El precio de algunos alimentos sufrirá una rebaja destacada en las superficies comerciales gracias a la futura ley contra el desperdicio alimentario. Este proyecto tiene como objetivo reducir exponencialmente los alimentos que tanto supermercados como establecimientos hosteleros malgastan.
En este sentido, los consumidores serán los grandes beneficiados, ya que productos frescos como frutas y verduras e incluso la carne tendrán una rebaja de sus precios. Concretamente, y como ya se realiza en algunas superficies, se rebajarán aquellos productos con taras o con una fecha de caducidad próxima.
Esta ley impondrá la obligación de vender a mitad de precio o con promociones los alimentos con la fecha de consumo recomendado próxima a ser vencida, con el fin de acelerar su venta y evitar que acaben en la basura. En todos los casos se deberá dejar claro al consumidor el porqué de las promociones y tendrán que estar diferenciados en los estantes.
En el caso de la restauración, será habitual encontrarse con una práctica ya muy extendida en nuestros restaurantes, como es ofrecer al cliente llevarse las sobras de su comida sin suponer un coste adicional.
Asimismo, tanto tiendas como restaurantes podrán firmar convenios con bancos de alimentos, ONG o comedores sociales para donarles los excedentes de unos alimentos que, en condiciones óptimas para el consumo humano, también se podrán destinar a la elaboración de zumos o mermeladas. Cuando el consumo humano ya no esté garantizado, estos sobrantes se utilizarán para alimentar el ganado o elaborar piensos y, finalmente, también podrán ser reconvertidos en abonos o en biogás.
En España se desperdiciaron 1.364 millones de kilos de alimentos únicamente en 2020.
Hoy se aprueba el proyecto de ley que, posteriormente, deberá ser ratificado por el Congreso para que entren en vigor estas medidas.