Vicent Soler: "No robar ahorra mucho dinero a los contribuyentes"

Parlem amb el Conseller d’Hisenda de la Generalitat Valenciana del balanç d’estos 2 anys

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El Gobierno del Botànic llega al ecuador de la legislatura. Durante estos dos años, se han visto nuevas medidas sociales y políticas inclusivas pero también se han visto unos resultados óptimos como el objetivo de déficit. De esta manera, el nuevo Gobierno de la Generalitat Valenciana ha conseguido reducir del 2,59% al 1,53% en sólo un año. Hoy nuestro protagonista es precisamente el Conseller de Hacienda, Vicent Soler. Su experiencia y profesionalidad le avala en uno de los retos más destacados: conseguir una financiación justa para el País Valenciano.

2 años al frente de la Conselleria de Hacienda. ¿Cómo se encontró la Conselleria en el año 2015?

Muy mal porque se juntaba que teníamos recursos muy limitados por razones del sistema de financiación y también teníamos muchos pagos que teníamos que hacer de la etapa anterior que no se habían hecho por razones diversas y bien es verdad que el grado de libertad para poder trabajar y hacer la política que queríamos era muy escaso.

Son los dos problemas congénitos que ha tenido esta administración: la insuficiencia financiera y el mal gobierno. Esto significa muchas restricciones en el actual gobierno para poder trabajar. Un ejemplo: Teníamos un déficit estructural de larga duración y cuando llegamos nosotros estaba en 2,59 % del PIB, es decir, muy grande. Además de esto, el primer año que teníamos que hacer los presupuestos de 2016 hicimos una provisión de 3.600 millones de euros para pagar cosas del tiempo anterior, la mayoría pufos, pero también había otras cosas.

Empezar así ya se pueden imaginar cómo es pero además este año cuando pensábamos que el tema estaba todo tapado, hemos tenido que hacer nuevas provisiones de 900 millones de euros. Por lo tanto, esto es una carga muy intensa junto a los costes financieros de la deuda acumulada porque llegamos aquí con más de 41.000 millones de euros y esto significa unos costes financieros enormes. De hecho, en el primer presupuesto, la segunda Conselleria del Gobierno de la Generalitat era la Conselleria de la deuda.

Así evidentemente para un Conseller de Hacienda, entrar en estas condiciones no era lo más bonito del mundo. A pesar de todo, hemos hecho muchas cosas y estoy muy orgulloso de lo que ha hecho el Gobierno y mis compañeros y compañeras del Gobierno porque las limitaciones eran obvias pero la ilusión no nos la quita nadie.

La pregunta del millón. ¿Cómo es posible hacer estas medidas con la situación actual de financiación?

Sí, es una pregunta interesante. Bien en principio no robamos cosa que es muy importante porque esto ahorra mucho dinero al contribuyente. No es un problema moral, es un problema de dinero. También ser más eficiente como por ejemplo centralizando compras. Esto nos lleva a pensar que los recursos son limitados y a pesar de todo hemos podido hacer cosas. En 1 año hemos reducido casi en más de 1 punto el déficit. Estábamos en el 2,59 en el 2015 y pasamos a 1,53 en el año 2016. Esto en la situación de infrafinanciación que estábamos era casi un milagro.

Hemos luchado contra el déficit, lo hemos reducido y por lo tanto estamos a favor de la estabilidad presupuestaria, creemos que esto es bueno pero al mismo tiempo no hemos hecho recortes, se habían hecho muchas antes. Nos tenemos que felicitar pero no el gobierno sino la sociedad valenciana en general porque es muy importante que la sanidad se mantenga con calidad, que se hayan reducido las listas de espera, que hayan reducido muchísimo las familias que no recibían ni un solo euro en dependencia por ejemplo y hemos llegado a 45.000 familias además de las que entran en el sistema.

2018 de nuevo, la Comunidad Valenciana será la que menos recibirá de los Presupuestos Generales del Estado. ¿Cree que el Estado central nos castiga para tener un gobierno de izquierdas?

