José Luis Pérez Pont: "antes de 2016, los artistas en el Consorci de Museus no recibían honorarios por su trabajo, ahora si"

El Director del Consorci de Museus pone en valor los más de 150 proyectos artísticos que se han llevado a cabo en lo que va de año con una inversión de 586.000 euros para el impulso de la creación artística

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José Luis Perez Pont está al frente del Consorci de Museus desde hace cuatro años. La transparencia en su gestión, la dignificación de los artistas y la accesibilidad de la cultura a todos ha supuesto una auténtica revolución que cumple con su filosofía de espacio "agitador de cultura". Analizamos la evolución durante este tiempo y también la transformación que ha supuesto para los espacios culturales en tiempos de la pandemia.

La actividad que ha generado el consorcio de museos durante el confinamiento se ha reconvertido un poco en digital. ¿Cómo llegáis a esa evolución?

Es una cuestión en la que las circunstancias mandan. Nuestro propósito y nuestro cometido es el de prestar un servicio público de calidad en materia cultural en el Centre del Carme, pero también a nivel autonómico a través del Consorci de Museus, de manera que ese mismo esfuerzo que hemos hecho estos últimos años por hacer llegar la cultura y hacerla accesible, llegue cada vez a una parte mayor de la población. De este modo, establecimos una filosofía de trabajo, a través del soporte digital, que permitiera generar proyectos y propuestas culturales que fueran accesibles a través de la página web y de las redes sociales para hacer que la cultura llegara a todas partes en un momento en el que la cultura especialmente, y se puso de manifiesto, era necesaria.

'Durante el confinamiento hemos sido capaces de generar toda una batería de contenidos culturales creados específicamente, en concreto 80 acciones culturales que ha sido realmente un gran esfuerzo para nuestro pequeño equipo humano pero que respondía a nuestro compromiso'

Creo que muchas personas que a lo mejor no eran del todo conscientes se han dado cuenta hasta qué punto la cultura forma parte de su vida y cumple una función porque en este tiempo, ¿quién no ha leído un libro, visto una película, una serie, ha jugado a un juego o ha leído? Todo eso son acciones que ha hecho todo el mundo de una manera o de otra y nosotros queríamos seguir contribuyendo a ese concepto de agitación cultural y trasladarlo a la herramienta digital, y por lo tanto hemos desarrollado, durante estos dos meses de confinamiento, toda una batería de contenidos culturales creados específicamente, en concreto 80 acciones culturales que ha sido realmente un gran esfuerzo para nuestro pequeño equipo humano pero que respondía a nuestro compromiso por seguir prestando un servicio público y atender especialmente las necesidades de dos segmentos de población que nos parecían particularmente sensibles los niños y jóvenes y las personas mayores.

¿Nos puedes dar una cifra estimada del impacto que han tenido estas orientaciones en visitantes, usuarios o visitas?

La verdad es que numéricamente no sé decir. No obstante, sí que somos conscientes de que ha habido una receptividad y una respuesta en acciones, como el proyecto "Desde mi ventana", en el que han participado 60 o 70 personas, de entre ellos algunos profesionales de primer nivel como diseñadores, autores de cómic, artistas, creativos, arquitectos, etc., es decir, gente de diferentes ámbitos ha participado en ese proyecto, pero también niños de todas las edades, y todo esto, por ejemplo ahora se muestra en la exposición que tenemos en el Centre del Carme, que es un proyecto fruto de una situación muy concreta. Nunca se concibió como un proyecto expositivo pero sin embargo ha adquirido tal potencia que ha saltado de las redes sociales a la sala de exposiciones, ha cubierto, digamos, el sentido inverso al habitual, ya que habitualmente se genera un producto cultural presencial y eso tiene una repercusión en redes sociales y en el espacio digital, sin embargo en este caso el proyecto se concibió como una herramienta cultural digital y su impacto social ha hecho que se convierta en una exposición. Creo que ha sido el primer proyecto inaugurado post confinamiento, pero desarrollado durante el mismo y eso está ya abierto al público y hasta final de agosto se podrá visitar aquí.

¿Cómo es posible concebir una exposición así, y en dos meses, tenerla y mostrarla? ¿Es viable? ¿Es normal?

Nosotros habitualmente trabajamos con plazos mucho más largos, por ejemplo, nuestras convocatorias son para dos años. En 2017 por ejemplo sacamos convocatorias para programar de 2018 a 2020 y los artistas y los comisarios han tenido en dos o un año, dependiendo de cuando les ha tocado su proyecto en el calendario, pero como mínimo, un año de trabajo lleva un proyecto siempre detrás, y en algunos casos, dos años y más. Esto ha sido una circunstancia extraordinaria resultado también de la gran capacidad creativa que tiene el ser humano y más cuando se encuentran determinadas circunstancias. Por otra parte, a pesar de que somos pocos, estamos siempre dando el 100% para que las cosas funcionen con agilidad. Para nosotros habría sido más cómodo decir: "bueno estamos confinados, qué pena, que tristeza, no podemos hacer nada", pero lo cierto es que hemos dotado de ordenadores portátiles a todos los trabajadores, de teléfonos móviles de empresa, que, por supuesto ya lo tenían, pero hemos dado las herramientas para poder seguir trabajando, y por supuesto las ganas que tenemos todos, las traemos de casa para continuar haciendo cosas y seguir impulsando proyectos y apoyando al sector. Lanzamos, por ejemplo, la convocatoria "cultura online" cuando llevábamos un mes más o menos confinados con el objetivo de generar por una parte contenidos culturales que se irán mostrando a partir del mes de julio en nuestras redes sociales y por otra parte, poder apoyar a 100 artistas, comisarios, galeristas y creadores de diferentes ámbitos de las artes visuales para que en una situación tan complicada como esta, pudieran tener una pequeña salida de realizar un pequeño proyecto.

