¿Qué le pasa al Valencia CF?

Guardar

¿Tres partidos son suficientes para calificar a un comienzo como un mal comienzo? Los tres primeros duelos y, por qué no, las tres primeras derrotas han sido derrotas de naturaleza distinta. Aunque la delantera mostró lo que tenía, contra Las Palmas la defensa no existió. En Eibar el problema fue la efectividad y el mérito de los locales (ayer ganaron de visita al Granada). En el 2-3 de ayer, podría decirse que el principio del final fue la expulsión del capitán blanquinegro, pero no la razón última de la estrepitosa caída frente al Betis.

Terminado el encuentro, Enzo Pérez contó a VCF Radio que pidió disculpas al entrenador, a Suso y a sus compañeros cuando regresaron al vestuario. Un ejercicio de humildad admirable. Como capitán, se sentía “el primer responsable de la derrota”. Sin embargo, el argentino —a pesar de todo, uno de los grandes aportes de este Valencia 2015-2016— vive una ilusión: él no ha sido el responsable. La verdad es que, a diferencia de los otros encuentros, nadie en particular tuvo la culpa. Fueron los contragolpes los que mataron al equipo. La desconcentración.

En rueda de prensa, Ayestarán afirmó estar todavía “ilusionado con la plantilla”. Puede estarlo, es cierto, porque tiene jugadores, mas no resultados.  Medrán cambia el tono cada vez que entra (¿hay alguna razón misteriosa por la que no parte desde el inicio?). Además, pudo verse que Garay pelea y hasta sube si las circunstancias lo requieren, que Mangala es un defensa más fuerte que Abdennour y que, si Munir se apresura y el partido está cuesta arriba, responde. Su aporte queda parcialmente claro.

¿De quién es la culpa, entonces? Hay buenos futbolistas, hay voluntad e incluso existe capacidad de resiliencia como la que vimos contra el Betis. Es verdad, el problema del equipo son los goles en contra más que los goles a favor. También es verdad que aún no hay una defensa constituida; ese sigue siendo el gran hueco porque hace diez días el argentino y el francés no se conocían para nada en el campo. Como sea, siempre, siempre pasa algo. Ayer no fue la excepción.

Poco a poco el Valencia se está sumando a los equipos europeos que han sido importantes en sus respectivos países y que hoy se mueven como una sombra por la tabla de clasificación, como el Manchester United (sobre todo el de la temporada anterior) o el AC Milan y el Inter italianos. Así, lo del equipo del Túria parece una maldición moderna. Y las maldiciones tienen algo común con lo que podrían ser las verdaderas causas del mal momento: vienen del pasado.

No vamos a hablar de Alcácer o Mustafi porque su adiós es demasiado reciente. Pero vamos a mirar un poco hacia atrás, no tan atrás… ¿serán significativas las partidas de Otamendi, Negredo, Piatti, entre otros? ¿Dejaron un hueco insalvable en sus respectivas posiciones? ¿Tendrá algo que ver ese hombre de negocios que hace dos años adquirió el 70,4% de las acciones del club, convirtiéndose en dueño del Valencia? ¿Hay una mentalidad empresarial que está mermando el aspecto futbolístico? ¿O es mejor simplificar y culpar a Pako?

El Valencia se salva de ser colista porque el Celta ha recibido dos goles más tras perder 0-4 contra el Atlético. Por ahora, la afición necesita resultados y esta tercera derrota consecutiva no contribuye a ello. La próxima prueba es en el San Mamés el domingo 18 de septiembre. Si este duelo parece difícil, aún quedan Barcelona, Real Madrid, Sevilla… Mejor dejemos de contar.

Destacados