Yo no hago juicios de intenciones, yo constato la realidad. La realidad es que tenemos 264 euros menos per cápita, es decir, por persona, menos que la media de las Comunidades Autónomas. En el año 2017, una vez se junta toda la financiación que se aporta por el sistema y dos años antes.  Esto quiere decir que durante 2 años el señor Montoro ha tenido 1. 500 millones de los valencianos que ha tenido él y ha hecho lo que le ha dado la gana. Este sistema es un sistema perverso lo mires por donde lo mires y desde la perspectiva valenciana mucho más, significa que tenemos menos recursos.

Cuando Montoro plantea, ya lo hizo el año pasado, subir una décima el déficit, yo le dije que no y la Generalitat Valenciana se plantó. Nosotros no podemos aceptar esto porque veníamos del 2,59 al 0,6 era una broma de mal gusto para nosotros. Sobre todo porque el problema que tenemos no es un problema de gasto. No es que gastemos más que la media, al contrario, gastamos menos que el resto. El problema del déficit son los recursos que no llegan y por lo tanto esto es evidente. Cualquiera persona adulta lo puede entender.

Ha pasado una décima en el techo de déficit del 0,3 al 0,4. Yo miraba al Ministro Montoro y me preguntaba pero usted está hablando en serio. Yo bajo del 2,59 al 1,53, ahora ¿qué puedo llegar al 1%, apretando mucho?  El 0,4 está a mucha distancia y ya veremos si llegamos a 1% porque la situación de partida es la misma, es la infrafinanciación.

Además tienes que escuchar que como no cumplimos, tenemos que pagar intereses al FLA que nos llega. Por lo tanto, esto llega a una situación de perversión conceptual. ¿Por qué no cumplimos? No por falta de ganas sino porque no nos llegamos el dinero que toca. Yo estaría orgulloso de cumplir pero no puedo cumplir porque no puedo sacar los niños de la escuela, ni tengo que cerrar centros de salud.

¿Qué puedo hacer? No cumplir el déficit. Es lo único que puedo hacer. Cuando mejore la financiación, estaré en mejor capacidad de "cumplirlo". Porque realmente el cumplimiento es el techo de déficit que pone de manera unilateral el Ministro Montoro a las Comunidades Autónomas. ¿Por qué Montoro pone ese techo de déficit? "El que parte y reparte se queda con la mejor parte".

En Bruselas pone 2,2 para el año que viene de déficit y el Ministro interpreta el 2,2 como le da la gana. Por ejemplo, 0% de déficit para los Ayuntamientos, para el Estado 0,7, para la Seguridad Social, 1,2% y como grande magnanimidad, pasa del 0,3 al 0,4% para las Comunidades Autónomas.

¿El señor Montoro está pensando en el ciudadano? ¿En que está pensando? ¿Por qué se da para él un 0,7%?. El estado del bienestar depende en gran parte de las Comunidades Autónomas.

Cómo dice él, "es la ley señor Consejero", pues entonces cambie la ley. Por eso nuestra reivindicación es firme, creemos que esta oportunidad que tenemos de pensar en el sistema de financiación tiene que ser a fondo y cambiando la médula de este asunto.

Bloque 2

¿Qué podemos hacer los valencianos ante esta situación de infrafinanciación?

Todo, yo creo que hemos hecho una cosa importante que es sumar voluntades. Hoy todos los partidos políticos, la sociedad, los empresarios, la sociedad civil, la gente habla de estas cosas y esto es muy importante porque yo cuando voy a discutir estas cosas en Madrid, ya sé lo que está pasando aquí y voy con mucha más fuerza. No es un problema de facilidad dialéctica, esto tiene que ver con la situación socioeconómica de nuestra tierra.

En segundo lugar, tenemos que ser reivindicativos, tenemos que ser tajantes, tenemos que recordarlo, hemos conseguido una cosa muy importante. Hoy mismo en un periódico económico madrileño se plantea el tema valenciano como un tema muy singular y esto no pasaba antes. Pone dos ejemplos una comunidad muy financiada y otra mal, y somos el ejemplo de la mala.

¿Es suficiente? Yo creo que no. Por ejemplo, la manifestación planteada para el mes de octubre yo creo que es necesaria y  que se llenen las calles de Valencia. La situación es imposible que continue así.