¿Cómo nace y como se adapta el CCCContes? ¿Qué respuesta ha tenido?

' Nosotros dedicamos una parte muy importante de la programación del Consorci de Museus en toda la Comunitat Valenciana y del Centre del Carme a ese segmento de población de familias con bebés, con niños pequeños, ya que nos parece que el futuro de la cultura está en ellos. '

A nosotros nos pareció que hay determinados sectores de la población especialmente sensibles ante una situación tan extraordinaria y tan poco habitual como la del confinamiento, en nuestro caso es la primera vez que a todos nosotros nos sucede algo así, por eso, nos parecía que los más pequeños, lógicamente, podrían tener dificultades para adaptarse a tantas horas estar en casa. Nosotros dedicamos una parte muy importante de la programación del Consorci de Museus en toda la Comunitat Valenciana y del Centre del Carme a ese segmento de población de familias con bebés, con niños pequeños, ya que nos parece que el futuro de la cultura está en ellos, de manera que tenemos que hacer la siembra ahora para que algún día tengamos una estupenda cosecha. Yo sinceramente, cuando era pequeño, lo echaba de menos porque yo tenía inquietudes culturales y al final son cosas que uno nace con ello o no, pero también hay cosas que se aprenden, y quienes ya nacimos con inquietudes culturales pasamos una infancia, en aquel momento, porque no había oferta cultural para niños. De manera que creo que es nuestra responsabilidad subsanar esa carencia, ese déficit e implementar medidas, acciones y proyectos que permitan que cualquier ciudadano, sea cual sea su edad, tenga la capacidad de poder participar culturalmente en la sociedad de su tiempo.

En este sentido, pusimos en marcha "Espai de Telles" para bebés de cero a tres años aquí en el Centre del Carme como proyecto piloto y en el primer año recibimos más de 10.000 bebés en ese "Espai de Telles", y eso nos hizo, lógicamente, abanderar ese proyecto que es pionero en el Estado español y abrir otro similar adaptado el Espai d’Art Contemporani de Castelló, otro en el Museu de Belles Arts d’Alacant, un cuarto en el Museo Arqueológico de Gandía y estamos trabajando para abrir más espacios de estas características en otros municipios y en otros museos, porque nos parece que es la forma de convertir un espacio museístico, que a priori no está pensado para la dimensión de los bebés, adaptarlos a la dinámica cultural y hacerlo sentir en casa.

¿Qué os han transmitido los padres cuando traen a sus bebés a estas salas?

Nosotros a veces recibimos el feedback presencialmente porque lo comentan a los auxiliares de sala o a las personas que se ocupan de educación y mediación aquí en el Centre del Carme, pero a veces también recibimos ese feedback por comentarios que publican los propios padres en las redes sociales. Como ejemplo, recuerdo uno que nos hizo especial emoción de una madre que estaba entusiasmada porque su bebé había gateado por primera vez en el "Espai de Telles" y claro, es que este espacio es un espacio de aprendizaje, de crecimiento motriz, de descubrimiento sensorial, de activación con el entorno, es un espacio de experimentación en todos los sentidos entonces, esa función la cumple desde el momento en el que los usuarios detectan que eso es útil y se convierten en usuarios habituales. Nos ha sucedido también, al ser un proyecto tan pionero esto ha tenido repercusión en prensa internacional entonces han venido turistas franceses e italianos, por ejemplo me consta, preguntando en recepción directamente por el espacio de los bebés, vienen directamente turistas y buscan ese espacio porque lo han visto en prensa especializada o en alguna forma.

¿Qué balance haces de las actividades culturales que se llevan a los centros educativos?

Nosotros trabajamos con el convencimiento de que la cultura es una herramienta de transformación social y, por lo tanto, el hacerla accesible es un elemento fundamental, pero no solamente con el propósito de que las personas vayan a visitar museos y centros de arte, sino que la cultura se incorpore como un elemento natural a la vida de las personas como un aspecto más de su vida qué es lo que es, pero que se normalice. En este caso, el acceder con proyectos culturales y con lenguajes contemporáneos al ámbito educativo nos parece interesante sobre todo porque ni tan siquiera en las universidades, en concreto en la de Historia, la mayor parte de veces sólo un grupo muy reducido de estudiantes, que directamente estudian contemporáneo, tiene conocimiento de los lenguajes artísticos actuales, y a mí eso me parece un problema.

'Para mí ha sido sinceramente un reto y un objetivo y lo era desde el momento que presenté el proyecto de dirección para el Consorci de Museus el trabajar tratando de acortar esa distancia que existe entre la capacidad de comprender de la ciudadanía y lo que está sucediendo en el ámbito del arte y de la cultura en sentido amplio. '

Hay una realidad, que es la realidad global de la ciudadanía, y otra realidad, que sucede en la cultura contemporánea, en concreto en el arte, pero también en las artes escénicas, la música y en los campos de experimentación que son aquellos en los que el ser humano, en este momento, está desarrollando iniciativas culturales que están un paso por delante de lo que es convencional. Por esa razón, digamos que existe esa dificultad para llegar a comprender lenguajes visuales artísticos, que no son los convencionales y eso provoca que una parte de la población genere una barrera y una resistencia, simplemente, porque es la resistencia que nos genera cualquier experiencia que desconocemos, porque nos produce una incertidumbre, un desasosiego y un no saber exactamente como se gestiona o como se maneja esa circunstancia.

