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Un rival difícil para Voro. El Villarreal de Escribá en su estadio de La Cerámica puede ser un problema cuando se lo propone, pero no cuando le pintan un panorama difícil como lo hizo el equipo blanquinegro.
El Valencia finalmente salió con el “trívote” de Soler, Parejo y Enzo en el medio, uno que funcionó muy bien contra el Espanyol y que en este partido no lo hizo peor. Así, desde los primeros minutos se notó que este partido era el derby valenciano, ya que ambos equipos se acercaron a la portería opuesta con vehemencia.
Como es natural, esto trajo consecuencias. A los 10’ Soler pasó a Munir y este casi superó a Asenjo, en la que fue la primera alerta del choque. A los 20’ Alexandre Pato tuvo la primera para el Villarreal después de que la defensa de Voro, bien hasta ese momento, se desconcentrara.
Luego de que el partido se entrampara en faltas y lances individuales, a los 34’ Nani desbordó por la izquierda, dejó a dos jugadores atrás y con bicicletas de por medio centró hacia atrás y quién más… Soler hizo su primera conquista con el Valencia, y un gran gol.
Solo cinco minutos después Santi Mina aprovechó un error de Asenjo y con un movimiento muy astuto aprovechó el error y marcó el segundo gol del equipo visitante. Con esto, impulsó a un Valencia que hacía un partido vertiginoso para infortunio de los amarillos, que en el descanso habrían de pensar en la reacción.
Sin embargo, en el inicio del segundo tiempo fue el conjunto del Túria el que salió con más ánimos de hacer el tercero. Funcionaba prácticamente en todas las líneas, lo que quedó demostrado en una jugada colectiva en que participaron cinco jugadores valencianistas y que Soler no pudo convertir en gol. Una acción cada vez más frecuente para los de Voro.
El Villarreal, que alertó con un palo de Pato en la portería de Alves, cambió su espíritu con la entrada de Castillejo e intentó remontar el marcador, exigiendo al oponente en los últimos veinte minutos y permitiéndole contragolpes más que creación.
Cuando quedaban diez Voro quiso enfriar las cosas: sacó a Soler, el jugador del momento sin ninguna duda, y metió a Mario Suárez para aportar contención en la mitad del campo y aguantar el resultado. Un momento después, Mina salió por Zaza en el primer duelo del italiano para acostumbrarse a su nuevo equipo.
Los locales se apagaron y cayeron en la trampa del hombre de Alcudia sin lograr el descuento, para dar lugar a la segunda victoria consecutiva del Valencia y al primer partido en la temporada con la portería a cero.