Hablemos de los Presupuestos de 2018 de la Generalitat Valenciana. ¿Qué nos puede avanzar?

La vía por la cual queremos ir la hemos empezado hace 2 años. Es una vía de transparencia, de seriedad, de rigor, de no malgastar el dinero porque el dinero de los contribuyentes es sagrado. Tenemos las cuentas claras y el ciudadano si hace clic con un botón sabe todas las transacciones de este gobierno. Cada 3 meses tiene conocimiento de los saldos bancarios, todo. Es que no hay nada a esconder.

El problema que teníamos nosotros es sobre todo en las empresas públicas donde se había hecho de todo en el pasado, aquí las inercias nos han costado un poco más cambiarlas pero estamos siendo muy estrictos.

Partíamos de una situación que había 1.800 millones de euros en el 2015 de ingresos no existentes. Eran unos apuntes contables para equilibrar gastos y seguramente, no tengo ni idea, lo pactarían en un despacho con el ministro de Hacienda.

Eran 1.800 millones de ingresos que no existían y había 1.100 millones de euros de gasto extrapresupuestarios. Sumas y son 2.200 millones fuera de presupuestos que no eran reales.

En primer lugar, hemos hecho más realista la partida de Sanidad, llevando a presupuestos lo que era real, después introducir una partida de ingresos reivindicativos, esos 1.300 millones que son los que nos diferencian de la media. Si hacemos una multiplicación, 264 euros por 5 millones de personas que somos salen los 1.300 millones, es decir, reivindican los 1.300 millones de financiación y los ponemos aquí, explícitamente que son ingresos que no existían en los Presupuestos del Estado pero que tenemos todo el derecho a tenerlos.

Por lo tanto, aún así, estamos en la vía. En el primer presupuesto hicimos lo perentorio, en concreto las políticas de inclusión que estaban al 60% de la media española y esto era una injusticia increíble porque las familias de un dependiente en casa no tenían los recursos que tienen en otro lugar de España.

También en Sanidad para que llegara a la media y en educación, etc. Pagaron los recortes las infraestructuras, las políticas industriales que son fundamentales para el futuro y en el 2017, ya intentamos meter un poco de dinero. Para sostener el estado del bienestar, se tiene que contar y si no tienes una economía competitiva no podrás sostener el estado del bienestar.

Por lo tanto es importante que podamos invertir en políticas industriales, logística, innovación tecnológica, en la empresa valenciana. En los valencianos, hay mucho espíritu emprendedor pero muchas veces los recursos a la financiación privada son difíciles, se tiene que hacer políticas de cambio, de internacionalización, de incremento de la productividad.

En este tercer presupuesto iremos en esta línea que ya hemos marcado en los dos primeros años.

En cuanto a la política de los Grandes Acontecimientos, ¿qué línea tiene el nuevo Consell?

Hemos mantenido la Volvo Ocean Race y el mundial de moto en Cheste. Las prioridades han cambiado de arriba a abajo, el dinero está para aquello que se necesita y no para la juerga flamenca que teníamos aquí montada" y creo que las cosas van por el camino que queríamos con los aciertos y errores que tenemos porque somos personas y nos equivocamos pero está claro que esto funciona de otro modo, no sólo con transparencia sino también con una gestión mucho más responsable.

Otra empresa valenciana manchada de casos de corrupción ha sido Feria Valencia.¿ Cómo será la nueva Feria Valencia?

Lo que hemos pactado los 4 partners, es que el Patronato se disuelva, el Ayuntamiento de Valencia ceda el espacio para que la Generalitat pueda hacer lo que crea conveniente. En concreto, es competencia de la Conselleria de Economía y la Conselleria dee Hacienda lo que hemos hecho es la absorción de la deuda de la feria que era multicentenaria.

Se abre una nueva etapa para buscar un socio tecnológico que entre sin la abultada deuda para hacer Feria. Tiene que ser un socio tecnológico capaz de invertir porque aquello que tenemos en Benimàmet es un mausoleo a la extravagància, se tiene que llenar de actividad y queremos que no vuelva a ser una carga para la Generalitat.

Bloque 3: Personal

Usted fue Conseller en la primera legislatura de Joan Lerma. Ahora con el nuevo Consell de Ximo Puig. ¿Cómo ha cambiado la política valenciana de ese Consell hasta el actual?