Para mí ha sido sinceramente un reto y un objetivo y lo era desde el momento que presenté el proyecto de dirección para el Consorci de Museus el trabajar tratando de acortar esa distancia que existe entre la capacidad de comprender de la ciudadanía y lo que está sucediendo en el ámbito del arte y de la cultura en sentido amplio. En este sentido, llevar proyectos a los centros educativos, a través de la convocatoria "Residències Artístiques" por ejemplo, son proyectos de producción artística en centros educativos que seleccionamos treinta colegios cada año en toda la Comunitat Valenciana y seleccionamos 30 proyectos para llevar a cabo en esos centros, siempre con la complicidad, lógicamente, de los profesores y de los equipos docentes que son los que posibilitan y estimulan que eso suceda sino sería directamente imposible. Por suerte hay también en el sector educativo muchos profesores y muchas personas con ganas de que sucedan cosas diferentes, de manera que, aportamos algo que está fuera del programa curricular, propiamente de la educación, pero que sin embargo, amplificamos con unas experiencias que están más allá de lo reglado pero que, por otra parte, aportan una riqueza.

¿Habéis conseguido trasladar esas experiencias propias en los centros educativos a los museos con un incremento de visitas?

Sí, yo creo que las personas una vez entran en contacto con las experiencias artísticas y se sienten parte de ellas descubren un mundo que les apasiona realmente porque todos tenemos una capacidad creativa latente innata, en mayor o menor grado, que es como una botella de champán que puede ser estupenda, pero si no la descorchas pues ahí se queda, y a lo mejor hasta se hace añeja. Pues en este caso igual, necesita que circule, que se ventile, quitar el tapón, entonces nosotros trabajamos con ese objetivo de descorchar y abrir caminos de experiencia y de disfrute de arte y de la cultura. Lo cierto es que la respuesta de público joven y escolar que tenemos el Centre del Carme, así como otros proyectos que hacemos en otros espacios del Consorci de Museus es muy potente y se ha incrementado en estos últimos años de una forma importante y muchas veces son los propios niños y jóvenes los que arrastran a las familias a visitar el Centre del Carme, otros museos y centros de arte.

Habéis sido pioneros en España en la fase dos al celebrar el primer evento presencial artístico-cultural del artista Iván Miño Quintet. Me gustaría que me dieras un balance de esta experiencia y si vais a seguir así, si vas a seguir compartiendo esa dualidad para que la gente que no pueda venir que pueda hacerlo, como ha pasado en otros eventos multitudinarios que habéis hecho.

Sí yo creo que a todo hay que sacarle una parte buena, yo soy una persona positiva y enfoco las cosas siempre desde una perspectiva de ver qué podemos aprender de eso. Entonces, si algo hemos podido aprender de esta experiencia es que tenemos que ser capaces de generar contenidos culturales presenciales, pero a la vez, generar contenidos culturales online, y otros, que sean presenciales pero que tengan una transmisión en directo y que luego se queden grabados y alojados digitalmente para que sean accesibles a cualquier persona en el tiempo. Esto funcionó, sinceramente, bien el día del concierto con el que nos estrenamos con una primera actividad cultural presencial. Tuvimos un público no muy abundante, veinte personas, era nuestra primera actividad, queríamos que todo estuviera controlado y reglado.

De hecho, el primer día que abristeis que fue el mismo Día Internacional de los Museos teníais hasta una cola de gente para entrar, ¿os esperabais que la gente tuviese hambre de cultura?

Para nosotros fue una alegría poder abrir al público el Centre del Carme el día 18 de mayo, el Día Internacional de los Museos, y encontrar cuando abrimos la puerta que había personas esperando para entrar. Por suerte hemos realizado nuestros deberes, previamente en el Centre del Carme en cuanto a desinfección de todo el edificio con tratamiento especial para COVID, desinfección de las obras de arte para que estuviera todo impoluto, y además, hemos reforzado auxiliares para controlar los aforos de las salas, hemos reforzado el servicio de limpieza, de manera que cada hora se desinfectan tiradores, cuartos de baño, suelos, etc., en fin está todo más limpio que cualquiera de nuestras casas, de manera que esto, junto con unas alfombrillas desinfectantes en la entrada, el gel hidroalcohólico y el uso de mascarillas, se ha garantizado y garantiza que la visita sea segura. Progresivamente, los visitantes van volviendo a retomar sus hábitos culturales, llevamos ya tres semanas completas que podemos contabilizar en las cuales hemos tenido 680 visitantes la primera semana, 733 la segunda semana y la tercera semana, hemos tenido ya 1356, por lo tanto, el incremento está siendo importante y progresivamente vamos retomando nuestros hábitos del consumo cultural que, yo creo que poco a poco se van a ir normalizando conforme también vayamos incorporándonos al trabajo y la vida social el distanciamiento necesario y todas las medidas de seguridad necesarias.

A nivel de presupuesto, ¿qué ha supuesto para vosotros en el Centre del Carme?

Todo el incremento en medidas de seguridad, de personal, el refuerzo de personal, etc., representan unos 110.000€ más de gasto para hacer frente a esta situación. Ciertamente, garantizar la seguridad al nivel al que lo estamos haciendo no es barato, pero, por otra parte, también estamos dando trabajo a más personas es por eso que también nos parece que es positivo porque más personas están trabajando porque necesitamos un refuerzo de limpieza de seguridad, de auxiliares para permitir que las salas estén con el control de aforo adecuado, etc.

Otra de las áreas importantes que lleváis son las convocatorias públicas, me gustaría que me hicieras un pequeño balance, porque hay mucho dinero detrás de ello y al final  permite a los artistas exponer con criterios objetivos y además en espacios de calidad.

