Disparada y sin control. La inflación continua marcando cifras de récord y se sitúa, en el mes de julio, en el 10,9%, siendo la cifra más alta desde septiembre de 1984, según los datos avanzados publicados este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
El Índice de Precios de Consumo (IPC) ha subido siete décimas más respecto a lo registrado en junio, en ambos casos por encima de la media nacional, tal y como reflejan los datos. El incremento porcentual acumula ya tres meses en 2022 por encima del 10%.
Un consumidor medio que haya comprado en lo que va de año, con los mismos bienes y la misma cantidad que el año pasado, habrá pagado por ellos un 8,8% más.
Según el INE, la escalada del IPC anual se debe, principalmente, a la subida de los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas, la cual registró una bajada en julio de 2021 pero ahora presenta una subida del12,5% debido a la carne, leche, quesos, huevos, pan y cereal, y al comportamiento del vestido y calzado, cuyos precios bajan menos que el año pasado, ya que han aumentado en un 5%. Además, el encarecimiento de la vivienda, con una subida del 23% debido a los elevados precios de la electricidad también ha afectado a los precios.
En el conjunto de España, el IPC ha subido un 10,8% en julio con relación al mismo mes de 2021, 0,6 puntos por encima de junio. Los precios han reputado sin excepción en todas las comunidades autónomas y la variación anual supera el umbral de dos cifras excepto Madrid y Canarias, que se quedan cerca del temido 10%. Los augmentos más notables se han producido en Navarra y la Rioja (1,2 y 1,1 puntos respectivamente), mientras que el repunte menos significativo es el de la autonomía madrileña, con una diferencia de una décima.