El Gobierno de Pedro Sánchez y las patronales bancarias (AEB, CECA y UNACC) han pactado implantar una serie de medidas para proteger la economía de miles de familias que mensualmente deben pagar una hipoteca. Este paquete de medidas, que entrará en vigor mañana jueves, se enmarca dentro de una coyuntura económica caracterizada por la subida del Euríbor que ha encarecido las cuotas hipotecarias.
Así, el principal objetivo de estas medidas es reducir la carga que tiene la hipoteca en los ingresos de los hogares, especialmente, aquellos que se encuentran en una situación de mayor vulnerabilidad. En concreto, esta norma actúa en tres vías: contribuye a aliviar el gasto de la hipoteca de las familias vulnerables; facilita la conversión de las hipotecas variables a las de tipo fijo; y se mejoran la amortización anticipada de los créditos.
Medidas para las rentas inferiores a 25.200 euros al año
En el caso de aquellos hogares que tengan unos ingresos de menos de 25.200 euros anuales, se ampliará y reforzará el Código de Buenas Prácticas que lleva vigente desde 2012. De este modo, estos hogares podrán obtener una rebaja del tipo de interés durante el periodo de 5 años de carencia. Asimismo, se ampliará a dos años el plazo para solicitar la dación en pago de la vivienda, se contempla la posibilidad de una segunda reestructuración, en caso necesario y se amplía de seis a doce meses el plazo para poder solicitar el alquiler social.
Mientras tanto, aquellos hogares, también con rentas menores a 25.200 euros, que dediquen más del 50 % de sus ingresos mensuales a pagar la hipoteca, podrán acogerse al Código con una carencia de dos años y, así, conseguir un tipo de interés menor durante este periodo y un alargamiento del plazo de la hipoteca en hasta 7 años.
Adaptación a los nuevos intereses para las clases medias
El Estado también prevé medidas para las familias de clase media, aquellas que tienen una renta inferior a 29.400 euros al año, y hayan firmado una hipoteca hasta el 31 de diciembre de 2022; y en las que la hipoteca haya subido al menos un 20 %.
De este modo, los bancos deberán ofrecer a estos casos la posibilidad de congelar durante 12 meses la cuota, un tipo de interés menor sobre el principal aplazado y un alargamiento del plazo del préstamos hasta 7 años. Así, el Ejecutivo calcula que este nuevo Código pueda contribuir a la economía de 700.000 familias.
Códigos de adhesión voluntaria de los bancos
Aún así, estos nuevos códigos que buscan aliviar le gasto de la hipoteca en las economías de las familias vulnerables y de clase media, no son de obligado cumplimiento por todas las entidades bancarias. Por ello, los bancos podrán implantar o no todas las medidas que se incluyen en ellos y que se han aprobado conjuntamente por las patronales bancarias y el Gobierno.
Se ha establecido el plazo de un mes para que las distintas entidades financieras se sumen a estas medidas y el objetivo es que estén vigentes a partir del 1 de enero de 2023. Sin embargo, el Gobierno ha fijado unos mecanismos para verificar que las entidades que se sumen a estas buenas prácticas cumplen con las mismas: comisiones de control para vigilar la acción de los bancos o la creación de la Autoridad de Defensa del Cliente Financiero.
Facilidades parta cambiar de hipoteca a plazo fijo a una variable
Las hipotecas a plazo variable han sido las que más se han incrementado como consecuencia del aumento del Euríbor, es decir, el precio al que las entidades financieras se prestan dinero entre sí. Es por ello que el Gobierno quiere potenciar la contratación de hipotecas a plazo fijo.
Por este motivo, entre las medidas acordadas se encuentra facilitar el cambio de tipo variable a tipo fijo, por lo que se han eliminado hasta finalizar el año 2023 todas las comisiones que había que abonar cuando se cambiaba de una clase de hipoteca a otra. Una vez finalice el 2023, se reducirá de forma permanente el coste de convertir una hipoteca a tipo variable a una tipo fijo del 0,15 % al 0,05%.