.
Yo cuando me apunté a la falla ni me lo planteaba, pero bueno, al final, hablando con la gente de la falla, con amigos, se me empezó a pasar por la cabeza. Y así, medio en broma medio en serio, salía el tema. Y bueno, este año decidí dar el paso.
Te has convertido en el primer hombre de la ciudad de València en ostentar este cargo, ¿te esperabas el boom mediático?
Era consciente de que era algo novedoso, pero la verdad que este revuelo mediático, incluso a nivel nacional, no me lo esperaba.
Has comentado que si el reglamento fallero lo permitiera, te gustaría optar a la representación de València ciudad…
Claro, me gustaría que el reglamento fallero lo permitiera para no tener ni que pensarlo. Es decir, si fuera algo que estuviese normalizado, saldría solo, como ocurre con la gran mayoría de falleras mayores que se presentan al año siguiente a este proceso.
¿Lo veremos en un futuro?
Sin duda, creo que la sociedad ha avanzado muchísimo en lo que respecta a la igualdad, y es verdad que, aunque en el ámbito de las tradiciones siempre cuesta más aplicar cambios, estoy seguro que al final se dará el paso. Es imparable.
Ojalá hubiera muchas más mujeres presidentas de falla, porque eso sería un buen indicio de igualdad
¿Qué opinión tienes del término Fallero Mayor?
En mi falla, los estatutos hablan de Representación Mayor. En los últimos cuatro años hemos tenido Fallera Mayor, pero si nos ceñíamos a los estatutos era la Representante Mayor. Lo que pasa que, en el día a día, se le decía Fallera Mayor y, en mi caso, pues ha sido igual.
¿Está marcando tendencia la Falla Borrull – Socors al haber hecho posible este cambio?
Totalmente. Cambiaron los estatutos porque, como falla, tenemos la convicción de que la igualdad tiene que llegar también al ámbito fallero. Así que yo me siento completamente respaldado por mi comisión. De hecho, creo que la Falla Borrull – Socors es un referente para que otras comisiones falleras decidan dar también este paso.
¿Qué te dice la gente?
A veces me dicen: “es que esto parece como la igualdad, pero al revés” o “darle derechos a los hombres”, y quiero dejar claro que esto en absoluto va de dar derechos a los hombres, al contrario. Esto va de romper con roles de género que creo que seguían perjudicando a la igualdad, porque al final esa separación entre hombres presidentes que mandan, y mujeres falleras mayores en puestos honoríficos o simbólicos, pues al final son roles de género.
Por eso, no se trata de entrar en espacios de mujeres, ojalá hubiera muchas más mujeres presidentas de falla, porque eso sería un buen indicio de igualdad, pero creo que eliminar la obligatoriedad de que la figura de la fallera mayor la tenga que representar una mujer, y se abra la puerta a los hombres, me parece una forma de apostar por la igualdad.
¿Cómo se plantean las Fallas 2023?
La verdad que con muchas ganas. Estos meses todo ha ido muy bien, estoy muy contento. Y con ganas de que lleguen los días grandes, sobre todo, la plantà, que es el acto que más me gusta personalmente.