El pasado 23 de abril, Día del Libro, más de cincuenta personas con discapacidad intelectual participaron en una acción conjunta en línea, organizada por la asociación Llena Inclusión Comunidad Valenciana. Leyeron fragmentos del libro Mujeres inspiradoras, de Sara Rodríguez en lectura fácil. La iniciativa "Queremos leer fácil" pretende poner en foco en la necesidad de este tipo de libros, que utilizan una metodología de frases cortas, sujeto, verbo y predicado, que explica las palabras complicadas y que no utiliza tiempos verbales complejos entre otras cuestiones, sobre todo en las bibliotecas, puesto que actualmente son poquísimas las que se han sumado al reto de romper cualquier clase de barrera para conseguir la accesibilidad universal.
Y es que las limitaciones físicas o arquitectónicas son las visibles para la ciudadanía en general y son las que se utilizan con frecuencia para denunciar que la accesibilidad universal no está plenamente garantizada para todas las personas. Aun así, existe un desconocimiento mayoritario de que implica el concepto 'accesibilidad universal' y que va mucho más allá del acceso físico, que supone que las personas puedan coger y manipular objetos cómodamente, así como desplazarse, llegar, entrar y permanecer en diferentes lugares de manera cómoda. Para completar la definición habría que añadir, en primer lugar, la accesibilidad sensorial, que implica que las personas puedan acceder, a través de los sentidos, a la información necesaria para manipular objetos y desplazarse por los votantes y que lo hagan de manera cómoda. Y, en segundo término, la accesibilidad cognitiva, que significa que las personas entiendan el significado de su entorno y de los objetos y puedan acceder a la información para utilizarlos de forma cómoda y fácil.
Campaña de Queremos leer fácil de Plena Inclusión
Acceso a la cultura universal
Este tipo de accesibilidad es, según subrayan los colectivos que trabajan con personas con discapacidad intelectual, el más desconocido no solo por la sociedad, sino por las mismas administraciones autonómicas y locales, que se encuentran en una fase muy embrionaria en cuanto a la evaluación de las barreras que dificultan el acceso de estas personas en muchos ámbitos de la vida cotidiana. "Las personas con dificultad de comprensión son las principales beneficiarias de la accesibilidad cognitiva, pero enriquecen y mejoran la experiencia de todas las personas", señala Vicen Castillo, gerente de Plena Inclusión Comunidad Valenciana, una oengé sin ánimo de lucro y que es la entidad más representativa del sector en la Comunidad Valenciana, con un total de 59 asociaciones y más de 7.000 personas con discapacidad intelectual.
En este sentido, la responsable del movimiento de asociaciones de personas con discapacidad intelectual y del desarrollo y sus familias subraya que las dificultades de comprensión no son únicamente características de estas personas, sino que también las presentan colectivos como ahora las personas mayores, las personas analfabetas, las personas migrantes, los turistas que no conocen el idioma o los niños más pequeños. "Por eso cuando decimos que la accesibilidad universal es beneficiosa para toda la ciudadanía lo hacemos con conocimiento de causa. Desgraciadamente, nos encontramos con una sociedad que no es inclusiva, que todavía no ha entendido que todos tenemos el mismo derecho a acceder a todo en iguales condiciones de igualdad con independencia de nuestras capacidades", explica Castillo
Bibliotecas concienciadas
En este sentido, son muchísimas las personas con discapacidad intelectual las que desean disfrutar de las mismas lecturas que el resto. "Aunque la mayoría de las novelas pueden ser difíciles de comprender, las personas con discapacidad tienen derecho a no estar condenadas de por vida a leer únicamente libros infantiles y juveniles. Hace falta que existan en las bibliotecas más ejemplares con la metodología de lectura fácil", reclama la responsable de comunicación de Plena Inclusión, Blanca Barberá. Además de los libros, piden que documentos oficiales, formularios, páginas web, leyes y recetas médicas sean validados por expertos en lectura fácil. Esto significa que un grupo de personas que tienen dificultades para leer tiene que comprobar que el texto es comprensible. "Queremos lectura fácil muy hecha y por eso las personas que adapten y validan textos tienen que tener formación", insiste Barberá.La de este año es la tercera iniciativa, con relación al Día de Libro, que la entidad, que colaboró en el rodaje de la exitosa película "Campeones", pone en marcha para sensibilizar la sociedad. Y los resultados van llegando, pero despacio. "El impacto más grande lo hemos tenido en los municipios donde tenemos representación de la asociación, puesto que estas personas se encargan de hablar con la persona encargada al Ayuntamiento y las bibliotecas", explica Barberá. En València, también hay interés y cada vez hay más bibliotecas de la red municipal que compran ejemplares de lectura fácil, según apuntan desde la entidad, que valora los esfuerzos de la Administración para conseguir una sociedad más igualitaria para todos y todas.