'Antes si no estabas situado en un determinado escenario político, afín a quien estaba gobernando, te quedabas excluido de la posibilidad de trabajar en una institución pública. '

Para mí era un objetivo importante en este periodo que estamos desarrollando en el Consorci de Museus,  cambiar la forma en la que la institución se relaciona con el sector profesional, de manera que para mí era importante generar cauces claros y abiertos que garantizarán la igualdad de oportunidades, la transparencia en la gestión y la democratización en el acceso a los profesionales de manera que, cualquiera con independencia de donde viva, qué preferencia política o de cualquier otro tipo tenga, o sea que todo eso no fueran obstáculos como sí lo han sido en el pasado. Antes si no estabas situado en un determinado escenario político, afín a quien estaba gobernando, te quedabas excluido de la posibilidad de trabajar en una institución pública.

Entonces, como profesional independiente que he sido durante veinte años y he visto ese tipo de funcionamientos y el tipo de servidumbres que se generaban alrededor del poder, me han parecido siempre inadecuados porque lo público es público y es de todos, no es un partido político, sea quien sea el que esté en cada momento gobernando, para garantizar esa igualdad de oportunidades y una transparencia en la gestión de los recursos públicos, que tanto hemos echado de menos durante tanto tiempo, había que establecer una nueva metodología de trabajo de manera que, el cambio la dirección del Consorci no solamente fuera un cambio de gustos o de criterios artísticos o estéticos, sino que realmente fuera un nuevo modelo de institucionalidad y que representará realmente una transformación mucho más profunda en cuanto a los procedimientos y las formas de hacer y de estar posicionada la institución como tal.

En este sentido, hemos generado durante estos años toda una batería de convocatorias públicas a las que se ha destinado más de dos millones y medio de euros hasta este momento, que directamente salen a convocatoria pública con unas bases con jurado siempre independientes, con los que se cuenta con profesionales a propuesta de las asociaciones de artistas, de críticos, de universidades de ONG, dependiendo de la tipología de la convocatoria, y siempre con profesionales independientes que son los que garantizan una selección rigurosa, independiente y donde no hay interferencia. En pleno confinamiento, hemos lanzado cinco convocatorias públicas, las cuales aún están todavía con el plazo abierto.

¿En que consiste la convocatoria pública de Europa Creativa?

Esta es una convocatoria en la que colaboramos que está dentro del programa Europa creativa y donde también está Eslovenia, Serbia y varios países europeos involucrados y desde España, es el Consorcio el que está colaborando en el proyecto y que está destinada a los estudiantes de arte. Luego, como convocatoria propias tenemos la de "Resistències artístiques" que cuenta con una dotación económica de 252.000€ y va dirigida a seleccionar treinta proyectos para llevar a cabo en treinta centros educativos de toda la Comunitat Valenciana y es el cuarto año ya que las sacamos y es un proyecto que ha funcionado muy bien durante las ediciones anteriores y sobre todo, ayuda a generar vasos conductores en el ámbito educativo que los vincula con la cultura contemporánea y con el Centre del Carme o con otros espacios museísticos del Consorci de Museus.

Igualmente, "Reset, relecturas de género y multiculturalidad" es un proyecto interesante que lo que viene es a profundizar en la investigación, en las colecciones públicas de los museos, para este año en el Museo de Bellas Artes de Alicante, el Museo de Arte contemporáneo de Vilafamés, donde se invita a que se propongan proyectos qué van dirigidos a la investigación, porque las colecciones de arte se han realizado, especialmente, las históricas desde un punto de vista de hombre, blanco, colonial y a lo que nosotros, lógicamente, no tenemos capacidad para nutrir esas colecciones con adquisiciones de hace siglos, porque eso hoy en día es inviable, pero si tenemos la capacidad de estimular la investigación para que se pueda completar el relato histórico y artístico de esas épocas históricas que no han sido debidamente representadas ni las mujeres ni otras culturas, de manera que, ese eurocentrismo blanco, queremos corregirlo aportando la visión de las mujeres y aportando la visión de otras culturas y enriqueciendo el relato, porque de lo contrario son relatos muy sesgados y que últimamente además reciben muchas críticas, como por ejemplo, el Prado, de como la falta de presencia de mujeres en las colecciones, a pesar de que tiene obras de mujeres en los almacenes, etc. De este modo, nosotros, en la medida posible, con este proyecto llevamos haciéndolo ya tres años y estamos aportando esa investigación para justamente corregir ese déficit histórico.

"Cercles" son proyectos de mediación cultural para jóvenes entre 14 y 18 años y son proyectos que desarrollamos en Alicante, València y Castelló, porque siempre estas convocatorias tienen una repercusión autonómica, y los dos año pasados estuvo funcionando la convocatoria y la respuesta ha sido estupenda y ha generado todo un grupo de jóvenes interesados en la cultura y en el arte que encuentran en esta oportunidad una especie de balón de oxígeno porque realmente, los jóvenes, hoy en día hay muchas más oportunidad, lógicamente, pero poder está realizando un proyecto directamente en un museo, en un centro de cultura con un profesional que les enseña técnicas, que les acerca a los lenguajes artísticos actuales y que les permite experimentar directamente y producir pequeñas obras, realmente es una experiencia muy interesante de la que hemos podido ver además resultados en el espai del Centre del Carme y de los resultados hay piezas ilusionantes, la verdad.

¿Cómo los artistas conocen o cómo llegan a estas convocatorias? ¿Cuáles son las vías que tenéis para comunicar estas convocatorias abiertas?

Las convocatorias se publican siempre en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana y como vía de comunicación oficial pero, lógicamente, lo compartimos a través de nuestra newsletter a todas las personas que están suscritas y lo divulgamos a través de nuestra página web, de las redes sociales y por supuesto a través de los medios de comunicación y de algunas plataformas de e-mailing especializadas en convocatorias en las que también incorporamos esa información para que circulen en los ámbitos profesionales especializados.

¿Cuál ha sido la respuesta genérica de los artistas ante este tipo de convocatorias abiertas?

