Valencia se afianza como epicentro logístico del sur de Europa

La baja disponibilidad de suelo, el empuje del puerto, el Corredor Mediterráneo y las grandes inversiones industriales han convertido a Valencia en un mercado estratégico para los principales fondos internacionales.

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Bloc Logístic de Riba-Roja del Túria
Bloc Logístic de Riba-Roja del Túria

En los últimos años, Valencia ha dejado de ser una promesa para convertirse en una de las realidades logísticas más sólidas de Europa. Así lo demuestra el informe “¿Por qué Valencia?” elaborado por BNP Paribas Real Estate, una radiografía detallada de un mercado que vive un momento de efervescencia sin precedentes. Entre datos de contratación récord, ampliaciones portuarias y grandes inversiones industriales, la ciudad se ha posicionado como uno de los destinos logísticos más atractivos del continente.

Un mercado en mínimos históricos de disponibilidad

Uno de los datos más relevantes es la tasa de disponibilidad, que se sitúa en apenas un 0,92% durante el primer trimestre de 2025, una de las más bajas de toda Europa. Esta escasez de oferta ha empujado al alza las rentas prime, alcanzando los 5,65 €/m² en promociones como Newdock en Loriguilla o EQT Exeter en Picassent. Desde 2019, se han absorbido más de 1,26 millones de metros cuadrados de stock logístico, un crecimiento del 71% que evidencia la fuerte demanda.

Atractivo para la inversión internacional

Valencia ha logrado posicionarse como el mercado logístico más dinámico de España en relación a la contratación frente al stock disponible (11,8%), superando a plazas históricamente más potentes como Madrid (7,5%) o Barcelona (6,6%). Esta efervescencia ha llamado la atención de fondos institucionales internacionales, que cada vez apuestan con más fuerza por la ciudad, comprando suelo incluso sin inquilino asegurado, en previsión del continuo auge de la demanda.

La palanca: el Puerto de Valencia

Detrás de este empuje se encuentra, en gran parte, el Puerto de Valencia. Es el primero del Mediterráneo y el cuarto de Europa en tráfico de mercancías. Su especialización en contenedores, sus conexiones con más de 1.000 puertos en 168 países y su estratégica ubicación entre Asia y América convierten al puerto en el motor logístico de la región.

Actualmente, el puerto se encuentra en plena expansión. La nueva terminal, que estará operativa en 2029, duplicará su capacidad hasta alcanzar los 12 millones de TEUs. La inversión conjunta pública y privada supera los 1.750 millones de euros e incluye una terminal totalmente electrificada y una gran estación ferroviaria.

Hinterland y Corredor Mediterráneo: la red que articula el crecimiento

El área de influencia del puerto –su hinterland– es otra de las claves del atractivo logístico valenciano. Desde aquí se canaliza un 42% del PIB español. Con inversiones en conectividad hacia Zaragoza, Teruel o Albacete, y gracias a la futura culminación del Corredor Mediterráneo en 2027, Valencia estará aún más integrada en el circuito europeo de mercancías, mejorando su competitividad frente a otros hubs como Hamburgo, Rotterdam o Marsella.

Macroinversiones industriales y nuevos polos logísticos

Además del puerto y el corredor, otro de los vectores de crecimiento es la llegada de grandes inversiones industriales. La gigafactoría de Volkswagen en Sagunto, la planta de Edwards Lifesciences en Moncada o la expansión de Power Electronics en Llíria son solo algunos ejemplos. Estas industrias necesitan soporte logístico inmediato, lo que impulsa nuevas plataformas como las de Inditex en Sagunto (267.000 m²), Jysk en Almenara (164.000 m²) o Consum en Aldaia (120.000 m²).

Zonas como Ribarroja, Almussafes, Picassent o Sagunto se perfilan como núcleos clave. Esta última, por ejemplo, ofrece grandes parcelas con rentas más contenidas, atrayendo operadores que buscan eficiencia sin alejarse del puerto.

Retos y oportunidades

El principal reto es, precisamente, la falta de suelo finalista. Aunque hay margen de desarrollo (el pipeline logístico previsto hasta 2029 suma más de 650.000 m²), las lluvias torrenciales, la necesidad de infraestructuras resilientes y la competencia de mercados como Madrid siguen siendo desafíos.

Sin embargo, las oportunidades superan con creces estos obstáculos. El mercado valenciano ofrece rentabilidades más atractivas que Madrid o Barcelona, sigue abriéndose a nuevas localizaciones y presenta un amplio recorrido para la creación de stock. Además, cuenta con ventajas intangibles, como la calidad de vida y disponibilidad de vivienda, que atraen talento logístico cualificado.

Valencia ha dejado claro que no solo compite, sino que lidera. Con más de 350.000 m² contratados anualmente durante los últimos cuatro años, una red logística en expansión, un puerto estratégico y la confianza de inversores internacionales, la ciudad se sitúa en el centro de las decisiones logísticas de Europa.

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