Sólo hay 30 años de diferencia. Primero éramos muy jóvenes entonces y eso es muy importante. En ese momento, había muchas ilusiones porque suponía construir la Generalitat, la administración autonómica.

Yo soy de una generación que nos hemos manifestado en la calle por la libertad y el estatuto de autonomía. Yo he sido detenido por eso y he pasado por Jefatura. He estado en el tribunal de orden público y vengo de una generación que luchaba por la democracia pero también por el autogobierno.

Tener el gran privilegio de pasar de manifestarte en la calle a poder construir la administración de la GVA fue todo un privilegio. Éramos poca gente y me sentí privilegiado que con dos laborales, 3 máquinas de escribir, 3 pisos alquilados y 4 funcionarios, hicimos una administración. Esto para un Conseller era todo un reto, por lo tanto la inyección de ilusión para poder concretar era un reto precioso.

30 años más tarde el reto es parecido porque después de 20 años de desastre de mal gobierno, había mucho por hacer. Cuando llegamos, mientras otras comunidades tenían un alto porcentaje de administración electrónica, aquí sólo teníamos el 6%. yo quiero acabar la legislatura con el 100% de administración electrónica en sólo 4 años.

Esto es muy significativo de aquello que queremos hacer. El gran reto es mejorar la financiación. Hay unos cuántos retos básicos que pueden dar estabilidad al autogobierno de los valencianos y yo creo que aquí en España falta un poco de cultura federal.

La cultura federal es muy sencilla porque hay una distribución de competencias pero sobre todo hay un respeto mutuo, hay una lealtad mutua entre administraciones. Se nota que ahora no hay lealtad mutua.

Todo esto está por hacer. Todo lo que rodea a la infrafinanciación es la incapacidad de resolver los problemas de los ciudadanos. Decir no a un cambio de financiación autonómica es decir no al estado del bienestar.

Por lo tanto, es un momento bonito para hacerlo ante el desastre desde hace 20 años.

¿Qué le pasó por la cabeza cuando el Presidente Ximo Puig le propuso coger la Conselleria de Hacienda?

Tuve 24 horas para decidirme. Yo era el decano de la Facultad de Economía e iba a asistir al acto de la toma de posesión del Presidente que era un domingo y el sábado a mediodía yo estaba haciéndome una paella en Roquefort y de pronto me llama por teléfono el Presidente.

Somos amigos de hace muchos años y me llamó por teléfono y le dije: Ximo no te preocupes que mañana iré a la toma de posesión y me dijo que no quería hablar de esto. Me suelta lo que me suelta y me dice que sólo tengo 24 horas para decidirlo.

Yo estaba 20 años fuera de la política, estaba dedicado a la carrera profesional, al mundo universitario, había ganado la cátedra y ahora era decano. Estaba muy involucrado en el mundo académico pero también es verdad y se lo dije al día siguiente. Le dije a Ximo: Mire, Presidente, Sí, por dos motivos.

"Primero por mi País, yo soy muy valencianista y sabía cómo había quedado mi país después de 20 años. Pero también le dije por "Tí". Porque Ximo creo que en este nuevo mundo de la izquierda plural, del mundo de la diversidad, tú serás un magnífico presidente y creo que tienes el talante personal y político para gobernar desde la pluralidad."

Muy poca gente daba algo por este Gobierno del Botánico y ya sin embargo ya llevamos 2 años con una estabilidad superior a la que tenía el PP cuando estaba con mayoría absoluta donde el vicepresidente espiaba al presidente.

Hay diferencias, si, pero muchas veces son de carácter personal. Las políticas socialdemócratas que hacemos son políticas reformistas. Son del talante del PSPV y también de Compromís. Es un gobierno reformista, es un gobierno posibilista. También sabemos de donde venimos y queremos que esto continue y por lo tanto tenemos todos los ingredientes para que esto dure.

Entre los ingredientes básicos está la buena química entre el Presidente y la Vicepresidenta. Entre Ximo y Mónica y en la medida que me toca a mí intento poner mi granito de arena para que esa cohesión se mantenga.

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