Una respuesta muy positiva y se ve en el nivel de personas participantes en las convocatorias, que siempre es muy elevado. En la última convocatoria, por ejemplo, de cultura online tenemos que seleccionar cien proyectos, que son muchos, es la convocatoria más numerosa que hemos sacado hasta el momento, pero tenemos 830 solicitudes, de manera que es un volumen de respuesta importante. La respuesta siempre es muy positiva y sobre todo los artistas y los comisarios, los críticos dependiendo de los mediadores y educadores, según el tipo de convocatoria que hacemos, desde luego lo que valoran es la posibilidad de acceder a un contexto profesional donde además está todo pautado como regla transparente porque en la propia convocatoria te dicen cuáles van a ser tus honorarios, de qué presupuesto vas a disponer para poder producir el proyecto, por supuesto se hace un contrato donde todo se regula.

Todo este tipo de características que nos parecen evidentes, antes no se ponían en práctica, y es que antes de 2016, los artistas en el Consorci de Museus no recibían honorarios por su trabajo, y es que eso, lo hemos implantado de forma estable, continua y permanente en en este periodo de dirección, no anteriormente. Esas pequeñas diferencias son fundamentales no solamente por lo que significa que un artista reciba una remuneración por su trabajo, que es de justicia como cualquier otro profesional, sino que implica legitimar una determinada tarea, un determinado trabajo al mismo nivel que cualquier otra profesión. No es posible que un artista tenga que vivir siempre en un estado de precariedad extremo. Evidentemente, el mundo del arte es muy complicado para sacar adelante una trayectoria artística, y yo admiro y valoro enormemente a los artistas por la gran valentía y capacidad que tienen y su gran residencia, pero, por otra parte, si participan en un proyecto de una institución pública deben tener garantizados unos honorarios por su trabajo.

Y si antes estos honorarios no existían, ¿de qué vivían?

Se suponía que los artistas debían estar agradecidos al tener la oportunidad de exponer en un espacio como este, pero claro, es que de honor y gloria no se paga la hipoteca, ni el alquiler, ni la luz. Entonces nosotros no tenemos la capacidad de salvar, todo de un plumazo, la situación económica de todo el sector artístico de la Comunitat Valenciana, pero sin lugar a duda, aquellos artistas, comisarios, educadores, mediadores, etc., que hacen un proyecto con el Consorci del Museus reciben unos honorarios que están estipulados en las propias convocatorias desde el primer minuto.

Otro aspecto que os caracteriza mucho es que sois plenamente transparentes hasta el punto de indicar en las propias exposiciones el coste. ¿Qué les parece a los visitantes del Centre del Carme que seáis tan transparentes?

Yo creo que la mayor parte de la gente se sorprende porque es un ejercicio transparente que ni tan siquiera la ley de transparencia obliga tanto. Nosotros vamos un paso más allá y mostramos más de lo exigible o de lo que se exige pero a mí me parece que es necesario, sobre todo, porque se procede de una época con un nivel de opacidad extremo en el que yo como comisario he participado veces en proyectos con instituciones públicas en la Comunitat Valenciana en los que, como comisario, no he sabido que presupuestos estaba destinado a hacer ese proyecto, y por lo tanto, no he sabido cómo tenía que gestionar o cómo podía gestionar ese proyecto de la mejor manera porque al desconocer cuál es el límite presupuestario con el que estás manejando pues en realidad están dificultando que puedas hacer tu trabajo de una forma más eficiente. Todo este tipo de cuestiones cuando eres un profesional independiente y trabajas durante años vas detectando anomalías que no cuesta nada subsanar, que no cuesta dinero como es informar de cuál es el presupuesto de una exposición, informar públicamente de cuál ha sido el coste de ese proyecto, de qué presupuesto está destinado, de en qué partida se ha gastado y cuánto ha costado con esas partidas, me parece también que es contribuir a educar en cuanto a lo que significa el valor de la cultura, en lo simbólico pero también en lo económico porque las cosas valen dinero y a veces la gente no es consciente. Puesto que se está pagando con los impuestos públicos y con dinero público pues está bien que todo el mundo sepa en qué se está destinando el presupuesto.

Hace unas semanas inaugurasteis la exposición de Maribel Domènech que estaba prevista antes, pero con el confinamiento no pudo ser, ¿qué expectativas tenéis con esta exposición? ¿Qué aportará a los visitantes del Centre del Carme?

A mí me parece magnífica. Sinceramente, Maribel tiene un trabajo coherente a lo largo del tiempo y eso se ve en esta exposición que recorre 35 años de su trayectoria artística. En la exposición, se ve, por una parte, la evolución de su trabajo evidentemente, pero también la evolución puesta en contexto, la evolución de una forma de trabajar que desde los 80 comenzando con escultura en hierro va evolucionando hacia lo digital y hacia otro tipo de formato donde la tecnología interviene, donde la fotografía forma parte, donde los materiales que se incorporan son diferentes como el PVC, como el cable eléctrico, todo ese tipo de elementos tiene que ver con una transformación de la propia sociedad, de la propia forma de estar en el mundo y de comunicarse. Por otra parte, las temáticas que Maribel ha trabajado durante todo este tiempo que tienen que ver con el feminismo, por su preocupación por el medio ambiente, con el tema de la violencia de género y con la presencia de la mujer en la sociedad y también los movimientos ciudadanos y el activismo del que ella ha formado parte importante en esta ciudad en las últimas décadas, pues todo eso se ve reflejado en un recorrido artístico y estético de una gran potencia visual y que sin duda, no va a dejar indiferente a nadie pero qué sobre todo muestra un panorama creativo que es, en cierto modo, una memoria visual de lo que acontecido, en buena parte de nuestras vidas, en cuanto a cambios sociales.

