El Museo Comarcal de l'Horta Sud de Torrent alberga la exposición 'Vestir-se, mostrar-se', una inmersión en la indumentaria cotidiana y festiva de la ciudad. Esta muestra, disponible de martes a sábado de 10:00 a 13:00 horas en la calle Virgen del Olivar, 30, ofrece una oportunidad única para explorar la historia y la evolución de la vestimenta tradicional valenciana.
La indumentaria no solo refleja la personalidad de quien la lleva, sino también la sociedad que la produce y promueve. Desde el uso cotidiano hasta los trajes festivos, la vestimenta se adapta y transforma según las necesidades y tradiciones de la comunidad. En el caso valenciano, la ropa tradicional vinculada a eventos festivos juega un papel crucial, creando una industria que la respalda y promueve su evolución a pesar de las diversas influencias.
La exposición 'Vestir-se, mostrar-se' presenta una amplia gama de modelos festivos conservados en Torrent, que han moldeado las festividades y la identidad de la ciudad. Utilizando fondos del Museo Comarcal de l'Horta Sud, el Museu Valencià d'Etnologia l'ETNO y préstamos temporales de los residentes locales, esta muestra ofrece una mirada fascinante a través del tiempo a la riqueza cultural y festiva de Torrent.
La ropa cotidiana. La vida en Torrent
La moda, las costumbres, los hábitos e incluso la normativa sobre la indumentaria representativa ha evolucionado a lo largo de los siglos. Desde los primeros documentos iconográficos hasta la actualidad, la ropa ha servido para cubrir y ornar el cuerpo, aconteciendo parte importantísima de la socialización del individuo que se muestra de forma individual pero también como parte de un conjunto con unas normas determinadas. Esta visión del mundo y la visión del mundo que tiene de nosotros, como diría Virginia Woolf, está presente en la propia concepción de la ropa dentro de múltiples contextos.
La situación geográfica y la evolución técnica de la industria textil determinarán el uso de unos determinados tejidos, ornamentos y patrones que se adaptan a los gustos estéticos, conviviendo durante tiempos con otras formas arcaicas aparejadas a la costumbre antigua rellenada de cuestiones simbólicas, morales o religiosas. La ropa cotidiana desde las postrimerías del siglo XIX se mostrará a Torrent de igual forma que al resto de villas y ciudades de la comarca pero de forma diferente en aquella ropa ritual o idealizada por sus formas arcaizantes.
La ropa estricta para cubrirse y protegerse, convivirá socialmente con ropa de mostrarse, una ropa que acontecerá marcador social del portador y muestra del gusto personal que con aquellas piezas festivas empleadas en momentos especiales.
A la forma de Torrent. El labrador y la labradora
La utilización y creación de una ropa identificativa que plasma el hecho social de pertenencia al grupo, se hará presente en la segunda mitad del siglo XIX como sentimiento de aprecio hacia el pasado. La moda romántica homogeneizadora que sirve para el nuevo orden social, búsqueda también la creación de estereotipos en la plasmación visual y costumbrista de las diferencias históricas, culturales y sociales de los pueblos europeos. La idealización del mundo rural, en nuestro caso de l'Horta de València, que se contraponía al modelo de vida urbana, feudo que la clase burguesa se interesara por sus modas y costumbres, construyendo una mirada sesgada que se apoya en los aspectos más folclóricos, festivos y costumbristas del pueblo. Barracas, bailes populares o la exuberancia del paisaje y la idealización de una ropa que definía los labradores, crearon la ilusión de una vida esplendorosa que muestra a través de la indumentaria la riqueza que atesora.
La ropa principal y definitoria del hecho valenciano a Torrent es la variante local del labrador y la labradora valenciana, adaptada a la idiosincrasia e historia de la localidad. El traje de torrentí acontece la palabra por el cual se conocerá por todas partes las comarcas valencianas el modelo de chupa y calçó corto que acontece el gran representante de la ropa tradicional local. En el caso de la mujer, esta adaptará la moda de los fines del siglo XIX para construir su imagen principal, con arcaísmos y variantes ornamentales.
La ropa ritual: reinas y clavariesas
Como parte de la cotidianidad, la ropa ritual ha sido la menos estudiada. Generalmente, sigue unas normas consuetudinarias creadas para generar un protocolo en las formas de vestir, que atienen los detalles, a la jerarquía y la posición social de los sujetos que articularán la acción de la festividad a la cual está íntimamente relacionada. Las cuestiones simbólicas, morales o religiosas estarán muy presentes y nos transmitirán toda una serie de referencias a través de una estética determinada construida generalmente con elementos diferentes de aquellos empleados en la ropa cotidiana.
Sin duda el siglo XIX marcó este tipo de ropa, gracias a la moda romántica que utiliza y reincorpora muchos elementos decorativos de épocas anteriores, a menudo reformulados o construidos con materias nuevas, brillantes, relucientes y coloridas que nos separan de la cotidianidad.
La Semana Santa en Torrent, de gran participación ciudadana, tiene en uno de sus actos más significativos y diferentes, la participación de un personaje distinguido, la Reina del Encuentro que vestía a la forma de romana antigua, evoluciona desde aquellos primeros trajes ochocentistas llenos de bordados y llustrins hasta los trajes de princesa actuales, más próximos al imaginario cultural actual nutrido de referencias televisivas.