La temporada turística de este 2025 en la Comunitat Valenciana ha estado marcada por la recuperación definitiva y por un cambio de tendencias que confirma la fortaleza del sector. Con cifras que han superado previsiones y con un papel protagonista del mercado internacional, el verano ha dejado un balance más que positivo en destinos como Benidorm, València o Alicante.
Para analizar en detalle estas dinámicas, hablamos con Mayte García Córcoles, directora ejecutiva de Hosbec, la patronal hotelera y turística más representativa de la Comunitat Valenciana, que agrupa a hoteles, apartamentos y campings. En esta entrevista, García desgrana los resultados de la temporada, explica por qué Castellón se mantiene como un destino principalmente nacional, señala las nacionalidades que más han marcado el verano y reivindica el papel de los alojamientos alternativos.
¿Cómo resumiría la temporada turística y hotelera de este verano en la Comunitat Valenciana?
Ha sido una temporada muy positiva. Aunque al principio había cierta cautela, con mucho inventario de habitaciones pendiente de vender y un comportamiento muy desigual según zonas, lo cierto es que los meses de junio, julio, agosto y septiembre han superado las expectativas. Las reservas confirmadas nos hacían ser prudentes, pero el resultado final ha sido incluso mejor de lo previsto.
Además, el papel del turista internacional ha sido clave. En destinos emblemáticos como Benidorm o València han mejorado los datos respecto a 2024 y han ayudado a consolidar la recuperación. Veníamos de unos meses muy duros y, por eso, poder hablar hoy de un balance tan positivo es un éxito para el sector.
¿Qué tendencias se han consolidado o han cambiado este año?
Aquí sí que se ha visto un cambio claro. El mercado internacional ha mostrado una preferencia muy marcada por nuestros destinos, y dentro de él el británico ha sido protagonista. Junto a él, mercados como el holandés, el portugués o incluso el islandés han crecido con fuerza y empiezan a diversificarse mucho más.
Por otro lado, el turista internacional suele anticipar sus reservas, mientras que el nacional sigue actuando más a última hora y con cierta contención. Eso ha marcado diferencias importantes entre unos y otros. También destacaría que los hoteles de cuatro estrellas o más han registrado las mejores cifras de ocupación. Esto demuestra que el esfuerzo de modernización del sector hotelero está dando resultados y que hay una clara apuesta del viajero por este tipo de producto.
El turista internacional ha sido clave para superar las expectativas de este verano en la Comunitat Valenciana
¿A qué se deben las diferencias de resultados entre Castellón, València y Alicante?
En el caso de Castellón, las infraestructuras y la falta de conexiones aéreas directas todavía limitan la llegada del turista internacional, aunque cada vez gana más peso. Aun así, es un destino muy atractivo para el mercado nacional, con una oferta familiar y asequible que funciona muy bien.
Por eso diría que confluyen dos factores: por un lado, la accesibilidad para el público español, y por otro, el hecho de que el turista internacional lo va descubriendo poco a poco. Además, Castellón está reforzando su producto turístico y diversificándolo con propuestas culturales, deportivas y gastronómicas, lo que sin duda abre nuevas oportunidades de futuro.
¿Le ha sorprendido algún dato en particular del análisis de esta temporada?
Sí, y mucho. En Benidorm, durante agosto y septiembre, el mercado británico ha llegado a igualar al nacional en representatividad, algo inédito en pleno verano. Normalmente, la proporción se invierte en esos meses, pero este año ha sido justo al contrario: más del 60 % de ocupación internacional, con entre un 30 y un 40 % de británicos, frente a un 40 % nacional.
También ha sido muy significativa la consolidación de València como destino internacional, con cuotas que en algunos momentos han superado el 70 %. La capital reúne todas las condiciones de una gran ciudad turística: gastronomía, cultura, sol y playa. Es un mix perfecto que la sitúa al nivel de las grandes capitales europeas en la elección de vacaciones.
En Benidorm, el mercado británico ha llegado a igualar al nacional en pleno agosto, algo inédito hasta ahora
¿Qué municipios o zonas están emergiendo con más fuerza?
La provincia de Castellón está destacando especialmente. Está recibiendo inversión, mejorando mucho su producto hotelero y combinando costa e interior con propuestas deportivas, musicales, culturales y gastronómicas. Ejemplos como Magic World demuestran el potencial de desarrollo turístico de la zona. Poco a poco, se está posicionando como un referente más allá del turismo familiar tradicional.
¿Qué papel juegan los campings y otros alojamientos alternativos?
Un papel muy relevante. En Hosbec también analizamos datos de campings y apartamentos turísticos, y los resultados han sido excelentes. En la Comunitat, muchos campings funcionan como auténticos resorts, con bungalows, cabañas y una oferta de actividades muy variada. Además, están muy desestacionalizados, lo que permite mantener altos niveles de ocupación durante todo el año.
Un ejemplo claro es la zona de Benidorm, donde los campings han superado el 90 % de ocupación en prácticamente todos los meses, con un peso internacional, especialmente británico, superior al 70 %. Este modelo complementa muy bien la oferta hotelera tradicional y aporta un valor diferencial que también atrae al mercado extranjero.
¿Cuáles han sido las nacionalidades más relevantes este verano?
Depende del destino, pero hay algunas constantes. En Alicante, el mercado británico es el líder indiscutible, acompañado por holandeses, belgas, portugueses e italianos. En València ciudad destacan especialmente el italiano y el estadounidense, con cuotas cercanas al 10 % cada uno. En Castellón, el francés es el mercado internacional más fuerte, mientras que en zonas como l’Alfàs del Pi o Altea predominan los países nórdicos.
En definitiva, hablamos de una gran diversidad que, además, se distribuye de forma distinta según cada provincia.
¿Podemos decir que junio y septiembre ya se consolidan como meses fuertes de temporada?
Sí, sin duda. Aunque requieren más trabajo de comercialización y promoción, los resultados ya son comparables a julio y agosto. En ese sentido, podemos hablar de una temporada estival que se extiende desde junio hasta septiembre, lo que permite dar más estabilidad a la actividad turística.
En lo personal, ¿cuál considera el mejor momento del año para irse de vacaciones?
Lo ideal sería poder disfrutar de varios momentos a lo largo del año y no concentrar siempre las vacaciones en el mismo periodo. La Comunitat tiene la ventaja de ofrecer costa, interior y destinos urbanos en cualquier estación. Así que, más que elegir una fecha concreta, lo mejor es poder ser “turista” varias veces al año.
No podemos ser anfitriones donde no tenemos la mejor calidad de vida
¿Y cuáles son los principales retos de cara a la próxima temporada?
El reto sigue siendo la desestacionalización y la integración del turismo en la vida diaria de nuestros destinos. Queremos que la Comunitat sea uno de los mejores lugares para visitar porque también es uno de los mejores lugares para vivir. Y, como solemos decir, no podemos ser anfitriones donde no tenemos la mejor calidad de vida.