A partir de ahora vais a combinar las exposiciones presenciales que además también podrán ser accesibles vía la propia web. Estoy evidentemente responde a más trabajo, ¿no?

Si, todo lo que se nos ocurre es más trabajo a parte de más dinero evidentemente, pero, sobre todo, más trabajo que es lo que tenemos más precario, que es la falta de recursos humanos, pero lo cierto es que ahora ya nos parece imposible concebirlo de otro modo después de la experiencia que hemos venido. De hecho, con la exposición de Maribel Domènech, hicimos una inauguración virtual antes de que se pudieran abrir físicamente los espacios culturales y el Centre del Carme, en concreto. Inauguramos la exposición el 15 de mayo, cuando todavía estaba el Centre del Carme cerrado al público con una visita virtual y dando accesibilidad a todo el mundo a través de esta herramienta pudiendo visitar la exposición virtualmente antes que físicamente, incluso añadiendo una sala extra, que ni tan siquiera está en la exposición y que nos muestra obras que no han cabido en la sala pero que hemos generado una sala virtual donde estas obras están de alguna forma expuestas y se muestran, pero solamente se pueden ver la visita virtual con una explicación de la comisaría, de Rocío de la Villa. Lógicamente, a partir de ahora, cada exposición llevará su visita virtual. Antes hacíamos vídeos de las exposiciones ahora iremos un paso más allá y en todas las posiciones habrá también un tour virtual que te mostrará de una forma profunda esa exposición, sobre todo, porque con independencia de que ahora están los espacios públicos culturales abiertos, hay personas que por salud, por distancia territorial o por cualquier motivo, no se pueden desplazar y de esta forma aunque nunca se va a poder suplantar la experiencia presencia y en directo de una obra de arte con una visita virtual, pero lo cierto es que la visita virtual al menos te permite poder tener una aproximación espacial, mucho más profunda, que una simple fotografía o un vídeo.

Se habla mucho del PIB que aporta la hostelería o el turismo, pero no hablamos del valor que aporta la cultura al PIB. ¿Crees que este tipo de visitas virtuales pueden potenciar que turistas de Alemania, por ejemplo, visiten Valencia para precisamente ver una exposición que hayan visto virtual en el Centre del Carme?

Yo creo que sí porque de hecho, antes del confinamiento, lógicamente, teníamos un nivel de visitantes extranjeros del 25%, qué es una tasa proporcionalmente pequeña  pero nos parece importante también que el Centre del Carme trabaje para la ciudadanía de proximidad. Me parece que es una equivocación que los museos y  centros culturales se conviertan en dispositivos turísticos y  no presten un servicio público a su propia población porque la cultura lógicamente es un reclamo turístico y el patrimonio es un reclamo turístico, y tiene un impacto económico lógicamente, pero el prestar un servicio cultural a la población de proximidad es fundamental para que realmente la sociedad cambie y evolucione en muchas cosas.

'El turismo que es el gran motor económico de este país y en concreto de la Comunitat Valenciana, es evidente que sin monumentos y sin museos tendría mucho menos atractivo y seguramente generaría muchas menos visitas y sería un polo de atracción mucho menor '

A veces cuando se hace la valoración del Producto Interior Bruto, la cultura para empezar tiene un PIB que está por encima del de la agricultura. La agricultura es fundamental evidentemente, pero en el PIB realmente la cultura está por encima. Hablamos continuamente de subvenciones para el sector agrícola, que me parecen justificadas y totalmente necesarias, sin ninguna duda, pero cuando se habla del dinero que se destina cultura, salen voces que de repente cuestionan y plantean la extrañeza, el por qué se destina dinero a la cultura y con mucha facilidad se le llama al sector cultural subvencionado o cosas por el estilo cuando lo cierto es que, el dinero que se invierte en cultura se multiplica y da beneficios en el PIB que a la vez genera impuestos, que a la vez el Estado cobra.

Por otra parte, el turismo que es el gran motor económico de este país y en concreto de la Comunitat Valenciana, es evidente que sin monumentos y sin museos tendría mucho menos atractivo y seguramente generaría muchas menos visitas y sería un polo de atracción mucho menor. De manera que la cultura no solamente genera valor en el PIB que produce directamente sino que tiene un impacto indirecto en otras parcelas económicas cruciales en la economía valenciana y española que a lo mejor no están siendo contempladas.

Habéis conseguido algo insólito un  engagement con la propia ciudadanía valenciana con muchos momentos como la exposición Okuda que generó unas sinergias qué trasladó de las fallas toda la sociedad valenciana y evidentemente al turismo. ¿Qué os ha aportado ese fenómeno para situaros en el mapa como un centro de referencia en València?

Creo que son muchos los aspectos que intervienen en ese cambio de dinámica del propio Centre del Carme que ha sido siempre un lugar maravilloso, bien ubicado en la ciudad y con una gran belleza arquitectónica y un gran valor patrimonial pero que, por algún motivo, era prácticamente desconocido para un gran número de ciudadanos y ciudadanas. Ha habido acciones que han tenido una gran trascendencia mediática y una gran respuesta del público como Okuda u otros proyectos, pero yo creo que realmente el secreto no son las acciones espectaculares, que sería como un riego a manta entre comillas, sino el riego por goteo, el estar constantemente generando proyectos culturales expositivos y de cualquier otra disciplina, porque en el Centre del Carme llevamos a cabo proyectos que tienen que ver con lo expositivo lógicamente porque es el punto fuerte de este espacio, pero también con la música, con las artes escénicas de pequeño formato, con la danza, con la literatura, y todo ello se ha ido entrelazando y generando toda una acción, que nosotros llamamos de agitación cultural donde la programación ha roto con los cánones de los museístico y de lo convencional para abrir la puerta a experiencias como asistir a una clase de yoga en el claustro renacentista el del Centre del Carme.

