Escif hace girar los contrastes que mueven al mundo en el Centre del Carme

El dissenyador de la falla municipal de València crea un espai de soroll en el centre del museu amb l’exposició «Qué pasa con los insectos después de la guerra»

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Esculturas de jardín. Movimiento. Sonidos de maquinaria. Trazos infantiles suspendidos en el aire. Flores. Destrucción. Nacimiento. La simbiosis de todos estos elementos genera una atmósfera de diálogo entre opuestos en la sala Dormitori del Centre del Carme Cultura Contemporània de la mano del artista urbano Escif. Su exposición «Qué pasa con los insectos después de la guerra» apela a aquello que acontece y presenta diversos mundos posibles relacionados con los binomios que se han repetido a lo largo de la historia, como la creación y la destrucción o el amor y el odio. La propuesta de un ambiente de ruido y guerra que irrumpe en el silencio de un museo se muestra, a su vez, como la versión contraria al espacio que conforma la falla municipal de València, creada por Escif junto con Manolo Martí y José Ramón Espuig. El monumento de la plaza del Ayuntamiento se erige como una obra muda y rotativa en el corazón de una plaza repleta de estruendo y pólvora.

Escultura de jardín de la exposición «Qué pasa con los insectos después de la guerra» de Escif en el CCCC.

«Qué pasa con los insectos después de la guerra» representa, sin jerarquía alguna, elementos en constante relación e, incluso, en contraposición. Expone diversos motores que impulsan a la sociedad hacia delante. Tal y como explica la comisaria de la muestra, Teresa Juan, las esculturas encarnan la hegemonía de la cultura occidental y los símbolos de poder asociados a ella. Algunas de estas piezas están situadas sobre peanas mecánicas que las hacen girar sobre sí mismas y emiten sonidos que evocan una extraña maquinaria de guerra. Sin embargo, la exposición está dispuesta de forma que cada escultura da tantas vueltas como niños nacen en Gaza al día; cada giro es un nacimiento. Mientras se mueve la maquinaria de guerra, en el Centre del Carme y en la zona de conflicto, la vida sigue brotando.

En la exposición de Escif, la guerra está presente también en un vídeo que muestra la ciudad siria de Alepo bombardeada y destruida a vista de dron. La grabación, de un minuto y medio de duración, se proyecta en bucle durante la muestra. Las paredes de la sala se convierten en otro lienzo para los relatos bélicos, ya que recogen por escrito los testimonios de personas que han experimentado directamente el conflicto en Gaza.

Trazos y esculturas de la exposición «Qué pasa con los insectos después de la guerra» de Escif en el CCCC.

Los trazos corpóreos de diferentes tamaños que flotan por la estancia responden a impulsos gestuales de niños y niñas de entre nueve y once años. El objetivo del artista es poner en primer término la mirada infantil. Los garabatos suspendidos en el aire nacen de la intervención de los niños y las niñas durante dos segundos sobre fotocopias en las que había representados símbolos de poder. El resultado, según Teresa Juan, es el de niños y niñas que crean una propuesta de mundo diferente con un trazo intuitivo y, al mismo tiempo, destruyen algo establecido.

A través de una cristalera, en el ascenso hacia la sala Dormitori del Centre del Carme, se observa el mural exterior Fantasía floral, otro elemento fundamental de la exposición «Qué pasa con los insectos después de la guerra». Se trata de la pieza mural  que rescata los ejemplares originales que inspiraron a Francisco Franco en su primer óleo. El dictador se inició en la pintura cogiendo los pinceles del artista que le estaba haciendo un retrato y representando las flores de su jardín. El mural de Escif simboliza ese momento de inspiración que constituye otra forma de representar las pulsiones que habitan en toda propuesta.

Pieza mural Fantasía floral.

José Luis Pérez Pont, director del Centre del Carme Cultura Contemporània, abraza el trabajo de Escif y valora su capacidad de demostrar «las infinitas posibilidades de fusionar la creación contemporánea y las Fallas». El director reconoce y aplaude la labor en equipo que se ha llevado a cabo para orquestar la sinfonía de ruido artístico que descansa en la sala Dormitori. La exposición «Qué pasa con los insectos después de la guerra» podrá visitarse en el Centre del Carme hasta el día 26 de abril. Hasta entonces, los impulsos duales inherentes al devenir y la lucha entre elementos contrarios que articula al mundo duermen con los ojos abiertos en un entorno artístico que nace y muere, como los monumentos falleros, en perpetuo movimiento.

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