Binter da un paso más en su expansión peninsular incorporando Valencia como nuevo origen de vuelos hacia las Islas Canarias. Hoy, en València Extra, hablamos con Jonay Lobo, director de Programación, Gestión de Ingresos y Alianzas de la aerolínea, para conocer qué hay detrás de esta apuesta, cómo encaja en la estrategia de crecimiento de la compañía y de qué manera sigue presente su filosofía de cohesión territorial en cada decisión.
¿Por qué decidisteis incorporar a Valencia como nuevo origen de vuelo hacia las Islas Canarias? ¿Qué os motivó a apostar por esta ciudad?
Lo primero es el atractivo de la propia ciudad y de la región en sí, y que era una comunidad donde todavía no volábamos. Luego, evidentemente, todo lo que representa en términos de potencial económico, turístico y de población nos parecía muy interesante, no solo para los canarios que quieran visitar Valencia, sino también a la inversa. Creemos que es un mercado importante donde puede triunfar nuestra forma de volar, lo que nosotros llamamos el "modo canario de volar".
¿Qué representa para Binter ofrecer a los valencianos la posibilidad de volar a cualquiera de las islas con una sola escala y sin coste adicional?
Es parte de nuestra filosofía. Binter nació para conectar las islas, cohesionarlas, y seguimos con ese objetivo. Operamos entre 220 y 230 vuelos diarios entre islas. La conexión gratuita no es solo una ventaja comercial, es nuestra manera de entender el servicio. No hablamos de destinos individuales, decimos que volamos desde las Islas. Esa es nuestra identidad, unir las Islas entre sí y con el exterior. Este servicio sin coste adicional, aunque suponga un esfuerzo, es algo que solo podemos ofrecer nosotros y nos sentimos muy orgullosos de ello.
¿Cómo funciona exactamente ese servicio gratuito de conexión interinsular? ¿Habéis tenido que ampliar la flota?
Funciona como si compraras un billete a cualquier destino. A través de la web o de agencias, puedes reservar un Valencia–La Gomera, por ejemplo, y el sistema te da opciones con conexión sin coste adicional. Son conexiones muy cómodas, nada que ver con otros hubs grandes como Madrid. Aquí puedes tener una escala de una hora o una hora y cuarto.
Además, tenemos productos como el stopover, que por unos 30 o 40 euros permite hacer una escala en otra isla durante varios días, y el pass, que te permite moverte entre islas en un mismo viaje. Son productos que lanzamos pensando especialmente en los no residentes.
¿Qué peso tiene el aeropuerto de Valencia dentro de vuestra estrategia de crecimiento?
Aunque acabamos de empezar a operar, ya es nuestro cuarto aeropuerto en términos de frecuencias semanales. Hemos salido con una oferta sólida: volamos cuatro días a la semana desde ambas islas, con horarios diferenciados. Desde Tenerife por la mañana y desde Gran Canaria por la tarde. Así damos flexibilidad para configurar el viaje de la forma más conveniente para el pasajero.
¿Cómo están siendo los primeros datos de ocupación? ¿Qué previsiones manejáis para los próximos meses?
Estamos contentos. En abril tuvimos el efecto positivo de Semana Santa, pero también en mayo y junio las previsiones son muy buenas. Es una ruta donde hay competencia, con productos distintos, pero vemos que estamos encontrando nuestro hueco en las preferencias tanto de los valencianos como de los canarios.
¿Qué margen de crecimiento veis aquí? ¿Más frecuencias o nuevos destinos directos?
Acabamos de empezar, pero no descartamos ningún escenario en el futuro. Queremos consolidar esta oferta, que no sea solo estacional, sino mantenerla todo el año. Si la demanda sigue como hasta ahora, evaluaremos si aumentar frecuencias o abrir nuevas rutas. Por ahora, seguimos analizando datos para tomar decisiones a medio y largo plazo.
Has mencionado que Binter es más que una aerolínea. ¿Qué papel juega esa filosofía de cohesión territorial en vuestro día a día?
Muchos de los que trabajamos aquí somos canarios o vivimos aquí, así que entendemos muy bien la importancia de estar conectados. Volar es parte de la vida cotidiana en Canarias. Por eso, todo lo que hacemos tiene un impacto en la sociedad… que también son nuestros amigos y familiares. Esta filosofía se refleja también en el servicio al cliente: damos agua, chocolatinas, y antes incluso periódicos físicos. Ahora lo hacemos en digital. Tenemos pasajeros que vuelan con nosotros 200 veces al año. Somos parte de su vida, y eso lo llevamos muy presente.