Todo este tipo de cosas hace que conectes con diferentes tipos de público y que rompas también esa hegemonía de "no sé mira, no se toca" donde casi parecía que no se podía ni respira, estamos viviendo en el siglo XXI una la relación con la cultura que es otra, la relación entre las personas ha cambiado también, lo digital ha entrado a formar parte de nuestra vida de una forma muy importante y todos esos elementos conviven y nosotros los que generamos es una programación cultural que atiende a las necesidades de diferentes segmentos de población. A mi me hace gracia veces cuando algunas personas me dicen que es imposible asistir a todo lo que programamos mi respuesta siempre es "que todo lo que programamos no está pensado para ti", estamos programando pensando en diferentes públicos, en diferentes segmentos de población y en diferentes necesidades culturales, de manera que es normal que tú no puedas asistir a todo. Hay cosas que están pensadas para ti y otras que están pensadas para niños, para jóvenes, para personas con diversidad funcional, para personas con Alzheimer, etc. Estamos trabajando con diferentes segmentos de población y con diferentes necesidades que tiene la ciudadanía porque la cultura, nuestro objetivo, es que llegue a todas y todos y que no se quede solamente en el ámbito de los especialistas qué es lo que tradicionalmente ha sucedido, que los museos era un reducto solo para especialistas. Nosotros trabajamos para que la cultura sea un bien de primera necesidad accesible por todas y todos.

Centre del Carme Cultura Contemporània

¿Cómo os ha afectado a la programación la crisis del coronavirus? ¿Se han podido mover todas las actividades programadas?

Nosotros tenemos tres programaciones diferentes: la programación expositiva la programación de actividades y programas públicos, y la programación educativa y de mediación. Cada una lleva su tiempo, su ritmo y sus características. La programación expositiva se mantiene toda, pero lógicamente se mueve en el tiempo. Las exposiciones que teníamos abiertas recién inauguradas o a punto de inaugurar cuando llegó el confinamiento, lógicamente la vamos a mantener hasta final de agosto, ¿por qué? pues porque no se han visto directamente. De hecho, una exposición se inauguró el día 10 de marzo y el 13 a mediodía cerramos, de manera que directamente hay exposiciones que no se han visto, entonces vamos a mantener toda esta programación hasta final de agosto y en septiembre ya cambiaremos una parte importante de la programación y se mantendrá todavía la de Maribel Doménech y alguna cosa más, porque están recién inauguradas pero el resto cambiará en septiembre. Lógicamente ese movimiento de programación hace que todo se traslade hacia adelante, de hecho, había una exposición programada para este 2020 de un artista de Nueva York que directamente no puede venir, ni puede venir su obra. Una exposición que venía íntegramente de Alemania no puede venir tampoco, pues todo eso, de momento, lo pasamos para 2021 por qué este año es inviable poderla llevar a cabo.

En 2021 confiamos en que sí, de manera que hemos hecho todo un reajuste de programación a nivel expositivo. Luego a nivel de programas públicos, hemos hecho este primer concierto en el Centre del Carme como proyecto piloto para ver qué sucedía y testear, y la verdad es que la experiencia fue muy positiva y fue emocionante volver a escuchar música en directo y vivir ese pálpito en primera persona que implica un espectáculo en vivo, de manera que eso lo vamos a seguir activando y estamos ya trabajando en el ciclo de cine de verano que se hará en el mes de agosto, aquí en el Centre del Carme, como hicimos el año pasado y que fue un gran éxito, vamos a repetir esa fórmula para las noches del mes de agosto y espero que antes podamos ir desarrollando acciones de las que estaban programadas y quedaron suspendidas y qué tendremos que ahora lógicamente implementar con algunas determinadas medidas y limitaciones de aforo pero nuestra voluntad y nuestro deseo es que eso siga adelante, de la misma forma, que la esta semana comenzarán las visitas guiadas de nuevo y por tanto comenzaremos de nuevo con el programa de mediación presencial, que hasta ahora durante estos meses ha sido mediación virtual, de manera que vamos a reactivar la mediación presencial ya mismo y bueno, hemos diseñado un nuevo punto de educación y mediación en el claustro gótico que será un punto de información donde el público podrá dirigirse para encontrar referencias o el punto de partida de las visitas guiadas, etc.

Acabas de cumplir ya cuatro años al mando del Consorci de Museus, ¿Qué balance haces de estos cuatro años de gestión?

Muchos de los retos que se planteaban para la institución y que proponía como proyecto de gestión se han ido cumpliendo y sobre todo con el concepto como hablábamos antes de apoyo al sector profesional de la cultura y del arte la Comunitat Valenciana a través de convocatoria pública, transparencia, igualdad de oportunidades, etc., todo esto ha sido un avance importante respecto a la remuneración de los artistas y la consideración profesional de un sector que no estaba adecuadamente tratado. Todo eso lo hemos conseguido y además generando un movimiento que el objetivo es que a su vez contagie el funcionamiento de otras instituciones culturales a las que todavía no han llegado las buenas prácticas a ese nivel, pues todo eso es un proceso que va calando. En muchas instituciones artísticas del ámbito municipal siguen quedando todavía muchos vicios del viejo régimen donde el artista tiene que exponer gratis y además donar una obra por haber puesto en ese sitio, es decir, esto todavía la sociedad de artistas he visto que en ocasiones lo sigue denunciando, porque aún sigue sucediendo. Para nosotros es importante mantener acciones ejemplares en ese ámbito de gestión porque deben de ir progresivamente filtrando a otras capas de otras administraciones o de otros ayuntamientos que de repente ese tipo de cosas no las tienen todavía claras y sin embargo son fundamentales. Nosotros aquí no pedimos donación de obras nadie, pero es que además lógicamente ese proyecto y esa producción se paga con unos honorarios porque evidentemente, si quieres hacer una exposición es que eso no cae del cielo, las obras de arte no crecen de los árboles. Con todo esto yo creo que nosotros hemos conseguido introducir una línea de normalización de esos aspectos que progresivamente tienen que ir filtrando a otros campos y otros otras capas.

