De acuerdo con los datos proporcionados por la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios), los productos de alimentación volvieron a subir en julio de 2023 un 0,8%, acumulando ya una subida interanual del 10,8% en el IPC (Índice de Precios de Consumo) de esta partida. Unos datos que suponen un incremento de cinco veces más que el índice general, que se queda en el 2,3%. Sin embargo, lo más alarmante es que esta subida de precios en el sector de la alimentación ha afectado, mayoritariamente, a productos básicos.
De esta manera, las mayores subidas interanuales se encuentran en el azúcar (44,3%); los aceites y grasas (20%); la leche (18%); las patatas (17%); la carne de cerdo (16%) o los huevos (13%). Además, durante el mes de julio, también se notó una subida de precios del 11,6% en las legumbres y la fruta fresca. De hecho, el mes pasado, tan solo la fruta sufrió un incremento de precios de casi un 9%.
Ante este escenario, la OCU no solo reclama al Gobierno de España que aumente las ayudas en los hogares más vulnerables, sino que denuncia que esta subida generalizada en los productos básicos está provocando que la población modifique sus hábitos de compra y, por tanto, dejen de lado seguir una dieta saludable, variada y equilibrada.
En este sentido, de acuerdo con la última encuesta sobre hábitos de consumo realizada por la Organización de Consumidores y Usuarios, “nueve de cada diez consumidores estaban modificando sus hábitos, priorizando los productos en oferta y primando las marcas blancas y las compras en los súper de descuento”. Asimismo, se reflejaba una “disminución de la compra de productos frescos, como la carne y el pescado – que cayó en un 32% el pasado mes de diciembre – o las frutas y verduras para sustituirlas por alimentos envasados y congelados”.
Una situación que, en palabras de la OCU, “muestra las dificultades para llegar a fin de mes”, especialmente en el caso de las economías vulnerables. Por este motivo, exigen al Gobierno “aumentar de manera urgente y sustancial el importe del cheque de 200 euros para familias con ingresos de menos de 27.000 euros, así como el número de beneficiarios, aumentando a su vez los límites de ingresos”.
Asimismo, consideran fundamental que el IVA del 0% se aplique también a la carne y el pescado, principales fuentes de proteínas. En este sentido, la OCU pide “un esfuerzo a toda la cadena alimentaria para tratar de buscar soluciones que contribuyan a reducir los precios de los productos básicos”.