Miembros del Consell y dirigentes agrarios han participado en una reunión celebrada en Bruselas en la que se ha dado un “paso importante” para establecer controles a los cítricos que importa la Unión Europea (UE) de Sudáfrica. El president de la Generalitat, Ximo Puig, junto a una delegación integrada por representantes del sector citrícola de la Comunitat Valenciana, ha mantenido un encuentro en el seno de la UE con la responsable de la Comisión Europea en materia sanitaria, Sandra Gallina.
El president ha subrayado en este sentido que la directora general ha salido de la reunión teniendo "más claro que nunca" que resulta una "urgencia" actuar contra los problemas de plagas generados por la falta de control fitosanitario a las importaciones procedentes de Sudáfrica, dando "un paso importante" para lograr que se aplique el tratamiento en frío a estos cítricos.
La delegación valenciana contaba, además, con la presencia de la consellera de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, Mireia Mollà; el embajador representante permanente adjunto ante la UE, Raúl Fuentes, y la eurodiputada Inmaculada Rodríguez-Piñero. Por parte del sector citrícola, han acompañado al president responsables de Intercitrus y Comité de Gestión de Cítricos, AVA, Unió de Llauradors, Asaja-Alicante, UPA y cooperativas agroalimentarias.
Problema de seguridad alimentaria
Y es que, tal y como se le planteaba a la máxima autoridad sanitaria europea, se trata de “un problema de seguridad alimentaria". "Tenemos una situación en la que el campo en la Comunitat Valenciana está sufriendo unas plagas que vienen de fuera y que la UE debe frenar de la manera más rápida que pueda ser posible", indicaba Puig, que insistía en que lo que está en juego es "garantizar la seguridad alimentaria de los ciudadanos de la UE" y reconocía que la representante comunitaria estaba "convencida" de la necesidad de actuar de forma "urgente".
En este sentido, el president exigía la aplicación del principio de reciprocidad para establecer unos controles que el sector citrícola de la Comunitat Valenciana ya está aplicándose en sus exportaciones a mercados como el estadounidense y que incluso Sudáfrica acepta para introducir sus productos allí donde se le exige.
Por ello, ha considerado un "hito importante" el encuentro celebrado en Bruselas para reivindicar el establecimiento del tratamiento en frío a los productos citrícolas que importe la UE de países terceros. "Hay que buscar una solución global, y no solo por Sudáfrica, sino porque no cumplen los reglamentos fitosanitarios" marcados con estándares europeos. "La prioridad es la sanidad", aseveraba el jefe del Consell.
A partir de ahora, la Generalitat, de la mano del sector, va a continuar insistiendo con "total rotundidad", en el ámbito técnico, articulando soluciones, y en el plano político, acelerando "al máximo" la "presión" para obtener un amplio acuerdo respaldado por el conjunto de los Estados miembros.
Las naranjas de Sudáfrica, importadoras de plagas
La falta de controles en la llegada de estos cítricos ha supuesto un duro golpe a la agricultura valenciana, no solo por la competencia desleal con los mismos, sino también por las pérdidas ocasionadas por las plagas importadas, como el caso del ‘cotonet’. Según la Unió de Llauradors, la plaga ha supuesto para los agricultores unas pérdidas de 120 millones de euros para los campos valencianos.
Al respecto, el Congreso aprobó ayer la enmienda transaccional entre Compromís y el Gobierno para la creación de un fondo de medio millón de euros para la lucha contra los efectos del ‘cotonet’ que afecta a los cítricos valencianos y que ha alcanzado ya a territorios como Murcia, Andalucía y Cataluña. Esta ayuda se sumará a los tres millones de euros que recibirán los agricultores afectados por la plaga en 2022 por parte del Consell.
Compromís alerta que hacen falta medidas duras para frenar plagas como la del ‘cotonet’ o la mancha negra y exige al Gobierno que pida el cierre la importación, a través de los puertos del territorio español, a los cítricos procedentes de Sudáfrica y de otros países, mientras no haya garantías plenas de que no son portadoras de plagas.
Baldoví considera que “cuatro años después de la puesta en marcha del acuerdo comercial de la Unión Europea con Sudáfrica, la citricultura valenciana ha encadenado sus peores campañas con incalculables pérdidas y se ha generado un alto riesgo fitosanitario”.