Por otra parte, hemos conseguido que un espacio como el Centre del Carme que estaba adormecido se convierta en un espacio en el que se revoluciona la y la actitud de la gente también ha encontrado una activación importante que, en la ciudad de Valencia, hasta este momento, ninguna institución cultural estaba cometiendo. Prestar ese servicio para mí era fundamental, sobre todo para romper con los esquemas de alta y baja cultura para establecer un dispositivo cultural de primer orden donde suceden proyectos culturales de interés con artistas jóvenes, de media carrera, de larga trayectoria y así damos juegos a todo el sector productor activo de la Comunidad Valenciana donde generamos proyectos en colaboración con otros muchos centros de arte a nivel estatal y a nivel internacional. Hemos sido capaces de lanzar proyectos hacia el exterior como un proyecto, por ejemplo de Olga Diego, en el edificio UNESCO de París o participar en un proyecto en el entorno de la Bienal de Venecia, pues todo eso implica posicionar también el arte valenciano en ámbitos artísticos internacionales de primer orden, por eso hemos estado trabajando lo micro, lo macro, lo próximo, lo lejano, la proyección hacia adentro y en general ese engagement con el público pero también a la vez proyectar hacia afuera, hemos sido capaces de poner en marcha un Máster de Educación y Mediación a través del arte como un proyecto pionero en el Estado español que se desarrolla íntegramente en el Centre del Carme y que lo desarrolla Consorci de Museus junto con la Universitat de València trayendo a los profesionales más destacados del campo de la educación y la mediación en museos a nivel internacional, todo eso está sucediendo y cada año tenemos unos 25 alumnos en ese máster en el que además algunos alumnos vienen de fuera de la Comunitat Valenciana para participar en él.

Para acabar, ¿cómo ha vivido José Luis el confinamiento y el post confinamiento y qué crees que se va a quedar bueno la sociedad y qué crees que hemos dejado quedar fuera tan importante y ya no volverá?

Yo personalmente lo he vivido con mucha intensidad, trabajo muchas horas al día siempre, pero la verdad es que el confinamiento fue más, si cabe, porque había que, por una parte, asumir una situación inesperada con al cierre de los centros de arte, había que dar respuesta a todo eso, hubo mucha incertidumbre, sobre todo al principio, de los artistas, comisarios, las personas que tenían actividades programadas, etc., todo eso ha supuesto mucha gestión, mucha actividad y mucha toma de decisiones en muy poco tiempo.

Por otra parte ha habido que implementar y crear todo un sistema de cultura online que no teníamos establecido, porque si teníamos lógicamente una página web con unos contenidos con unas publicaciones y desde el principio cada catálogo lo hemos publicado para que fuera accesible pero teníamos que ir un paso más allá y de verdad, seguir prestando el servicio.  En este momento la ciudadanía necesitaba cultura y necesitábamos ser capaces de generar proyectos que llegarán directamente a las casas, y que además, fueran fáciles de llevar a la práctica porque si nos podemos a hacer actividades que requieren de un instrumento instrumental técnico o muy especializado, lógicamente, en los hogares eso no iba a estar disponible. Sin embargo el equipo de mediación de Arquilecturas, que es el equipo que salió seleccionado en la convocatoria de mediación cultural del Centre del Carme, han tenido la capacidad de idear todo un modelo de proyectos que se pueden desarrollar con un folio, con un lápiz, o sea, con elementos muy básicos y que todos tenemos en casa, pero a la vez desarrollar proyectos interesantes, diferentes, de calidad, estéticamente bellos y a la vez con un trasfondo y con una capacidad para incorporar pensamiento y reflexión a las personas que lo realizaran, todo eso ha requerido de mucho trabajo, poner en práctica los tours virtuales y a la vez poner en práctica, por ejemplo la convocatoria de cultura online.

En concreto, la sacamos en pleno confinamiento y fuimos capaces en un tiempo récord de dar respuesta a una situación de necesidad del propio sector cultural que ante ese posicionamiento se generó una gran angustia, como es normal. Esa angustia, nosotros, la hemos vivido igualmente por la preocupación de querer que la institución fuera útil para dar respuesta a las necesidades del sector y de la ciudadanía, todo eso ha requerido realmente mucho trabajo y además hacerlo cada uno desde nuestra casa, por lo tanto cualquier gestión implicaba videoconferencias, llamadas de teléfono, mensajes, emails, por lo tanto, se multiplicaban las horas de trabajo, porque solamente la gestión ya requiere de mucho más tiempo del habitual, pero bueno la experiencia al final hay que analizar todo lo positivo que hemos sacado de ella, dentro de todo lo terrible y lo negativo que representa una escena dolorosa como la que se ha vivido y la que todavía se está viviendo, pero creo que las personas deberíamos de ser capaces de aprender de todo esto qué es lo de verdad importante que a veces la velocidad absurda en la que vivimos y esa hiperaceleración a la que nos ha conducido este capitalismo desbocado, nos hace perder de vista lo que de verdad importa. Lo que de verdad importa, evidentemente, en primer término es la salud, el bienestar personal y lo que somos capaces de tener dentro, al final, lo único que no te puede quitar nadie es lo que está dentro de ti, tu educación, tus capacidades, tus sentimientos, tu forma de estar en el mundo, todo eso es lo verdaderamente valioso y eso es lo que te ayuda a construir la cultura y la educación.

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