Fundación Bancaja presenta una exposición donde la diversidad se huele, se toca y se vive

Una muestra creada junto a personas con discapacidad que transforma la percepción artística en una experiencia sensorial, colectiva e inclusiva

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Expo 'Arte y diversidad'. El 'Colectivo mágico' junto a Luisa Pastor
Expo 'Arte y diversidad'. El 'Colectivo mágico' junto a Luisa Pastor

La Fundación Bancaja vuelve a situar la inclusión en el centro con la exposición Arte y diversidad. Tres artistas y cincuenta miradas a una colección, una muestra que reúne tres obras colectivas realizadas por personas con discapacidad junto a los artistas M Reme Silvestre, Luisa Pastor y Fermín Jiménez Landa. El resultado no es solo una exposición: es una experiencia que reivindica que la diferencia también crea lenguaje artístico.

La propuesta, presentada dentro de la 16ª Semana D-Capacidad, se puede visitar gratuitamente hasta el 2 de febrero de 2026. Y merece la visita: pocas veces el arte contemporáneo se abre así, sin filtros, a la escucha del otro.

Sinestesias compartidas: el arte que huele, suena y emociona

En el proyecto dirigido por M Reme Silvestre, el colectivo Amistad exploró la colección contemporánea desde un enfoque sinestésico. No miraron obras: las escucharon, las olieron, las sintieron.

Algunas voces recogidas en el vídeo así lo revelan:
— “La obra es ordenador, animación y pantalla… habla de mi familia. Estoy orgullosa de mi familia.”
— “Lo primero es la música… luego la música que oigo son mis pajaritos, y me animan un montón.”
— “Huele a un perfume que me gusta mucho. Pasión.”

El diálogo entre los cuerpos que perciben y las obras expuestas genera un espacio donde el arte deja de ser un objeto distante. Aquí, el arte afecta y es afectado, un intercambio que contagia ternura y que redefine la sala como un territorio común.

 

Exposición 'Arte y diversidad'
Exposición 'Arte y diversidad'

El Colectivo mágico y la poética del cartón: Tàpies desde lo precario

La segunda propuesta nace del taller de Luisa Pastor, cuya metodología —según contaba la artista durante la presentación— consiste en trabajar con lo precario, lo humilde, lo encontrado: “Jugamos con elementos que tienen que ver con lo pobre… cajas de cartón, como hacía Tàpies con los objetos recuperados”.

El Colectivo mágico reinterpretó a=a (2005) de Antoni Tàpies construyendo un enorme collage matérico de cuatro paneles, hechos con cartón, pintura y objetos encontrados. La pieza, inicialmente pensada para otro espacio —por eso se muestra fragmentada, “deconstruida”— es una celebración de la expresividad desde lo mínimo, donde cada pliegue del cartón parece hablar de la igualdad y la diferencia, el lema inscrito en la obra original. Añadieron además un guiño precioso: una chaqueta del personal de la Fundación Bancaja, convertida en símbolo de la conexión entre institución y creación colectiva.

Junto a esta obra se exhibe Escrituras ilegibles (Mod. Cuaderno Diario, 1907), de la propia Pastor, cuya investigación sobre los libros de contabilidad aporta un contrapunto conceptual:
“Subvierto el plan general de contabilidad… y ahí se crea la poética de la obra conceptual”.

Itinerarios del deseo: cuando la ciudad se convierte en sonido

El taller del artista sonoro Fermín Jiménez Landa dio lugar al colectivo Artistas, 16 participantes que, partiendo de la obra Tensión (1996), de Miquel Navarro, convirtieron sus recorridos cotidianos en una instalación vibrante.

Durante el taller, los participantes compartieron sus itinerarios favoritos, desde el trayecto de casa al supermercado, al centro comercial o a la tienda de videojuegos, y lo que más les interesaba eran los sonidos que escuchaban en esos recorridos.

Lo que podría parecer anecdótico se transforma en arte: botes de cerámica que simbolizan lugares, planos dibujados en papel vegetal, cuerdas que se convierten en líneas serpenteantes en el espacio, y un paisaje sonoro que recoge pájaros, ruidos urbanos o incluso el propio latido emocional de cada participante.

El resultado —Itinerarios del deseo— no solo dialoga con Navarro, sino que amplía su universo: la obra refleja cómo la memoria urbana se construye desde lo íntimo, a partir de esos trayectos que repetimos hasta convertirlos en pequeños rituales.

La exposición como espacio de encuentro

Más allá de cada pieza, la muestra destaca por su proceso, documentado en un vídeo donde se ven ensayos, conversaciones, dudas, risas y hallazgos. Las obras no se entienden sin ese trayecto: dan forma a una comunidad que crea, piensa y se acompaña. Por eso esta exposición funciona también como una crítica silenciosa al sistema del arte: demuestra que la creación no pertenece solo a quienes la academia valida. La creatividad surge en cuanto se abren las puertas.

 

Exposición 'Arte y diversidad'
Exposición 'Arte y diversidad'

Fundación Bancaja: un trabajo sostenido y necesario

La propuesta se completa con el Taller sin barreras, donde escolares y personas con discapacidad trabajan juntos a partir de la serie Cavall Bernat de Sorolla. Con pastel al óleo reinterpretan sus franjas de mar, tierra y cielo mientras aprenden colaboración, sensibilidad y mirada artística. La Fundación Bancaja insiste con estas iniciativas en algo fundamental: el arte no solo se mira, también se practica, se comparte y se transforma. Y cuando eso ocurre, cambia la manera en la que entendemos la diversidad.

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